No lo olvides: puedes conseguir lo que te propongas

Nada es imposible cuando te organizas y controlas a tu peor enemigo: tu mente.

Erika Patricia Otero

Desde muchos puntos de vista, la idea de “conseguir todo lo que te propongas” suena irreal, pero no es así. Sin embargo, conseguir las metas establecidas requiere mucho más que deseo y buenas esperanzas.

Muchos, en la búsqueda de que sus sueños se hagan reales, desisten por la presencia de obstáculos que ven insuperables. Es porque dejamos de perseverar cada vez que el camino se hace difícil.

Ahora, la mejor manera de empezar algo es ponerte en una situación en la que tu única opción sea actuar. Es interesante porque cuando comprendes que no tienes opción, todos tus recursos inconscientes trabajan en la consecución de ese objetivo. Cuando esto pasa los resultados son de no creer.

Las personas que logran sus objetivos no son muy diferentes a ti y a mí. Lo que sí los ha hecho exitosos es su capacidad para enfocarse y mantenerse activos.

A continuación quiero compartirte varios aspectos que le han permitido a muchas personas lograr sus objetivos:

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1 Prepara tu entorno para que tu voluntad se ponga en acción

Voy a ponerlo de la siguiente manera con un ejemplo: tienes de 10 kilos de sobrepeso y tu meta es bajarlos en cuestión de dos meses. Sin embargo, todo a tu alrededor hace que bajarlos en ese lapso de tiempo sea un poco menos que imposible. Trabajas en un restaurante de comida rápida y/o te da pereza hacer ejercicio; aún así, estás resuelto a lograrlo. Para esto organizas que tu entorno sea favorable para alcanzar tu meta

Optas por lo siguiente: vives a 2 kilómetros de donde trabajas; así que planeas ir unos días a pie y otros en bicicleta; esto requiere que te levantes más temprano y también organizas para que así sea.

Además has elegido comer sano; entonces, decides que solo una vez a la semana te darás un gusto culposo. El resto de la semana vas a comer sano y tomar mucha agua en lugar de gaseosa.

El regreso para ti será igual: nada de transporte público, a caminar de nuevo. Al llegar a casa, te organizas para saltar lazo por 1 hora mientras escuchas música o ves algo de tele; el plan es no desistir.

El anterior es solo un ejemplo que ilustra que tienes que hacer todo a tu alcance para controlar tu entorno; esto para que este mismo te impulse a perseverar en tu meta.

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2 Cierra todos los ciclos que pueden representar un obstáculo

No puedes empezar una nueva relación cuando aún tienes a alguien en tu vida. Bueno, “de poder, puedes, pero no debes”, porque te va a traer más problemas que bienestar.

Si deseas iniciar en un nuevo empleo, lo lógico es que renuncies al anterior. Eso es cerrar ciclos.

Cuando nos encontramos en una situación complicada, la mente genera excusas para evitar las situaciones estresantes. Nadie quiere lidiar con el estrés que genera tomar una decisión, pero es algo que se debe afrontar.

Volviendo al ejemplo de la dieta; tu mente, renuente a que empieces a hacer dieta, tratará de que postergues tu desición. Es como ese típico meme que dice que “hoy no empiezo la dieta, si no la semana entrante”.

Si uno hace ese tipo de cosas, siempre va a hallar la excusa perfecta; eso, o pasará algo fortuito que impida que des el primer paso en busca de tu objetivo.

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La mente es poderosa y siempre puedes gobernarla. Una forma de hacerlo es cerrando todos los ciclos y puertas que puedan representar un obstáculo. Esta es la mejor opción porque te pone en una posición donde no puedes retroceder.

3 Evita pérdidas y ganarás más de lo que tienes

Esto es algo que no había pensado. Cuando corremos el riesgo de perder algo, es cuando más nos empeñamos en lograr una meta.

Cuando iba a la universidad, el semestre era muy costoso. Recuerdo que si algo me impulsaba a estudiar con ahínco, era la idea no perder el dinero de la matrícula.

Aparte de eso, había una parte “muy amable de mi familia” que no creían en mí; eso me daba más fuerzas de continuar, solo quería callarles le boca. Y lo logré. Jamás perdí una materia o un semestre y cerré bocas a diestra y siniestra.

Es interesante y está demostrado que tener incentivos a la hora de cumplir un objetivo aumenta tus posibilidades de éxito. Además, si esos incentivos consisten en no perder algo en vez de en ganar, las posibilidades de éxito aumentan. La razón es que las personas preferimos evitar pérdidas a conseguir ganancias.

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Un consejo: cuando te comprometas con algo, pon en juego tu reputación y tu dinero. Así será más complejo que fracases.

Comprende algo: cuando haya una meta difícil de lograr, ponte en una situación que te obligue a seguir adelante. No te enfrentes a tu mente y no se pondrá en tu contra. Llévate a que no veas más opción que continuar y vas a verte obligado a seguir y no retroceder.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.