¿Por qué nos volvemos adictos a los refrescos?

Los por qué y sus peligros para nuestra salud.

Yordy Giraldo

No soy una persona que guste mucho de los refrescos, sin embargo debo confesar que ha habido ocasiones en que por alguna u otra razón he tenido rachas de tomarlos seguido y cuando esto pasa siempre me resulta complicado regresar al agua natural, y ni siquiera estoy hablando de hacerlo durante mucho tiempo, basta un par de ocasiones para que la tentación sea más fuerte que mi propia convicción ante estas bebidas.

No creo ser la única que se enfrenta a esta realidad, de hecho tengo una prima que recién llegó de Cuba, y allá es un lujo invertir el dinero en comprar refrescos, sin embargo desde que ella llegó los refrescos y los jugos son sus favoritos. Y no estamos solas, en el 2009 a nivel mundial casi 131 billones de litros de Coca Cola fueron consumidos, si sumaremos otras bebidas el número se volvería simplemente impronunciable.

Sin embargo y aunque sabemos todos que no son la mejor opción ni para hidratarnos, alimentarnos, mucho menos se puede decir de ellos que sean saludables, por su alto contenido de azúcares y por los químicos que contienen, continuamos consumiéndolos sordos y ciegos a esta realidad, por lo que surge entonces la más lógica de las interrogantes, ¿Por qué nos volvemos adictos a los refrescos?

6 razones de por qué los refrescos son tan adictivos

Nos sentimos llenos

Desde pequeños nuestros papás nos hacen comer en exceso y crecemos con la idea de que llenarse es bueno. Los refrescos además de su sabor agradable, tienen la particularidad de darnos esa sensación de satisfacción que tanto buscamos en todas las cosas, y principalmente en las comidas.

El azúcar

No es secreto que el azúcar es adictiva, cuando comemos o tomamos algo dulce nuestro cuerpo se siente eufórico, de ahí que las bebidas azucaradas sean por lo general las preferidas, aunque muchas veces ni siquiera quitan la sed. Y es que el arma secreta del azúcar es que hace a nuestro cuerpo segregar serotonina, ni más ni menos que la llamada hormona de la felicidad.

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Las burbujas

Un estudio de Monell Chemical Senses Center en Philadelphia, llegó a la conclusión de que las burbujas presentes en este tipo de bebidas te ofrecen una sensación refrescante que es lo que hace que las prefieras más que el agua. Incluso muchos comerciales utilizan el sonido del gas al abrirse la botella como un recordatorio de la burbujeante bebida que nos espera.

Su sabor

No solo se trata de la adicción que causan los ingredientes que tiene, sino que a diferencia del agua natural su sabor nos resulta sencillamente agradable, de allí que si estamos en posición de escoger escojamos lo que nos resulta placentero, porque de hecho así está pensado el producto.

Están a la mano

No sé ustedes, pero muchas veces he ido al refrigerador de alguna tienda en busca de agua y todo lo que hay son refrescos, lo que hace que entre la publicidad en la que invierten millones las compañías y la conveniencia de que están en todas partes nos haga decidir siempre a favor de los refrescos.

Nos manipularon el cerebro

Me refiero particularmente a esa percepción que tenemos que algunas comidas deben ser acompañadas siempre por algún refresco, por ejemplo una pizza, una hamburguesa, hotdogs y muchísimos otros platillos que no podemos siquiera imaginarnos a qué saben sin esa bebida de nuestra preferencia.

Saber es poder dicen algunos, y es importante que sepas que no se trata de satanizar a los refrescos, pero que todos los excesos son malos, y si tu consumes más de 50 gr de azúcar diariamente entonces tienes un problema, puedes identificarlo si bebes más de dos latas diariamente y a esto le sumas otros productos azucarados a tu dieta. Ahora la tarea es tuya, vences a tus vicios o te dejas vencer por ellos.

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.