¿Piensas en separarte? Puedes evitarlo si evitas estas discusiones

La vida en pareja es bella pero compleja. Y es todo un desafío poder evitar ciertas discusiones.

Fernanda Gonzalez Casafús

Tras veinte años en pareja puedo decir que ya hemos pasado por un sinfín de discusiones. En muchas de ellas aún no nos ponemos de acuerdo, pero también sabemos que hay ciertas cosas y comentarios que debemos evitar si queremos evitar una inminente pelea (o una separación).

Hay frases que las parejas suelen emplear que siempre terminan en discusión, o que son parte misma de la pelea en sí. Cada pareja es un mundo, y cada uno sabe cuál es la mejor manera de encauzar sus conflictos de pareja, pero sí es cierto que hay ciertas cosas que todos debemos intentar cambiar para evitar que el conflicto pase a mayores.

La actitud que tomamos ante el conflicto será determinante para que una pareja pueda resolverlo o agravarlo aún más. Imagina que hay algo que no te gusta que tu pareja hace y cada vez que lo ves haciéndolo le pides de mala manera que cambie su actitud.

Entonces él se pondrá a la defensiva y comenzará a atacarte por los flancos. Quiero ser práctica: cuando comenzamos a convivir con mi esposo yo detestaba que él dejase la tapa del inodoro levantada. Sí, al principio se lo decía bien, luego más o menos, y luego, antes de volverme una fiera, utilicé un recurso que siempre aconsejo: dejar cartelitos. (Sí, funcionó)

Esta historia de los menesteres cotidianos es menor, pero así como resolvemos problemas pequeños, debemos resolver problemas más graves para que nuestra pareja siga en pie, por el amor lleno de magia y mariposas en el estómago que alguna vez nos prometimos.

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Las discusiones que preceden a una ruptura

De acuerdo a varios expertos en parejas algunas discusiones son comunes a muchas parejas: dinero, el cuidado del hogar y los niños, los familiares, y la forma de ser de alguno de los tórtolos.

Las frases más comunes

“Siempre lo mismo contigo”

¡Uf!, ¿A que alguna vez la usaste, verdad? Sí, siempre queremos tener la razón y es más fácil mostrar que tu pareja está errada a explicarle por qué motivo tú pedías, aconsejabas o querías aquello.

Esta frase desvaloriza al otro y muchas veces no motiva a tu pareja a querer mejorar o cambiar. Puedes estar muy cansada o cansado de ciertas actitudes, pero nunca desistas, aunque ello implique poner cartelitos.

“Yo soy el que pago las cuentas”

Si tu pareja suele decir esta frase, casi siempre ésto derivará en una pelea. Para muchas personas la cuestión material es un punto sumamente importante en la relación; sin embargo no debería ser motivo de pleitos que terminen en una ruptura. Que uno aporte más dinero que el otro no le da derecho a desmerecer a quien no aporte una suma significativa.

Si eres quien dice esta frase o si la escuchas a menudo por parte de tu pareja, trata sobre todo de mantener la calma. No hay nada más agotador que discutir cuando nos salen humos por los oídos. Cuando estén en calma conversa con tu pareja acerca de cuánto te ha dolido esa frase. Dícelo, no te quedes con la idea de que ya lo sabe. Y muéstrale todo lo que hacen juntos para llevar el hogar adelante.

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“Yo soy la que cría a los niños y limpio la casa”

Es la versión femenina de la frase anterior. Si bien hoy en día el modelo de la mamá que se queda en casa y el papá que sale a trabajar va quedando vetusto, es cierto que aún somos las mujeres quienes en su gran mayoría nos encargamos de los niños y de las tareas domésticas. Y muchas veces utilizamos ésto como arma para tener argumentos a nuestro favor.

Antes de que ésta discusión acerca de cuántos platos lava cada uno se vuelva acalorada y suba de tono, es mejor respirar, contar hasta diez y tener en claro que éste tipo de reclamos no lleva a ningún puerto. Es menester hablar con tu pareja cuando todo esté en calma y evidenciar cuánto esfuerzo suma cada uno para hacer el excelente trabajo en equipo que hacen.

“Me cansé de discutir”

Muchas veces el camino más fácil para evitar una discusión es simplemente dejar de hablar. Sí, reconozco que muchas veces cuando me siento completamente enojada no es mi mejor momento para hablar, pero si ésto sucede sistemáticamente y no se encuentra un momento para conversar, el problema tiende a dilatarse.

Es habitual terminar una discusión diciendo “me cansé de discutir” o “contigo no se puede hablar”, y dar por finalizado el sermón. Sin embargo, aunque estemos cansado de versar siempre sobre lo mismo, no queda otro camino: es cuestión de sentarse enfrentados y hablar de cara al problema.

“Parecemos hermanos”

Tras muchos años de convivencia es habitual que los reclamos se centren en las cuestiones íntimas y en cuánto extrañan aquellos momentos de pasión amorosa. Sí, a veces están tan acostumbrados uno al otro y se conocen tanto que sienten que parecen hermanos.

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Si uno de ustedes suele reclamar al otro acerca de la intimidad en la pareja, ésto puede conducir a un tironeo de orgullos y egos que puede terminar muy mal. Porque, claro, pensamos que la culpa siempre la tiene el otro.

Reaviven la pareja. Y en vez de reclamar a tu pareja toma las riendas de la pasión. Busca el momento de sorprenderlo con una cena romántica, o una salida a solos. Al menos estarás intentándolo, y eso ya es mucho.

Me reconozco una enamorada del amor, y debo admitir que soy bastante positiva al respecto. Considero que aquellas parejas que se aman muy profundamente pueden ver vulnerada su relación cuando comienza a fallar la comunicación. Por lo que es necesario trabajar en ésto fundamentalmente para que la relación crezca y se mantenga a flote.

Comparte este artículo con tu pareja para analizar juntos aquellas acciones que los hará revivir el amor más intensamente cada día, y evitar aquellas discusiones que tanto entorpecen la bella relación que tienen.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.