Quiero soltar a mis hijos, pero los tengo atados

Conozco muchas mamás que sus hijos están cerca de los 30 y siguen haciéndoles de comer y mucho más.

Arturo Leonardo

Padres del mundo (y más atención a las mamás), si sus pequeños tienen más de 20 años y siguen siendo sus ‘bebés’ en un sentido casi literal, ¡basta ya! Abran sus ojos, tomen sus cosas y salgan a hacer cosas por ustedes mismos. Y pareciera que esto se los digo a sus hijos, pero SE LOS DIGO A USTEDES.

Conozco a muchas mamás cuyos hijos están cerca de los 30 y a quienes ellas les siguen haciendo de comer, les lavan y les planchan. También les preparan el almuerzo para que lo lleven al trabajo; siguen velando por ellos cuando les da un resfriado (para estar seguras de que no les pasará nada grave). ¡Por eso somos tan dependientes de ustedes! Y no es raro que en México estemos acostumbrados a ver a personas adultas viviendo en casa de sus padres; incluso, llegan a llevar a la esposa(o) y a los niños a casa de los padres para VIVIR TODOS EN FAMILIA -cosa demasiado común aquí. Y bueno, ¿cómo nos vamos a separar de ustedes, si no nos dejan ir?

Claro que es aterrador comenzar a valerse por uno mismo, pero a la vez, es de lo más emocionante. Poder tomar tus propias decisiones y vivir de la forma en la que más te convenga, creo que no hay nada mejor.

Sí, en un principio extrañaremos CON LOCURA a nuestras mamás y papás que se levantaban temprano todos los días para ver que nos fuéramos desayunados a la escuela o trabajo. Ellos que si nos pegábamos, enfermábamos o simplemente estábamos tristes estaban ahí para hacernos un tecito, nos reconfortaban y velaban que pudiéramos dormir a gusto

Es riquísimo tenerlos como guías, enfermeros, choferes, salvavidas y súper héroes. Pero, ¿continuar haciéndolo DESPUÉS DE LOS 25? No sé. Yo preferí enfrentarme al reto más temible y sobresalir por mi propia cuenta que a seguir en un estado de trance, ocupando el tiempo sagrado de mis padres.

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Entonces insisto, cuando me refiero a que salgan a ocuparse en sus cosas, me refiero a ustedes, fieles guardianes de sus hijos (no tan) indefensos. Busquen un curso de cocina, unas clases de baile, un grupo de juego; yo qué sé. Busquen algo que quieran hacer, busquen preocuparse de ustedes y nada más. Sus pequeños ya no son para nada unos bebés, son dignos de hacerse responsables de sus propias decisiones.

Claramente no es nada fácil, para ninguna de las dos partes, pero así como ustedes tuvieron la oportunidad de madurar, de crecer y de salir al mundo para enfrentarlo, dejen que ahora ellos hagan su lucha. Déjenos caernos y aprender a levantarnos. No nos quiten su apoyo, simplemente no nos quiten responsabilidades.

Enséñenos a cocinar, a lavar, a planchar, a trabajar, a seguir; pero no quieran supervisarnos por el resto de nuestras vidas. Y por más que les supliquemos que no nos avienten al ruedo, sepan que por dentro también estamos ansiosos de ser auto-suficientes e independientes en todo sentido. Si ya nos pagaron una educación, nos alimentaron y llenaron de valores; entonces, es hora de que nos dejen ponerlos en práctica. No digo que nos nieguen un brazo en caso de necesitarlo, sino que se den cuenta cuándo les estemos agarrando también las piernas y el torso. Así que, de una vez por todas, suelten las riendas y tomen su propio rumbo.

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.