No compares a tu hijo, mejor fomenta su individualidad

Lee este artículo y permite a tu hijo ser él mismo y mostrar al mundo sus mejores cualidades sin compararlo con los demás.

Teresa Guadalupe Correa Pérez

Entender qué hace de nosotros las personas únicas que somos, es fundamental para descubrir nuestros talentos y adaptarnos de forma sana a la sociedad que nos rodea.

Los niños pasan por épocas en las que les encanta y fascina sus pequeñas “diferencias”, y otras en las que intentan esconderlas a toda costa, por la presión de sentirse identificados con compañeros en la escuela, lo cual puede ser un tanto difícil (como lo fue en mi caso, ya que solía ser una niña más bien tímida).

Con todo y este pequeño detalle de mi personalidad pronto logré adaptarme, pero sé que para otros niños fue muy difícil, sobre todo para aquellos que tenían hermanos mayores, pues muchas veces los padres erróneamente comparan a sus hijos no solo con sus hermanos, sino también con compañeros de clase.

La verdadera cuestión en este asunto es ¿Qué pretendemos conseguir los padres cuando comparamos a nuestro hijo con otros niños o con sus hermanos? ¿Estas comparaciones los motivan o los destruyen?

Los padres comparan a unos niños con otros

Por una parte, estos padres buscan motivar a sus hijos a tomar como modelo a alguno de sus hermanos mayores, o a ese compañero y amigo del salón de clases y se comporte como esa otra persona, de tal modo que adquieran esa habilidad, conducta, o cualidad que los padres consideran que es buena y puede ser útil para su hijo.

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Por otra parte, este tipo de padre está dejando muy claro los buenos deseos que tiene para la formación personal de su hijo, ya que considera positiva y buena esa cualidad o hábito, pero desgraciadamente lo hace de forma incorrecta, sin dejar espacio a las características reales que sí posee su hijo, que pueden ser diferentes a la que están tratando que imite de otra persona.

Pero, ¿qué sucede en verdad en el corazón de nuestros hijos al compararlos? ¿Es realmente bueno comparar a unos niños con otros?   

Consecuencias negativas de comparar

Las consecuencias de comparar a los niños son muchas, y ninguna logra los efectos que pretendemos. Por el contrario, siempre son negativas. Algunas de estas son:

1 Destruimos la autoestima de nuestro hijo

Al compararlos, les estamos dando a entender que sus cualidades no son válidas, y que las cualidades que valoramos son aquellas que ellos no tienen, y que sin ellas no son suficientemente buenos. Esto puede hacer que los niños se sientan inseguros, inútiles, menos queridos, dificultando la adquisición de una autoestima saludable y una gran brecha emocional.

2 Fomentamos la envidia entre hermanos

Los niños perciben esa comparación como que el amor de los padres entre los hijos se reparte en función de esas cualidades, que los padres admiran en uno hijo sí y en otro no. Esto crea envidias y celos entre los hermanos que pueden despertar muchas riñas entre ellos, lastimando para siempre su relación en muchos casos y dividiendo así la familia.

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3 Creamos rivalidad con sus pares

En la comparación con otros niños al igual que con los hermanos, dinamitamos la relación de nuestro hijo con ese niño al que ven como un rival, y lo perciben como más aceptado por sus padres que él mismo, algo muy doloroso para el pequeño.

Cómo ayudar a tu hijo a promover sus capacidades individuales

1 Reforzando sus conductas positivas

Los niños tienen muchísimas cualidades positivas y beneficiosas para ellos, seguro que cada padre sabe reconocer en su hijo alguna por la que se destaque entre los demás, será quizá más tierno, más dulce, más gracioso, más estudioso, o incluso más ingenioso que otros niños con los que convive.

Debes recordar que no solo se deben señalar las cosas negativas de su persona, ya que esto solo causa efectos contraproducentes. Lo importante es que ellos deben saber que se valoran todas las cualidades que tienen, y hacer énfasis en ellas, para que así continúen perpetuándolas y con ellas formen hábitos saludables.

2 Dándole tiempo para reflexionar

Cuando tu hijo tome una decisión equivocada o cometa un error, permite que sea él mismo quien razone el motivo por el cual las cosas no salieron bien o si ha fallado, y tú puedes apoyarlo con qué opciones tiene para mejorarlo o enmendarlo, y así que el elija como afrontar su error como lo  considere más apropiado, pero siempre bajo tu supervisión.

3 Fomentando su autonomía

Fomentar su autonomía, ya que cada día y progresivamente los hijos tienen que aprender a satisfacer por sí mismos sus propias necesidades lo cual debe ser visto y aceptado por los padres como algo natural y parte del desarrollo de un ser humano. Ya que esta es la única manera de sentirse seguros y confiados en sus propias capacidades para enfrentar al mundo.

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4 Dejando volar su imaginación

Es más sencillo lograr fomentar las capacidades individuales de un niño, al incrementar  los momentos de creatividad, ingenio y espontaneidad. Aprovecha y hazlo con materiales reciclables de casa y artículos de papelería fáciles de conseguir, los resultados serán increíblemente satisfactorios y divertidos, pues los niños aprenden a desarrollar sus propios intereses en contextos abiertos, en los que puedan experimentar formas diferentes, personales y únicas de hacer las cosas.

5 Premiando su esfuerzo

La valoración del esfuerzo de los hijos en las primeras etapas de la vida es crucial, y será realmente importante en su desarrollo personal adulto. Es muy importante que le prestes atención a sus logros y lo motives a diario.

Si le enseñamos a valorar el esfuerzo, la constancia y la disciplina, lograremos que se motive en alcanzar todas sus metas y sueños.

En la educación es necesario lograr que el niño se adapte a las normas culturales socialmente establecidas, pero respetando a la vez su individualidad, para que pueda confiar en sus propias capacidades y encontrarse satisfecho con sus logros siempre, consiguiendo así una autoestima sólida.

También tenemos que hacerles saber a nuestros hijos que los aceptamos tal como son, con sus virtudes y sus aspectos a mejorar, pero que estos no limitan el gran amor y cariño que sentimos por ellos.

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Teresa Guadalupe Correa Pérez

Lou Correa es una apasionada investigadora de ciencia y psicología, amante de los libros, el clima frío y los abrazos cálidos; joven madre de un bebé y esposa.