¿Pelearías hasta la muerte por tu esposo? Tu respuesta determinará cómo él te percibe

¿Te consideras lo suficientemente valiosa como para que tu hombre pelee hasta la muerte por ti? ¡Lo eres! Y él también. Tú, ¿lo harías? Sorpréndete con lo que descubrirás de los dos.

Marilú Ochoa Méndez

Cuando se pelea por algo, es porque se percibe que es posible perderlo. Eso es lo que nos impulsa a enfrentarnos con alguien o con una situación determinada que amenaza con apartar de nuestro lado aquello que nos es valioso. Tú, en tu marido, tienes un tesoro valioso que te ha sido confiado para la eternidad. ¿Has sabido cuidarlo?

¿Pelearías por tu esposo?, y de hacerlo, ¿pelearías hasta la muerte? Responde estas preguntas y encontrarás la respuesta, y también cómo él te percibe:

  1. ¿Reconoces que tu marido es parte imprescindible de tu familia y vida?

  2. ¿Está presente en tu lista de personas favoritas, con quienes adoras pasar el tiempo?

  3. ¿Procuras pasar tiempo de calidad con él, fuera de los momentos que ambos comparten en familia con los hijos?

  4. ¿Te esfuerzas día con día para que él sea más feliz?

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Si respondiste a alguna cuestión que no, este es el momento preciso para reconsiderar tu actuación como esposa. Uno de los errores más comunes que cometemos muchas es pensar que el sacramento que une a los esposos es inquebrantable y que él siempre estará ahí.

Conseguir una vida hermosa requiere esfuerzo

Es imprescindible que si deseas tener un matrimonio feliz, procures esforzarte cada día por hacer feliz a tu marido. Tal vez “pelear hasta la muerte” por tu esposo te parezca exagerado, pero es la mejor manera de cultivar de tal manera tu relación que siempre sea armónica, y esto está basado en la experiencia de miles de matrimonios que han realizado el reto “A prueba de fuego”. ¿Has escuchado algo al respecto? Te cuento: es un reto de 40 días, del que incluso existe una hermosa película que te recomiendo -con el título homónimo-, que incluso es posible encontrar en el canal de Youtube.

Esta cinta comienza mostrando la tormentosa relación de un hombre enviciado con la pornografía y una esposa que se siente sola y ha dado por muerto su matrimonio. El esposo se desahoga con su padre y le avisa de su inminente divorcio. Pero éste le propone un reto de 40 días que -según le asegura- evitarán que su matrimonio muera. El esposo debe vivir cada día retos que lo llevan a mostrar su amor, serenidad y ternura a su esposa, a pesar de que ella no se interese y de que tenga una actitud cerrada.

Este reto es el mismo que muchas novelas, películas y textos (y seguro experiencias personales) nos han reflejado ya: cuando dedicas tiempo, esfuerzo y ganas, los milagros suceden.

Películas como 10 cosas que odio de ti, Cómo perder a un hombre en 10 días, demuestran el mismo mensaje: la fuerza de la atención y los detalles son tan grandes que derriten incluso los más duros témpanos de hielo, y conectan corazón con corazón.

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¿Qué hacer hoy?

Si luchas por tu marido cada día, ¡felicidades! Si aún no te lo has propuesto, te invito a tomar alguno de los consejos que siguen, ten por seguro que te ayudarán a salpimentar tu relación y te unirán mucho más con tu esposo:

1. Procura detalles constantes

Haz del beso de buenos días, el abrazo al reencontrarse luego del trabajo o el gesto que tú elijas, una costumbre, un hábito, donde te asegures de contar con un acto de amor único con tu pareja diariamente.

2. Ama porque decides, no porque lo sientes

Decide dar amor y ternura a los tuyos a pesar de que ellos no te lo den a ti. ¿Has escuchado que cuando más mal estamos es cuando más amor y compasión nos son necesarios? Aplica lo mismo con tus seres queridos, ¡especialmente con tu esposo!

3. Perdona siempre

La grandeza del mensaje de Jesús es la novedad que trajo para el mundo la desnudez y magnificencia del amor y del perdón: exponernos ante el otro ¡nos libera! Procura olvidar cada noche las ofensas recibidas e iniciar cada día con tu corazón libre de resentimiento. ¡Verás qué liberador!

4. Levántate siempre

En las grandes guerras siempre existen pequeñas batallas que en ocasiones se pierden, y nos enseñan a procurar el triunfo definitivo. Si caes, si cometes errores, si te equivocas de nuevo, ¡arriba! La empresa que acometemos: la familia, merece la pena desgastarse enormemente en ella, pues sus frutos brillarán en la mirada feliz de los nuestros cada día.

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Ahora pregúntate, ¿lucharías hasta la muerte por tu esposo?

Descubre otros rasgos de tu relación en: Somos un matrimonio pero no somos pareja

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.