Por qué el ‘efecto fantasma’ de los hombres DESTRUYE a todas las mujeres

¡Un daño que puede ser irreparable y a la vez, totalmente evitado!

Mariel Reimann

La primera vez que escuché este término fue en una conversación con una amiga. El efecto fantasma es el más usado por los hombres, y aunque siempre ha sido un método para terminar una relación, hoy en día es más común y el tamaño del daño que causa puede tardar años en sanar.

“Salimos unas cuantas veces y parecía que los dos estábamos disfrutando del tiempo que compartíamos juntos, hasta que un día dejó de contestarme los mensajes de textos, el teléfono y se convirtió en un fantasma” pero, ¿por qué lo hacen?

Y la primera respuesta que se nos viene a la cabeza es: Cobardía. No enfrentar una situación y desaparecer sin dar la cara son las características típicas de una persona cobarde, pero el peor daño no radica en la cobardía del hombre que no da la cara, sino en los efectos que esta acción causa en la otra persona.

Terminar una relación, ya sea de dos días o de años, es una de las cosas más difíciles por las que pasamos. A nadie le gusta sentirse rechazado y a ninguna persona de buen corazón le gusta tener que lastimar a alguien, y especialmente si ese alguien, te ama. Lamentablemente no todas las personas que conocemos pueden permanecer en nuestras vidas para siempre y terminar con alguien se convierte en un mal necesario.

Pero, ¿por qué causar más daño del necesario?

La pregunta del millón, y desafortunadamente, no existe una única respuesta para este interrogante. Quizás, si los hombres entendieran, el efecto de su desaparición en su totalidad, nunca más lo harían.

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Desgraciadamente para las mujeres, según la ciencia, la naturaleza nos creó de la forma en la que somos, y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Basadas en el instinto natural, las mujeres buscan al hombre con quien desean estar para formar una familia, desarrollando un sentimiento de apego casi instantáneamente. Este sentimiento nace inconscientemente e incluso cuando tratemos de modificarlo y controlarlo, es casi imposible.

Por otro lado, las mujeres tenemos la tendencia de sentirnos culpables por casi todo, y esto no sólo es en el área romántica. Cuando un hombre deja a una mujer, la mujer analiza toda la situación, y aunque en el fondo sabe qué es exactamente lo que no funcionó, tiende a adjudicarse la culpa de todas maneras.

¿Qué pasa con el efecto fantasma?

Cuando los hombres se van sin decir nada, simplemente desaparecen, la mujer queda en un estado de destrucción y no puede encontrar el cierre. No sabe qué pasó, qué “hizo mal”, qué debe cambiar, y la lista de interrogantes sigue y sigue.

Romper una relación sentimental con alguien requiere psicológicamente de un proceso idéntico al de un duelo. Cuando mi abuela falleció, yo no pude estar con ella, no tuve la oportunidad de despedirme, de decirle cuanto la quería, de abrazarla una vez más, no estuve en su funeral, ella simplemente se desvaneció de mi vida. Y desde ese día, no pasa un día completo en el que yo no piense en ella y desee con toda mi alma por la oportunidad de decirle lo que no pude.

Aunque es verdad que terminar con una relación no es cien por ciento equivalente a perder a un ser querido, a nivel emocional es muy similar, con la diferencia de que las cicatrices que dejan los rompimientos amorosos pueden ser totalmente evitables.

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“No hay mal que dure cien años”

La falta de cierre, produce en las mujeres falta de autoestima, dificultad para confiar otra vez, barreras a la hora de amar, miedos, persecución, depresión, inseguridad, miedo a equivocarse otra vez, falsas esperanzas y expectativas. Todos estos efectos hacen que algunas mujeres no logren volver a ser felices plenamente. El miedo a confiar otra vez y a ser abandonadas sin ninguna explicación, muchas veces, les impide amar a alguien en su plenitud.

Como decía mi abuela: “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”, todas somos capaces de sobrevivir este y todos los dolores que la vida nos ponga en frente, el problema es que las cicatrices que los hombres dejan al no invertir 10 minutos de sus vidas en decir por qué se van, pueden ser totalmente prevenibles.

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No es fácil romperle el corazón a alguien que te ama, y es hasta cierto punto comprensible por qué desaparecen sin decir nada, pero si eres hombre o mujer y decidiste no estar más con alguien, por respeto a ti mismo y al amor de la otra persona, has la mejor inversión de tu vida y explica por qué has decidido irte.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.