¿Qué fue lo que mató nuestro amor?

Puedes creer que el amor nunca muere, pero hay factores que provocan herirlo hasta desaparecer.

Adriana Acosta Bujan

Cupido los observaba desde su recinto celestial, él analizaba cada acción y registraba cada petición que Julieta y Román le hacían llegar a través de sus oraciones. Con ferviente deseo, anhelo y esperanza de poder encontrar el verdadero amor realizaron una promesa a Cupido (cada uno por separado). Él los escuchó y decidió lanzar su flecha del amor; así fue como esta maravillosa pareja de solitarios se enamoraron.

Como si fuera un cuento de Disney, donde el amor a primera vista fuera real, Julieta y Román decidieron contraer matrimonio. Estaban convencidos que el destino los había unido. Los dos estaban completamente enamorados, tenían las mismas metas, sueños y anhelos; juntos eran invencibles y a los ojos de muchos ellos formaban la pareja perfecta.

Pasaron los primeros años llenos de alegría y felicidad; aún sintiendo mariposas en el estómago en cada encuentro. Incluso, estaban cien por ciento seguros que su amor era inquebrantable, tan fuerte y sólido que era imposible de morir. Pero un día todo cambió; el amor que sentían el uno por el otro fue menguando. Por más explicaciones que buscaban a tal suceso, se detuvieron para reflexionar ¿Qué fue lo que mató su amor?

Una venda en los ojos

Él luchaba día y noche por complacer a su amada esposa; dejó a un lado su amor propio, todo por asegurarse de cubrir con todas las necesidades y exigencias que ella le pedía. Román sentía que toda su lucha y esfuerzo no eran valorados ya que nunca recibió la recompensa que deseaba su corazón. Por otro lado, Julieta pensaba que tenía que cambiar la manera de ser de su esposo, ya que nunca la escuchaba, por lo que tenía que comportarse de manera dócil para evitar conflictos.

“Él no sabe cómo es amar a una mujer, ¿será que eso es el amor?”, pensaba Julieta en lo más profundo de su corazón. “El sacrificio que hago ella nunca lo valoró, ¿qué fue lo que nos pasó?”, se cuestionaba Román.

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Esta es una pequeña reflexión de cómo el amor de una pareja puede llegar a menguar e incluso morir cuando las personas se niegan a aceptar la realidad al ponerse una venda en los ojos creyendo que todo va bien. Por fortuna, el amor puede salvarse y fortalecerse cuando se toma conciencia de que “no existe una relación de pareja”, sino “dos relaciones al mismo tiempo”; ya que cada uno tiene sus propias necesidades o vacíos emocionales que cubrir, antes de esperar que la pareja sea el responsable de llenarlos.

Entonces, ¿qué mató el amor?

1 Las suposiciones

Desafortunadamente, no existen parejas perfectas, siempre habrá diferencias que entre cónyuges deberán de arreglar y discutir para llegar a acuerdos. Las suposiciones y los malos entendidos pueden matar el amor, la confianza y poner en riesgo el compromiso que existe en una relación.

Será conveniente enfrentar a tu pareja y despejar todas las dudas que existan en tu corazón antes de imaginar cosas que no son reales y que solo dañarán tu relación y la confianza. Pide argumentos a tu pareja de las acciones que te crean dudas y vacíos, así podrás tener la paz y tranquilidad que necesitas.

2 El sacrificio

El escritor Jorge Bucay en su libro “La valoración del amor nunca es el sacrificio”, comenta que el amor no es un sacrificio. Él dice que tenemos que sacar lo mejor de nosotros mismos, que el amor es un sentimiento que se va complementando cuando ayudamos a la pareja a cumplir con su misión en la vida; siendo solo una guía que lo impulse y motive para conquistar sus sueños.

El amor es dar sin esperar recibir nada a cambio, se trata de ser genuinos y de lograr empatizar con la pareja sin olvidarnos de nosotros mismos. El verdadero acto de amor no es el sacrificio sino hacer las cosas por simple convicción de que lo que se hace va a beneficiar la relación.

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3 La monotonía

Dejar a un lado la pasión desbordada, los detalles que motivan al corazón o las demostraciones de amor, solo por estar pensando en las obligaciones y responsabilidades que se asumen en una relación, es parte de la monotonía.  Vivir sin tomar riesgos, estar en la zona de confort para tener un cierto equilibrio y el aburrimiento, pueden ser razones suficientes por las que muere el amor.

Cuando en una relación no hay chispa, desafíos, metas e intereses compartidos, esa relación se convierte en decepción y frustración; lo que provoca que algunas parejas se acostumbren a estar juntas sin realmente disfrutar su amor.

4 La falta de perdón

No aceptar los errores que se cometen por las malas decisiones y no aprender de las experiencias del pasado, hace que las parejas guarden rencor y odio en sus corazones. Eso puede menguar el amor, la confianza y el éxito que tanto se desea. Cuando se aprende a perdonar con el corazón, las cosas fluyen; por lo tanto, el amor se fortalece.

5 Las palabras

El respeto es la base de toda buena relación. Cuando este falla y se dicen cosas que realmente no se quieren decir, es cuando se va apagando el amor. Las palabras tienen un gran poder en la mente de cualquiera que las escucha; estas pueden sanar o destruir por completo a alguien. Es por ello que se debe tener cautela con las palabras que salen de nuestra boca, para no herir a la persona amada y sobre todo para no afectar su autoestima.

6 Las infidelidades

Engañar y mentirle al ser amado no tiene ningún tipo de justificación. La infidelidad es un acto deshonroso, vil y poco valiente; es por ello que ese acto matará el amor en segundos y destruirá la confianza y los sueños del ser amado. Sin embargo, cada quién tomará la decisión de perdonar y de cambiar para luchar por su amor. Nadie puede decirte lo que tienes que hacer en esas circunstancias.

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El amor de pareja puede ser como un cuento de Disney, ese que es eterno; siempre y cuando los dos estén en la misma sintonía, con los mismos sueños, metas e intereses, procurando no descuidar el amor propio para poder ofrecer y brindar todo el amor a la pareja. Recuerda, el matrimonio es un trabajo en equipo donde los dos tienen que cuidar del amor y mantenerlo vivo.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.