Nunca te vas a imaginar esto que pasa en la cabeza de tu hijo

Tu hijo puede ser un genio que pase sin descubrirlo a menos que sepas las verdades en este artículo. Descubre la forma en que aprende tu hijo.

Myrna del Carmen Flores

Con seguridad muchos padres se han preguntado por qué, a pesar de estudiar tanto, sus hijos no logran mejorar en sus evaluaciones escolares. Cindy Peterson, en su artículo “Mi hijo tiene un examen, ¿cómo puedo ayudarlo?”, ofrece algunos puntos bastante interesantes para ayudar a nuestros hijos en su aventura escolar. El seguir esta guía resulta una buena forma de demostrarles cuánto los amamos, y que confiamos en ellos. Sin embargo, pudiera ser que aun con estas técnicas nuestros hijos no consigan mejorar.

La respuesta a esa pregunta toral de por qué no progresan en lo escolar radica en el simple hecho de no conocer nuestro estilo de aprendizaje. ¿A qué me refiero con esto? A que cada persona tiene maneras muy distintas de percibir las cosas; y son justo esas diferencias las que hacen que se procese la información que se recibe de una manera particular. Existen categorías para diferenciar estos estilos.

1. Por la manera en que seleccionamos la información

, John Grinder dividió los estilos de aprendizaje en:

Visual

Si tu hijo está en esta categoría es probable que sea un niño que no pone mucha atención cuando le cuentas la historia de tu niñez, y cómo obtenías buenas notas. Aunque quisiera centrar su atención en tus palabras, para él es muy difícil seguir una conversación larga. Los niños visuales aprenden mejor cuando leen o ven la información de alguna forma. Es más fácil si toman notas, pues el ver las oraciones escritas les facilita entenderlas. Son organizados y tranquilos; prefieren pasar el tiempo dibujando o leyendo. Es fácil darte cuenta de su estado de ánimo con solo mirar su cara. Les es más sencillo estudiar si su cuarto está ordenado.

Auditivo

En cambio, si tu niño es auditivo, centrará toda su atención en tus palabras, por lo que te recordará siempre todo lo que le prometiste. Les gusta escuchar, pero también le fascinará contarte todo lo que aprendió en la escuela. De esta manera lo recordará de manera fácil. No es raro verlo hablar consigo mismo. Al hacer operaciones matemáticas le resultará más sencillo si va repitiendo los pasos en todo el proceso. Aun al estar leyendo en silencio moverá sus labios, como si pronunciara las palabras. No será extraño verlo estudiar con su música preferida. ¡Ni se te ocurra apagarla! La música le facilita asimilar los conocimientos. Pero, ojo, hablamos de música, no de ruido. Cualquier barullo lo distraerá demasiado. No será necesario tratar de identificar sus emociones porque él mismo las expresará de manera clara.

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Kinestésico

No le pida a un niño kinestésico que deje de moverse, porque entonces le está pidiendo que deje de aprender. Este niño necesita tocar, moverse, sentir. Puede detallarle los procesos miles de veces; puede mostrarle imágenes con ejemplos de lo que está explicando; sin embargo, si es 100 por ciento kinestésico no va a aprender sino hasta que él mismo haga las cosas. Tal vez al ver una película subirá y bajará el volumen, o se acercará y alejará de la pantalla; está tratando de entender la trama de esa manera. Le será sencillo aprender operaciones matemáticas si le muestra objetos que pueda colocar juntos para sumar, o quitar para restar; o entenderá la geografía con un globo terráqueo que pueda sentir.

2. Por la manera en que procesamos esta información

, David Kolb divide los estilos de aprendizaje en:

Activo

Suelen ser niños que se entusiasman con lo nuevo. Primero actúan, luego piensan. Cuando terminan una cosa quieren empezar otra de inmediato. No les gusta trabajar solos y se emocionan si los retan a lograr algo. Por lo regular les gusta ser líderes del equipo. Se les dificultan las asignaturas teóricas, como la historia, pero pueden aprenderla si se les enseña mediante juegos o actividades que los motiven a aprender esos datos. Su pregunta preferida es, ¿cómo?

Reflexivo

Les gusta pensar. Son mejores observadores. Son los clásicos niños que primero observan jugar a los demás antes de unírseles. Les gusta pasar desapercibidos en un grupo, y analizan sus acciones con sus consecuencias antes de realizarlas. Su pregunta preferida es, ¿por qué? Este niño aprende con la observación.

Pragmático

A los niños pragmáticos les gusta experimentar, probar ideas. Si se le dice a ese niño que la sal nunca se quema, irá enseguida a la cocina a comprobarlo. Se aburren escuchando lo mismo durante mucho tiempo. Se la pasará preguntado, ¿qué pasaría si…? Si queremos que este niño aprenda es necesario que ponga en práctica lo visto en clase.

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Teórico

A estos niños les gusta analizar cada cosa. No se conformará con un “porque lo digo yo”. Para ellos es muy importante que las cosas tengan lógica. Siempre estarán haciendo preguntas difíciles de responder. Este niño aprende indagando. Su pregunta favorita es, ¿qué? De modo que tenga mucha paciencia, e intente contestar sus preguntas o enfocarlo al lugar donde pueda encontrar la respuesta.

Existe otra clasificación igual de importante de la cual hablaremos muy pronto. Por ahora la tarea será encontrar la manera en que nuestro hijo aprende, a fin de poder ayudarlo en sus labores escolares. Por supuesto que es posible que existan combinaciones. Un niño kinestésico y activo puede tener algo de visual o de pragmático, etcétera. Lo importante es conocer el estilo de cada persona para aprender de una mejor manera. Qué te parece, por lo pronto, intentar un test para conocer el tuyo, a través del cuestionario Honey-Alonso de Estilos de Aprendizaje.

Lee la segunda parte de este artículo siguiendo este enlace.

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Myrna del Carmen Flores

Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en