Mujer y madre. Cómo combinar ambos roles en el mundo actual

No sufras el síndrome de la mala madre, combina sabiamente ser mujer y ser madre y prepárate para ser feliz. ¿Más mujer y menos madre? Combina ambos roles en pro de ser una persona integral.

Erika Otero Romero

Nunca ha sido fácil ser madre. Si le preguntas a alguien sobre su concepto de maternidad, es seguro que encontrarás que dentro de esas nociones estarán: sacrificio, amor, abnegación, dedicación, ternura, generosidad, plenitud, realización personal y vida, solo por nombrar unas pocas, palabras que son asociadas a la vez con la capacidad da dar todo sin pensar en sí mismo.

Es curioso, pero por más que cambien las épocas, la responsabilidad materna de criar seres humanos de bien no ha sido modificada desde que el hombre se agrupó y comenzó a vivir en comunidad. Por más que cambien las circunstancias, esa tarea nunca ha sido, es, o será fácil. Hoy no es más —ni menos— complejo de lo que fue en el pasado ser madre.

Te preguntarás acerca de lo que quiero decir con lo anterior; bien, muchas personas consideran que el hecho de que la mujer de hoy haya elegido llevar una carrera profesional a la par de ser esposa y madre, además de que tenga una nutrida vida social y que, a su vez, desee estar en forma, no obedece más que a sus deseos personales y nada de diferente hay con tiempos anteriores, pues a mediados del siglo pasado era común que la mujer no solo se ocupara del hogar y la crianza de sus retoños, sino que al mismo tiempo escogía desempeñar actividades extra para obtener algún ingreso adicional como confeccionar ropa u organizar bufets; en otros casos tenían la necesidad de ayudar a administrar fincas o granjas de propiedad familiar. Entonces las cosas, aunque han cambiado en estilo, no lo han hecho de fondo.

Cuál debería ser la verdadera preocupación de la madre actual

La misma que la de la madre de antaño: ser plena, feliz y criar hijos de bien. ¡Ojo! Antes de que alguien me mal entienda, aclaro: no quiero decir que la mujer no tenga derecho a una vida profesional y social activa o a cuidar de sí misma. Claro que sí, pero eso implica sacrificios y una excelente organización, que debe estar bajo la posibilidad de cambiar según las necesidades del momento.

Para que la mujer de hoy no sienta que está cayendo en el síndrome de la mala madre a causa de querer ser una mujer integral, puede poner en práctica lo que expondré a continuación:

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Organizar el tiempo

¿Trabajas de 8:00 am a 6:00 pm? Organiza un horario como cuando estabas en la escuela y procura no dejar fuera nada que sea importante, aunque tampoco te sobre exijas. La noche antes, puedes dejar lista tu ropa, y si tienes niños de ocho años o más, empezar a delegarles tareas como arreglar sus cuartos, preparar sus uniformes escolares y, desde luego, que hagan sus deberes (tareas), que podrás revisar al llegar a casa después del trabajo. Las labores hogareñas de mayor calado se pueden llevar a cabo el sábado y así el domingo lo puedes dedicar a tus hijos. Si tienes esposo, recuerda que es deber de él colaborar con la crianza de los hijos y el mantenimiento del hogar, pues divididas las tareas y obligaciones la situación se hace más llevadera.

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Considerar que calidad es mejor que cantidad

Nada sacas con estar en casa las veinticuatro horas los siete días de la semana si vas a ser una madre ausente preocupada por el gimnasio, la salida con las amigas o el esposo y las redes sociales, si no vas a tener una hora para tus hijos. Calidad cuenta más que cantidad. ¿Tienes dos horas desde que llegas a casa del trabajo? Pues bien, habla con tus hijos de sus problemas durante la comida, siempre tendrán algo que contarte aunque sea la aventura más trivial; declárate disponible para hablar con su maestra por lo menos una vez a la semana, juega con tus hijos, léeles y siempre procura dejar los fines de semana libres para que dispongas del resto de tus planes.

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Establecer prioridades

Actúa según lo que sea más importante para ti y no te sientas culpable; en lugar de eso, si sientes que tu lista de prioridades no es “moralmente” la adecuada o no “estaría bien vista” por tus familiares y amigos, pues simple, haz cambios y sé consecuente con ellos, pero estoy segura de que si sientes que está mal es porque sabes que es así.

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Piensa en lo siguiente: puede haber dentro de tu círculo de amigas algunas que traten de cubrir las altas expectativas que establece la sociedad, pero el día debería tener más de 24 horas para poder ser y hacer TODO lo que es necesario para demostrar que se es una mujer y madre integrales; pero, créeme, nadie es capaz de eso y te aseguro que muchas de esas mujeres que crees conocer, han dejado o dejan más de la mitad de las cosas planeadas a medio hacer y si logran un poco más, te aseguro que detrás de eso tienen mucha ayuda, de modo que no te sientas mal.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.