Por estas razones necesitas un kit de emergencia en casa
Estar preparados nos da una sensación de seguridad y dominio de la situación. Es un gran regalo para nuestra familia enseñarles a prevenirse.
Marilú Ochoa Méndez
Salir con niños es toda una aventura, y tú que lo sabes, no cruzas la puerta sin estar bien preparada. Suéteres, algún alimento sano, un juguete pequeño, pañales y toallas húmedas son los básicos para ti.
Esto te ayuda a estar preparada para cuidar a los tuyos en cualquier lugar, y la experiencia te enseña que una mujer prevenida, está serena y es feliz.
Estás acostumbrada a anticiparte a las necesidades de tu familia siempre que salen, así que no debe sorprenderte mucho la idea de tener listo y a la mano un kit de emergencia para los tuyos.
La prevención nos da seguridad
Hemos aprendido en los últimos meses que la vida puede cambiar en un instante, y esto a muchos nos ha ocasionado ansiedad.
Pero tú y yo no queremos esta emoción debilitante, así que te propongo que seamos más bien prevenidas. Esta proactividad nos dará mucha serenidad y fortaleza, así que ¡adelante!
¿Qué debo incluir en mi kit de emergencia?
A continuación te copiamos los tips que Soraya Sutherlin, experta en el manejo de emergencias, nos comparte en un blog.
Ella, quien además es esposa de un bombero, tiene bastante experiencia al respecto, y nos sugiere dividir nuestro kit en los siguientes grupos:
1 Artículos de supervivencia práctica
Linternas, pilas, cerillos, cinta aislante, impermeables, guantes, alcohol en gel, paraguas, navaja. Incluye, si es posible, una bolsa para dormir para cada miembro, bolsas de plástico o lonas que les ayuden a armar un refugio, cuerdas, un teléfono celular descartable y/o una pila recargable para cargar los equipos eléctricos.
Puede ayudar incluir también una lámpara de emergencia, de preferencia solar.
2 Kit de alimentación familiar para -al menos- tres días
Es importante considerar alimentos no perecederos que nutran y alimenten de manera completa durante al menos tres días (aunque puedes extender el plazo de tres días hasta una semana). Considera las necesidades especiales y/o alergias de cada miembro de tu hogar. Si tienes mascota, inclúyela también.
Lleva suficiente agua, para tomar y para aseo personal, toallas húmedas, pañales, jabón líquido, líquido desinfectante, gotas para purificar agua.
3 Material médico básico
Medicamentos para cada miembro de la familia, material de primeros auxilios (puedes adquirir kits básicos en casi cualquier farmacia o supermercado). No olvides incluir vitaminas y tal vez algún suplemento, ¡adelántate a cualquier problema que pueda surgir!.
Es conveniente también incluir mascarillas protectoras de polvo, cubrebocas y
4 Documentos familiares y dinero
Una fotografía familiar (puede servir emocionalmente (y también para mostrar los rostros de los tuyos ante algún desastre natural). Una copia de los documentos más importantes para cada miembro de la familia, copias de las pólizas de seguro o de los números de seguridad social de tu país, un cuadro con información de alergias de los miembros de tu familia, con sus tipos de sangre y condiciones preexistentes.
Ayudará también guardar dinero en efectivo, en una bolsa discreta y disponible.
5 Los básicos de tu familia
Soraya nos sugiere realizar una reunión familiar en la que comentemos este tema con cada hijo y con nuestro esposo, pues nuestros básicos tal vez no son los suyos. Podemos sugerirles preparar en una bolsa aquello que desearían tener siempre consigo.
¿D´ónde debemos guardar este kit?
En un lugar que se encuentre a la mano, y que no pueda inundarse. Aquí es valioso ponernos creativas, tal vez en el gabinete de tu cocina donde tienes los moldes del pastel que nunca harás.
Para elegir el lugar considera que sea: de fácil acceso, que se proteja tu información y que sea seguro.
Colócate una alerta para revisarlo al menos una vez al año
Esto nos ayudará a evitar que los alimentos o las medicinas caduquen, y para ir actualizando los documentos valiosos, o los insumos para los tuyos.
Pero, ¿y si asusto a mi familia?
La prevención es un arma poderosa. Siempre será mejor estar preparados para cualquier eventualidad, que quedar inermes y a la expectativa ante alguna sorpresa.
La especialista, Soraya Sutherlin, nos sugiere que periódicamente, pongamos en común los riesgos posibles, y escuchemos las inquietudes y deseos de cada miembro de nuestra familia, de manera que los involucremos en la planeación de escenarios.
Tu serenidad, tu diálogo abierto y tu sentido práctico, serán de gran ayuda para evitar la ansiedad para nuestros pequeños.
El miedo nos ayuda a prepararnos
Mi hija de siete años comenzó desde unas semanas atrás a tener pesadillas. En el último mal sueño, moríamos todos en un tsunami, y ella estaba tan triste que decidía aventarse al mar para morirse también.
Han pasado más de cinco días, pero aún llora cuando recuerda ese episodio nocturno.
A veces, ilusamente, grandes o pequeños pensamos que tenemos la vida controlada, y sueños así nos mueven el piso y nos impiden dormir.
No sabemos qué pasará mañana
Nadie tiene la vida comprada, dicen, y es verdad. Nadie sabe qué sucederá, pero estas sacudidas (como los cambios mundiales por el virus del COVID), nos muestran que es preciso estar preparados y serenos para tomar acción de manera práctica y útil.
Además de estas acciones, tranquiliza mucho sabernos en la mano providente de Dios, y orar para pedir tranquilidad, seguridad y fortaleza para atravesar los problemas que puedan venir.
Una oración familiar que recuerde algunos pasajes de la Biblia o la historia de nuestra comunidad en la que Dios muestra su amor y cuidado, puede sernos beneficiosa.
Lee también: Pasajes bíblicos para orar en familia
No perder de vista la vida que hay que salvar
Es importante y valioso proteger y salvar la vida terrena, pero siempre será más importante la vida espiritual.
Vivimos en un “valle de lágrimas”, donde estamos expuestos a eventualidades, pero nuestra vida de verdad, la eterna, será en el cielo, una vez que transitemos la muerte.
No perdamos de vista este detalle, y compartámoslo con los nuestros. Preocuparnos no nos sirve de nada, ocuparnos sí. Estamos haciéndolo al preparar este kit, pero especialmente, al dejar la huella en el corazón de nuestros pequeños de que no importa lo que pase, Dios nos espera con un abrazo de amor para invitarnos a Su morada, si es nuestra hora.
Marilú Ochoa Méndez
Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.
