Mirar el mar tiene un poder energizante para el cerebro

La energía del océano es inmensa; conoce los misterios y poderes que tiene para tu mente y cuerpo.

Adriana Acosta Bujan

La mayoría de las personas eligen visitar la playa cuando son vacaciones de verano, ya que es el lugar ideal para descansar, salir de la rutina, quitar el estrés y fortalecer los vínculos afectivos con la familia. No solo se piensa en diversión absoluta, sino en disfrutar al máximo el contacto con la naturaleza para sentirse bien y llenarse de energía positiva.

Tan solo mirar el mar provoca que cualquier persona se relaje y sienta felicidad al instante. El aroma peculiar del océano, el sonar de las olas, los colores del agua y el paisaje espectacular, hacen que el cerebro tenga un estado de paz y tranquilidad permanente, como si fuera una especie de medicina natural que ayuda a mejorar la salud.

Los misterios del mar

Los expertos confirman que el océano tiene poderes curativos, tanto físicos como psicológicos. Muchas sustancias que se obtienen de la naturaleza como el agua del mar, el lodo, las algas, la brisa marina y el sol, actúan como agentes necesarios para el equilibrio físico y mental, ayudando a curar algunas enfermedades, haciendo que el organismo funcione de manera óptima. A esto se le conoce como talasoterapia.

Además, el biólogo marino Wallace Nichols en su libro “Blue Mind”, asegura que nuestro cerebro está programado para reaccionar positivamente al agua del océano, provocando que aumente la sensación de bienestar, de relajación e incluso de innovación, beneficiando las emociones y los sentimientos.

Pero, ¿el mar te da energía positiva?

1 Tú y el universo

Tengo la fortuna de vivir cerca de la playa, por lo que he observado que muchas personas asisten a mar con la única finalidad de pensar y meditar, y así desahogar sus sentimientos y emociones. En lo personal me gusta el océano, porque busco fortalecer mi espiritualidad, pues tengo la creencia de que en ese lugar puedo comunicarme con mis seres queridos que han fallecido y a la vez tener un diálogo con Dios.

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Sentarte frente al mar, escuchar el sonido de las olas, observar la línea del horizonte sin fin del océano y mirar el color azul del agua, estimula a la mente haciendo que el cerebro entre en un estado meditativo.

Todos estos elementos en conjunto generan cambios en las ondas cerebrales, brindando una sensación de tranquilidad, claridad mental y de mayor concentración; como si todo lo que estuviera a tu alrededor desapareciera, incluso el tiempo. Se trata de estar uno con el universo, conectados con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Así que ya lo sabes, cuando te sientas melancólico o triste y busques respuestas existenciales, visita el mar y obsérvalo por un tiempo, eso hará que tu mente tenga mayor claridad, llenando de paz tu interior.

2 Conexión con la tierra: abre la creatividad

Después de darse un chapuzón en el agua fresca del océano, es un placer sentarse sobre la arena, experimentando la relajación muscular, al sentir la suave textura y diferenciando sus diversas temperaturas. Ello hace que tengamos una conexión directa.

Seguramente en más de una ocasión has jugado con la arena, formando dibujos o construyendo castillos o pozos; esto sucede porque el cerebro cambia su modo de estar ocupado al modo relajado, por lo cual se activan las ideas, la innovación y la creatividad.

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El mar permite que nuestro cerebro se relaje, por ello es que fluyen libremente las ideas y esto puede ser bueno para cuando se tienen que tomar decisiones. Lo más importante es vivir el presente, dejando las preocupaciones a un lado, así serás menos autocrítico y dejarás que tu mente brille.

La conexión con la tierra también actúa al caminar sobre la arena, ya que la sangre se diluye a través de las plantas de los pies; eso abrirá automáticamente tu creatividad e inventiva.

3 Sentir felicidad

El increíble sonido de las olas hace que los niveles de cortisol (hormona del estrés), disminuyan, provocando calma y tranquilidad. Las ondas que emite el océano provocan cambios en nuestras moléculas para absorber mayor cantidad de oxígeno.

Tener contacto directo con la naturaleza hará que tu mente y cuerpo se concentren en el disfrutar el presente, para darle un significado más relevante a tus sentimientos y emociones; eso hará que te sientas feliz contigo mismo.

Además, los expertos aseguran que el sonido peculiar de las olas nos recuerdan a los latidos del corazón de nuestra madre, por lo tanto, sentirás bienestar.

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4 Salud mágica

Con la increíble energía que produce el mar, se pueden tener muchos beneficios para la salud. El oleaje y las corrientes del océano ayudan a fortalecer los músculos, huesos y articulaciones, puesto que se requiere de un esfuerzo para mantener el equilibrio. Incluso, el agua fría es excelente para la circulación previniendo problemas cardiovasculares e inflamación.

Además, como el agua es rica en sal, zinc, potasio, yodo entre otros elementos, ayudan a restaurar de manera natural la piel, manteniéndola hidratada por más tiempo, y brindando un aspecto suave. En otros aspectos, la energía se produce con el oleaje, es benéfica para la mente haciendo que el cerebro se concentre fortaleciendo la memoria.

En conclusión, no pierdas la oportunidad de visitar la playa, no solo por ser divertido y fortalecer los vínculos afectivos con tu familia y seres queridos, sino porque los poderes curativos que se obtienen con el mar son increíbles.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.