¿Qué clase de hijos quiero formar? Tarea nada fácil que se aligera con estas lecciones

¿Qué clase de hijos quiere formar? Es una pregunta y una tarea nada fácil, pero que se aligera con estas lecciones.

Erika Gaytán

“Los hijos copian lo que ven, y repiten lo que oyen”: es una peligrosa frase, pero cierta. ¿Cuántas veces, yendo por la calle, le ha tocado ver a algunos padres de familia golpeando a sus hijos, o dirigiéndose a ellos de manera poco agradable?

Al poco tiempo, es seguro que esos chiquillos reprendidos empiezan a expresarse de la misma forma. Lo mismo sucede con ciertos hábitos nada favorables para la salud. Es un hecho que los pequeños imitan a sus padres en lo que dicen y hacen, por lo que suelen pagar las consecuencias de una educación errónea.

Algunos pedagogos coinciden en que la formación, los hábitos alimenticios, físicos, de aprendizaje, de comportamiento y el aspecto emocional se desarrollan desde los primeros meses y hasta los ocho años de edad; por lo que resulta de suma importancia saber la dirección que le vamos a dar a su educación.

Psicólogos especializados en el desarrollo infantil han identificado diversos tipos de crianza:

1. Autoritario

“¡Hazlo porque yo lo digo!”. Frase preferida por estos padres, quienes dan órdenes y esperan que sean obedecidas, de lo contrario aplican un castigo. Se caracterizan también por establecer reglas extremadamente rígidas. Los hijos criados bajo este régimen suelen ser menos alegres, incompatibles con los demás y más propensos al estrés. Por otra parte, una instrucción rígida puede provocar diversos sentimientos como: dolor, rencor o incluso admiración.

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2. Democrático

Existe comunicación entre padre e hijo, por lo que los castigos no suelen ser frecuentes. Hay más conciencia en los sentimientos del pequeño. Este tipo de crianza lo vuelve más seguro, menos vulnerable al estrés y más feliz. Es el estilo más recomendado por los psicólogos.

3. Permisivo

Los padres permisivos son tolerantes al extremo con sus hijos. Suelen evitar la confrontación y son propensos a ceder ante las demandas de sus hijos. Puede haber poco o ningún castigo. Los niños criados bajo este estilo suelen ser felices; sin embargo, muestran escasos niveles de autocontrol.

¿Se identificó con alguno? Como pudo advertir, el primero y el último se van a los extremos y, de alguna forma, son los más practicados en la sociedad como consecuencia de su propia formación. El psiquiatra Alexander Lyford Pike comparte algunas sugerencias sobre la educación de los hijos:

  • Ternura y firmeza. Se debe ser firme en lo que uno dice y hace, pero sin dejar de lado el cariño.

  • Reforzar aciertos. Es necesario reforzar o premiar los aciertos de los niños con una felicitación, un halago, una palmada o un beso porque, como dice un principio de la psicología, “Toda acción o acto que se refuerza tiende a repetirse”.

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  • Evitar dobles mensajes. Si uno de los padres pone un castigo, este debe ser respetado por el otro.

  • Castigos en proporción. Los castigos deben ser de acuerdo con la gravedad de la falta y cumplirse en tiempo y forma.

  • Lazos de confianza. El rencor puede orillarlos a querer desquitarse con sus propios hijos como una forma de venganza. Y la admiración invita a imitar esa rigidez con la que fueron formados.

La educación de los hijos no es una tarea fácil y las consecuencias de equivocarse pueden ser fatales. Medite bien sobre qué clase de hijos quiere en la vida, y si debe hacer algún cambio ¡actúe de inmediato!

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.