Qué hacer cuando la pareja no se pone de acuerdo en la crianza de los hijos

Marilú Ochoa Méndez

Gabriela siempre ha sido soñadora e idealista. Su temperamento la hace ser en extremo cariñosa y sensible.  Luis, es más bien seco, pero activo y simpático.  Cuando se conocieron hicieron un “click” muy rápido, y se enamoraron fácilmente.  Ella tenía cualidades que Luis valoraba y quería adquirir, y Gabriela se admiró de la audacia y empuje de su novio.  Al tiempo, se casaron.

Sus diferencias los habían unido, pero también les pondrían piedras en el camino.

Al nacer sus hijos, sus atenciones tenían que ver con necesidades naturales en los que no tenían que ponerse de acuerdo: cambiar el pañal, sacar el aire de la barriga, alimentarlos y mantenerlos calentitos.  Y ambos se dieron a la tarea de resolverlas conforme mejor se acomodaron.

Gabriela llevaba “la voz cantante”.  Ella, por su sensiblidad de madre, podía decirle a Luis cuándo el llanto era de sueño, cuándo de hambre y cuándo de dolor.  Luis, seguía al pie de la letra sus indicaciones, y pudieron salir adelante de esta primera, etapa desvelados y ojerosos, pero triunfantes.

Pero cuando los pequeños, a los dos o tres años, eran mas independientes, y estaban por dejar el pañal, Gabriela experimentó un poco de celos.  Luis no le preguntaba más, y tomaba iniciativas que irritaban y sorprendían a su esposa.  Ella llevaba años “tomando la batuta” en los criterios para cuidar a sus pequeños, y se sentía desplazada.

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Gabriela planeaba que sus hijos no se expondrían a las pantallas sino hasta la edad escolar, quería estimular a sus hijos con cuentos, manualidades y música antes de distraerlos con estos recursos.  Luis, por el contrario, les compró playeras de Starwars, y comenzó a convertirlos en super fans de la saga: veía las películas con sus hijos en cada oportunidad.

Es difícil ceder el control

Crear una nueva familia es un gran reto, pues los esposos deben estar listos para tomar lo positivo de su experiencia familiar, cortar con lo negativo, y abrirse a nuevas maneras de convivir y compartir.  Esto no siempre es fácil.  ¡Duraron años en sus familias de origen! Además, muchos comportamientos se encuentran tan enraizados que son casi automáticos.

No me malentiendas, Gabriela y Luis se amaban mucho, pero entraron en conflicto Ambos deseaban lo mismo para sus hijos: que crecieran sanos, que tuvieran iniciativa, que supieran obedecer, pero su manera de aplicar, de acuerdo a su estilo de crianza, estos valores, era radicalmente opuesta.

Una tentación que vivió Gaby fue imponerse a su esposo.  Y ahí comenzaron los problemas.  Le costó muchas horas de pleito y encontronazos darse cuenta que tal vez, y solo tal vez, no era tan importante si debían ver o no Starwars, ella estaba cegada por sus expectativas e ideas fijas, y al buscar hacer realidad su sueño personal, estaba olvidándose de poner las bases para el desarrollo del sueño familiar; además, estaba despreciando la iniciativa y sueños de su esposo con respecto a sus hijos.

¿Cómo se soluciona un conflicto así?

Como te podrás imaginar, quienes perdieron en esta batalla, fueron los hijos de ambos. Con el tiempo, ambos se dieron cuenta que lo que importaba no era quién de los dos ganara (una visión pobre donde entra en conflicto el ego), sino que ganara su familia, y buscaron conciliar.

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Entonces, los esposos se sentaron a negociar Y se preguntaron de nuevo: “¿Qué queremos formar en nuestros hijos? ¿A dónde los queremos llevar?” Y partieron de allí.

Establecer un acuerdo claro sobre los objetivos comunes para su familia, les ayudó mucho a tener un “norte”.  A partir de ahí, aceptaron que cada uno tendría maneras particulares de llevar a sus hijos hacia allá, dependiendo de sus gustos, aficiones y temperamentos, pero “soltaron el cuerpo”.  Se dieron cuenta que lo que importaba era el “qué”, y que podían abrirse a explorar juntos los “cómos”.

La llave mágica para lograrlo también tú

Ya te imaginarás cuál es la “llave mágica” para lograr lo mismo en tu familia: el diálogo.

Dialogar no es simplemente hablar, es hablar asertivamente.  Conseguirlo requiere práctica y experiencia.  Especialmente, porque cada padre deberá ver desde fuera su estilo de crianza y necesitará dejar de lado costumbres y valores propios y deberá asumir los acordados; y esto no es fácil.

Lograr la comunicación asertiva con la pareja en aras de la planificación familiar, es duro. Imagina que toda tu vida has ido guardando recuerdos, objetos que vas integrando a tu mochila de aprendizajes vividos, que consideras que te serán útiles en tu vida, y tu esposo o esposa desea que vacíes la mochila para coserla a la suya, ya que ahora, deberán cargarla juntos.

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La belleza de conseguir “coser la mochila”, es justamente que ahora ¡la cargarán juntos!.  Esto, contrariamente a lo que algunos esperan, no te hará auto traicionarte.  Tu riqueza humana no depende de lo que hay en la “mochila”, no debes lealtad a nadie, ¡siéntete con la libertad de tomar lo bueno y dejar lo malo!, tu familia lo vale, y tu esposo o esposa lo merece.

Te compartimos algunos tips para lograr entablar el diálogo asertivo con tu pareja brindados por un especialista:

1 Identifica tu manera de responder en un diálogo entre estas tres: pasiva, agresiva y asertiva

La manera pasiva implica que silencias tus emociones y sentimientos, en cierta medida dependes de lo que otro indique, dejándolo pasar por encima de ti.  La conducta agresiva, es frecuentemente impositiva, además, es invasiva y poco justa.  Ser aseritvo, implica, según R. Lazarus: “capacidad de decir no, capacidad de pedir favores, de expresar sentimientos positivos y negativos, y finalmente  capacidad de iniciar, continuar y terminar conversaciones”.

2 Escucha activa

Interésate por lo que comunica tu pareja, atiende sus palabras. Evita que ambos traigan el pasado a cuento en el ahora. Regálense la oportunidad de recomenzar cuantas veces sea necesario.

3 Acordar en diferir

Este punto es indispensable: está bien diferir.  Los salvará de discusiones infructuosas.  Sólo asegúrate de que los acuerdos que realicen, sean sobre lo básico: seguridad de los niños, la formación en valores, valores religiosos, orden. Dejen fluir las maneras particulares de ser de cada padre al impulsar a los niños a crecer de forma integral.

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Lograrás mucho si te abres.  No vas a creerlo, pero hoy, la familia de Gabriela y Luis han visto en el cine las nuevas películas de Starwars, son todos fan de la saga.  Incluso, Gabriela compró la nueva máscara de Chewbacca y aún hoy, sorprende los domingos por la mañana a sus hijos con sonidos divertidísimos imitando a este personaje.  ¡Ellos lo lograron!, ¡sigues tú!

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.