Por tu bien, aléjate de cualquiera de estos 5 tipos de persona, descubre acá la razón

¿Colmado de sentimientos de culpa? descubre la razón por la cual te sientes de esa manera y ponte en acción.

Erika Otero Romero

Estoy segura que en algún momento de tu vida has tenido que cargar con el horrendo peso de los sentimientos de culpa,pero ¿Qué pensarías si te dijera que muchos de esos sentimientos son generados por algunas de las personas que te rodean?, pues así es, y todo por efecto de la manipulación que ciernen sobre ti.

Lo que ocurre es que esas personas proyectan sobre quienes tienen cerca, fuertes y profundos sentimientos de culpa con los cuales logran dominar y manipular, ya que generan en ellos emociones negativas donde le hacen creer a sus víctimas que son inútiles. Creo que es necesario señalar que esto es tan sutil como destructivo.

Este tipo de comportamientos se pueden notar en las diferentes relaciones que establecen las personas: pareja, familia e incluso trabajo.

Es vital decir que caer en las redes de manipuladores tan sagaces es muy perjudicial, por lo tanto se hace muy relevante que aprendas a distinguir los tipos de “personalidades” que pueden ejercer sobre ti esa presión y emociones dañinas para que puedas alejarte o defenderte de manera efectiva de ese tipo de personas. A razón de ello vas a encontrarlas a continuación.

1. Los “caritativos y afectuosos”

No es que este diciendo que todas y cada uno de las personas que son caritativas y afectuosas busquen manipularte, para nada, es más para que te quede claro te daré un ejemplo:

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“Si te lo digo es porque te aprecio y no deseo que nada malo te ocurra, pero si sigues haciendo eso vas a sufrir mucho y me harás sufrir a mi”

O

“Si aceptas esa beca y te alejas de casa la vas a pasar mal y de paso nos vas hacer pasar malos momentos a nosotros, no lo aceptes, cariño”

Estas frases son es un claro ejemplo de abuso y manipulación emocional, ¿por qué?, bien, porque buscan que tu actúes justo como esa persona desea que lo hagas, aparentan ser una manifestación afectuosa y preocupada, pero oculto trae un mensaje de culpa que comienzas a cargar y luego se hace insoportable, con el tiempo se te hará muy complicado liberarte de ese sentimiento de que eres culpable de lo que sea que pueda pasar.

2. Los que te cargan de responsabilidades

Para hacer más claro el contexto te daré 2 ejemplos:

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a) Si el automóvil se queda sin gasolina a mitad del camino, es tu culpa porque nunca estás pendiente de esos detalles y por eso es tu culpa que haya llegado tarde a su trabajo.

b) Si se le quema el bistec es porque tú le has distraído con el ruido cuando se te cayó el vaso, para rematar ¡que torpe eres!

Lo peor de todo es que tú sabes que si acaso eres medianamente culpable de lo que pasa, a pesar de eso, te carga todo a ti. Debes tener especial cuidado y alejarte o poner un alto antes de que pase a mayores y ya no puedas zafarte de esos lazos enfermos y denigrantes.

3. Los que validan su amor propio haciéndote menos

De nuevo nada mejor para ilustrarlo que un ejemplo:

“¡Deja acá yo lo hago porque todo lo estropeas con solo tocarlo!”

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¿Dime qué necesidad existe en tratar a un ser humano como si fuera inservible? Ninguna ¿no es cierto? Sin embargo, este tipo de dinámicas se dan en muchos matrimonios o relaciones padres e hijos desde que el mundo es mundo.

Lo que busca una persona con ese tipo de actitud, es validar sus capacidades y habilidades haciéndote menos que ella, pues siente que al humillarte, ella será más “valiosa” que tú.

Lo que oculta esa actitud es sus sentimientos de inferioridad y complejos, por ello necesita humillarte, ponerte de una forma u otra a “su nivel” para así poder pisotearte, y lo peor es que si ese tipo de situación se prologan, no sabrás como liberarte de ella.

4. Quienes jamás asumen las responsabilidades de sus actos

Esto no solo es un indudable rasgo de inmadurez e irresponsabilidad, sino que además este tipo de personas siempre pretenderá que sean los otros quienes carguen con el peso de sus faltas. Ejemplo:

“la culpa es tuya por haberme hecho caso, ¿Acaso es que no piensas por ti mismo?”

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El freno a eso debe darse de manera inmediata, que esa persona sepa que no puede culparte de sus equivocaciones ya que de otra manera se quedará sola pues pocos la tolerarán.

5. Quienes te culpan de las faltas ajenas para que “aprendas la lección”

Esta dinámica en ocasiones se presenta tanto en los hogares como en las empresas.

Las personas que buscan que alguien inocente asuma la responsabilidad de un error ajeno siempre dirán que es por tu bien, para que aprendas y madures.

Es lo mismo que ocurre cuando un padre o madre castiga a todos sus hijos por el error de uno solo de ellos, lo hace “disque para que maduren y se hagan responsables”

No es lógico ni correcto, lo más ético y “normal” es que cada cual cargue con la responsabilidad de sus errores, no con las culpas de otros. Cuando situaciones como las antes descritas se presentan lo que provocan es la discordia entre sus empleados o sus hijos (sea donde sea que se presente la situación) y además destruye a la persona de manera lenta pero segura.

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Espero que con esos ejemplos tengas las herramientas que requieres para saber si tu encuentras en alguna de esas situaciones y le pongas un alto de una vez por todas, por tu bienestar y tu seguridad, lo mereces.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.