Razones por las que estás envejeciendo más rápido que tus amigos

Te miras al espejo y te ves menos joven que tus amistades; te preguntas: ¿habrán encontrado el elixir y no me enteré? Aleja ciertos estilos de vida y descubre tu propia fuente de la juventud.

Marta Martínez Aguirre

Desde tiempos remotos, el ser humano ha deseado conocer la forma de retrasar el envejecimiento. En todas las culturas se han desarrollado mitos al respecto del “elixir de la vida”, buscado por los alquimistas incansablemente. Desde la antigüedad hasta la fecha, se han inventado innumerables medios que pretenden prolongar la vida, basta con encender el televisor y ver la cantidad de ofertas que tienes para ser sentirte más joven. Desde vitaminas, baños termales, ejercicios físicos, dietas y cirugías, todas tienen un mismo fin: demorar el envejecimiento y darte vitalidad. Así, cuando te miras al espejo y descubres que te ves menos joven que tus amistades, te preguntas: ¿habrán encontrado el famoso elixir y no me enteré?

Déjame contarte que yo tengo casi 52 años y a no ser por mis canas (que no me pinto, porque disfruto de ellas), nadie atina a mi edad. ¿Mi secreto? me baño cada día en la fuente de hábitos saludables y alejo ciertos estilos de vida que apresuran el proceso de envejecimiento.

No tomes alcohol

El licor nunca es bueno para la salud. Los vinicultores van a esgrimir ciertos argumentos para que consumas alcohol, porque dicen que ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema circulatorio debido a la presencia de polifenoles. Sin embargo, nadie te dice que su consumo reduce el nivel de oxígeno en la sangre, produciendo alteraciones en el colágeno y llevando a que tu piel pierda su elasticidad y firmeza. Por otro lado, consumirlo también daña el hígado, dándole a tu piel una tonalidad amarilla. Las bebidas alcohólicas destiladas como el whisky, tequila, ron y vodka, disminuyen la cantidad de carotenos en nuestro cuerpo, acelerando el envejecimiento de tu piel. Además, los niveles bajos de vitamina A producen aquella sequedad que tanto te disgusta, descama tu rostro y te hace parecer con más años de los que tienes.

Dieta saludable

Llevar una alimentación con exceso de grasas y aceites, tienen consecuencias inmediatas en tu salud y en especial en tu piel. Para mantenerte joven, consume todo lo que puedas de frutas y verduras de temporada, así como aumenta el consumo de pescado. Este último contiene poca grasa y es bajo en calorías, además de poseer importantes propiedades nutricionales como el omega 3 y 6, minerales y vitaminas A, D, E y K.

Consume agua

Cuando no tomas la suficiente cantidad de agua, tu cuerpo se deshidrata acelerando el envejecimiento. Es por ello que es fundamental que bebas como mínimo, 2 litros al día.

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Desayunar

Por más apurada que estés siempre desayuna, ya que no hacerlo ocasiona que tu nivel de azúcar en sangre descienda, generando un suministro deficiente de nutrientes a tu cerebro. Si crees que vas a estar mejor privándote de esta comida, te equivocas, porque al no desayunar el cuerpo saca las reservas de colágeno, produciendo un envejecimiento prematuro.

No fumes

Además de generar adicción, así como el alcohol, el tabaco también provoca deshidratación de tu piel, dejándola seca y áspera, además de hacer que tu cabello pierda luminosidad y se vuelva quebradizo. Por otro lado, fumar provoca daños irreparables en bronquios y pulmones, debido a los componentes cancerígenos que contiene.

No te quedes quieta

La vida sedentaria no ayuda a que te sientas joven, ya que es el ejercicio diario el que te da la clave fundamental para que tu cuerpo se revitalice. Si no haces otra cosa que pasar largas horas frente al televisor o trabajas sentada, tu cuerpo se atrofia y las articulaciones se entumecen. No digas que no tienes tiempo, es suficiente con que camines unas cuadras por día, esto hará que circule tu sangre y le aportes oxígeno a tu piel dándole tonicidad y un color saludable.

No seas una lagartija al sol

Cuando te expones al sol sin la protección adecuada para tu piel, no haces otra cosa que acelerar su envejecimiento prematuro. Además de aparecer esas manchas marrones que no deseas, comienzan a multiplicarse las arrugas. Recuerda tomar suficiente agua además de cubrir tu cuerpo con protector solar, para evitar así quemaduras y deshidratación.

Por último, déjame contarte que se han realizado investigaciones que vinculan una vida religiosa activa con la sensación de bienestar. Muestran que una vida de fe activa, además de enriquecer tu espíritu te aporta los nutrientes emocionales para enfrentar las luchas cotidianas con una visión aferrada a las promesas de Dios. Si vives preocupada por el diario vivir sin darte tiempo para encontrarte con tu parte espiritual, ten por seguro que vas a envejecer pronto. Una mujer de fe, puede afrontar las pruebas de los días y disfrutar de los pequeños o grandes placeres que la vida le ofrece, a diferencia de una mujer desesperanzada. Las preocupaciones no llevadas a Dios, aumentan tu estrés y aceleran tus años.

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Algunas mujeres recurren a la cirugía para verse más jóvenes y vitales. Sin embargo, otras simplemente siguen estos consejos mientras disfrutan de la vida. ¡Atrévete a marcar la diferencia!

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: