¡No soporto a mis vecinos!

A diario te quejas porque consideras que tienes los peores vecinos del mundo. ¿Qué puedes hacer al respecto? Y lo que es más, ¿eres tú un buen vecino para ellos?

Érika Gaytán

Recuerdo que cuando llegamos a la colonia, las vecinas de la cuadra se organizaban cada ocho días para desayunar en una de sus casas. Llevaban platillos diferentes y se turnaban el lugar. Cuando había algún festejo navideño o patriótico, hacían una fiesta en la calle, con toda la familia. Pronto nuestra familia se hizo parte de esos festejos. Era muy agradable porque de alguna forma todos nos conocíamos y convivíamos.

Desafortunadamente, no siempre la convivencia con los vecinos es la óptima. Siempre va ver algo que no te agrade de ellos, y viceversa: estaciona su automóvil y obstruye tu salida; te informa lo que hacen y dejan de hacer tus hijos, sin que se los pidas; suelta a su mascota y ya te dejó un “recuerdo” en tu patio; pone su música muy fuerte; tira basura en la calle; etc. Conozco casos de personas que, cansadas de soportar tantos abusos de sus vecinos, han resuelto mudarse de domicilio. Y otros, en casos extremos, han llegado a la violencia física, lo que ha complicado todavía más el conflicto.

Tratar de cambiar a la gente es muy difícil, lo que sí se puede hacer es buscar estrategias que te ayuden a tener una mejor convivencia con tus vecinos. Por ello, me permito sugerirte las siguientes opciones

1. Sé congruente

En primer lugar, no hagas lo que no quieras que te hagan. Si no te gusta que se metan a tu jardín o hagan ruido los vecinos, no lo hagas tú. Muchas veces con respetar espacios, fiestas, tiempos, es suficiente para que las personas se den cuenta de lo que uno busca, con respecto a los demás.

2. Comunícate

Es real que hay mucha gente que es muy despistada, y aunque le mandes señales de lo que no te agrada, no lo entienden. Para esas personas sí te sugiero dirigirte a ellos sin groserías, malas caras y mucho menos agresiones. En algunas ocasiones funciona ser muy sutil, pero eso sí, muy clara para que no haya confusiones.

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3. Representante vecinal

Es común que entre vecinos se nombre a un persona que tenga buenas relaciones con todos, que cuente con el tiempo y la disponibilidad para servir como mediador y porta voz de todos. Con él se pueden establecer algunas reglas básicas de convivencia, que les permitan vivir en armonía.

4. Tolerancia

Otra opción es aceptar y sobrellevar a la gente. No es fácil, pero sí se puede. Una vez que sabes cómo son tus vecinos, puedes optar por tomar las cosas con calma, respirar hondo y seguir. Tómalo como una prueba a tu paciencia.

5. Cambio

Esta opción no es válido tomarla, si antes no has hecho todo lo que está de tu parte para mejorar tus conflictos. Antes valóralo con toda tu familia y lleguen a un acuerdo de manera general, que de verdad sea la mejor solución. Es muy tajante la propuesta, sin embargo, hay casos de personas demasiado conflictivas, incluso agresivas, que no dejan otra opción.

Las relaciones humanas son las más complicadas, por la diversidad de personalidades y costumbres que puedes encontrar. Si dentro de la familia suele haber conflictos a pesar de tener reglas, educación y costumbres iguales, cuanto más con la gente que nos rodea. No pierdas de vista que los conflictos no llevan a nada, en cambio, tener una sana relación puede ser de gran ayuda siempre. Nunca sabes cuándo puedas necesitar de los demás.

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