¿Por qué existe el bullying (acoso escolar)?

Nos quejamos mucho de lo que está mal, pero pocos estamos comprometidos con hacer las cosas bien y para bien.

Yordanka Pérez Giraldo

Hace tiempo vi un bellísimo vídeo en el que un niño pedía a Santa Claus que en la escuela dejen de molestar a su hermanita melliza, Amber, quien padece obesidad. La carta verdaderamente emotiva, habla del gran amor entre hermanos y nos invita a que nosotros tomemos también cartas en el asunto.

Para empezar, me pregunto: si por primera vez en la historia se están llevando a cabo tantas campañas para erradicar el bullying, o acoso escolar, ¿cómo es posible que suceda todo lo contrario? Se me ocurren las siguientes causas. Te invito a que, al leerlas, te autoanalices y veas si hay que debas cambiar en la manera en que estás educando a tus hijos:

1. El peso de los estereotipos que nos sugieren los medios

Considero que, primero que nada, el aumento del acoso escolar puede deberse, en gran medida, a los estereotipos de fealdad y belleza que muestran y reafirman los medios de comunicación. Éstos han dado pie a que nos sintamos obligados a encajar en ellos y a rechazar todo lo que no entra en ese molde. La falta de supervisión de nosotros, los adultos, en el quehacer diario de nuestros niños y jóvenes, es clave en la proliferación de estas actitudes, pues no las corregimos de manera oportuna.

2. El ejemplo de nosotros, los adultos

Sumado a lo anterior, encontramos que comúnmente los adultos incurrimos también en diversas formas de acoso a otras personas en los espacios por los que circulamos: la familia, el trabajo, el barrio. La poca autoridad de los padres frente a sus hijos y el mal ejemplo que ofrecen, es el caldo de cultivo perfecto para conductas de este tipo. Como dice el refrán: “La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”.

3. Competitividad y agresividad, valores aceptados socialmente

La violencia como una conducta aceptada y justificada por la sociedad debe ser, sin duda, uno de los principales factores para el incremento del acoso escolar. Más aún si consideramos que en muchos casos se presenta una nula comunicación entre padres e hijos, maestros y alumnos, autoridades y sociedad. Debemos reconocer que socialmente nos vemos impulsados a educar a los niños en la lógica de la competencia permanente frente a sus pares: los valores que nuestra sociedad tomó a cambio de los principios morales como la solidaridad, la empatía, la honestidad y el respeto.

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4. Niños que crecen solos, frente a las pantallas

En medio de ese clima de violencia, encontramos que muchos niños y jóvenes viven además sentimientos de soledad, abandono, frustración, ira, que hacen que busquen someter a sus iguales en un intento de tener un poco de control y poder en sus vidas. Es frecuente que, además, estos niños que crecen solos, busquen compañía, pertenencia y formas de socializar a través del acceso sin restricciones a internet y las redes sociales. Siguiendo el refranero popular, “sin cuerpo no hay delito”, y qué mejor lugar para desahogar todas esa agresividad y emociones negativas que en el anonimato que ofrece el mundo cibernético.

Queda claro, entonces, que no importa cuántas campañas se pongan en marcha, pues somos nosotros, en la vida real y no en la pantalla de un televisor, quienes debemos poner atención a nuestros hijos, sus amistades, pasatiempos, comportamientos. Sin duda, la mejor receta en contra del acoso escolar es educar a nuestros niños con valores, responsabilidades, atentos a sus necesidades, así como enseñarles a respetar las diferencias y que las personas valen por su calidad humana y no por ajustarse a ciertos estereotipos.

Nos quejamos mucho de lo que está mal en el mundo, pero pocos estamos comprometidos con hacer las cosas bien y para bien. El bullying, a diferencia de tantísimas otras cosas, es una realidad que podemos combatir desde la comodidad de nuestras casas. Como padres, tenemos la responsabilidad no solo de cuidar que nuestros hijos no sean víctimas del bullying,sino que ellos no se vuelvan victimarios: edúcalos con amor y responsabilidad a tus hijos, y regala al mundo un futuro sin violencia.

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Yordanka Pérez Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.