¿No te gusta asistir a las fiestas familiares pero debes ir? Te doy 3 consejos para disfrutarlas

3 consejos de cómo disfrutar las fiestas familiares, la as cuales no te gusta asistir, para no quedar mal con tu esposo y al mismo tiempo aprender y convivir de los demás.

Erika Gaytán

“No me gusta ir a las fiestas familiares de mi esposo, me cae mal su familia, son muy aburridas y la verdad no me siento a gusto. No falta el niño mal educado que no respeta y se quiere hacer el gracioso molestándote; o el tío al que se le pasan las copas, se pone agresivo y busca pleito con todo mundo; o las primas que todo el tiempo están criticándote la ropa, lo que comes o hasta la manera en que se viste tu esposo”, me comentaba una amiga.

Para muchas personas estas reuniones no son de los acontecimientos que más les guste asistir. En cualquier círculo de amistades donde te desenvuelvas, tienes la opción de elegir con quién vas a convivir y esto no te afecta demasiado porque sabes que solo será por un rato, tal vez por un determinado tiempo y con suerte no los vuelves a ver jamás. Sin embargo, cuando se trata de ir a convivir con familiares ya sean tuyos o de tu esposo, no siempre resulta muy alentador. Razones hay muchas: porque está el pariente arrogante, el humilde, el prepotente, el que no se sabe vestir, el que tiene a sus hijos groseros o los que comen mucho o los mal educados…en fin, por razones o justificaciones no pararías. Pero hay que ir porque se trata de la familia de tu pareja, y por ello te presento algunas ideas que te pueden ayudar para hacer más llevaderos estos compromisos.

1. Mentalización

El hecho de que desde antes de ir a la reunión ya te moleste la idea no ayuda, porque te predispones a que todo va hacer igual; tal cual como lo pienses saldrán las cosas. Es más, tú las ves peor de lo que son y claro el tiempo se te hace eterno. Lo único que quieres hacer es salir de ahí lo más pronto posible. Por ello, te propongo le veas el lado bueno, vas a tener la oportunidad de distraerte y de convivir con parientes que casi nunca ves.

2. Busca empatía

Acércate a las personas con las que de alguna forma congenias más o tienen algo en común: la misma carrera, la misma edad, gustos similares por la música, por actores, etc. Ahora bien, si desconoces tener alguna similitud con alguien, es momento de acercarse a los demás y conocerlos; es difícil que con tanta gente no encuentres con quien hacer la plática. Evita solo encerrarte en el círculo de tu esposo e hijos, porque será tanto como despreciar la compañía de los demás.

3. Lecciones de tolerancia

Si tienes problemas de tolerancia, es un buen momento para aprender a ponerla en práctica. No pierdas de vista que todas las personas somos diferentes y no te pueden simpatizar todos, eso es imposible. Siempre existe un detalle, es más, tú misma sabes que hay cosas que a la gente no le gusta de ti o no entiende y tal vez no tengan por qué “quererte” ni tú a ellos, pero lo que sí se puede hacer en ambos casos es tolerar a los demás tal y como son.

Advertisement

La familia es pieza fundamental en todas las sociedades y aunque no te simpatice, sigue siendo parte de tu historia. Directa o indirectamente han tenido que ver para que tú seas como eres y tu esposo sea esa persona genial que tú amas. ¡Inténtalo! Vale la pena.

Toma un momento para compartir ...

Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.