Saber decir que no es beneficioso para la salud

Tendrías un poder extraordinario y fuera de órbita, si dedicas tu vida a complacer a otros, pero no es factible. Por ello, te recomiendo leer este artículo.

Adriana Acosta Bujan

Mucho tiempo me preocupé por agradar a los demás. Era ese tipo de persona que estaba disponible las 24 horas del día cuando alguien me necesitaba. Dejé de hacer cosas a beneficio propio y pasé a segundo plano mis prioridades y necesidades; como si fuera más importante satisfacer a los que me rodeaban.

Siendo sincera, en ocasiones disfrutaba ser útil y servicial, pero en otras, me sentía obligada e incluso despertaba en mí un sentimiento de frustración por tener que hacer cosas que no quería. Muchas veces sentía que me invadía el miedo a ser rechazada, o el temor a convertirme en una persona egoísta; creía que si no complacía a los demás podría perder su amor y confianza.

Hubo un momento que perdí el control de mi vida; eso me llevó a derramar lágrimas al pensar que era una mala persona. Después de muchos años aprendí la importancia de saber decir no; fue un proceso largo, pero que me ahora me llena de tranquilidad y alegría el corazón.

Los miedos ocultos en tu interior

Decir “no” en el momento justo jamás te convertirá en una mala persona, de esas que ignoran las necesidades de los demás; al contrario, serás una persona asertiva, que trata de encontrar un equilibrio aprendiendo que los derechos de los demás son tan importantes como los tuyos.

Hacer cosas que no deseas solo por ser agradable afectará tu autoestima, sintiéndote la mayor parte del tiempo ansioso, triste e irritable. Incluso generarás sentimientos de ira, insatisfacción y culpa, por no ser capaz de expresar tus deseos y de no saber establecer límites.

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Qué cambiará en ti

1 Adiós al estrés

Es verdad, tener que satisfacer los deseos de los demás es estresante y más cuando has dejado de hacer cosas de tu interés personal. Muchas veces es imposible negarse a los favores que te piden los seres queridos; sin embargo, para tu beneficio deberás aprender a establecer límites, de lo contrario estarás perjudicando tu salud.

Recuerda que el estrés excesivo puede afectar tu cuerpo, pensamientos, emociones y comportamiento. Si no controlas el nivel de estrés llegarás a desencadenar muchos problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad o diabetes.

2 Amor propio

Como leíste anteriormente, decir sí a todo y a todos, hace que tu autoestima disminuya por completo, ya que la mayoría de las veces sentirás miedo a ser rechazada, poco querida e incluso a ser abandonada, por no hacer lo que los demás te piden que hagas.

Cuando aprendes a decir “no”, de inmediato tu confianza y seguridad se restauran, construyendo en ti una fuerza en tu interior. Aprenderás a imponer tus deseos y necesidades, incluso sabrás que la prioridad número uno eres tú.

Claro, ten en cuenta que es bueno ser equilibrados, decir sí y no algunas veces es saludable, todo depende del contexto, de tu disponibilidad y de tus deseos e intereses. Algunas veces te sentirás como una persona respetada en lugar de explotada, y eso profundizará tus relaciones con los demás.

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3 Más amigos

Negarse a hacer cosas de manera acertada, hará que mantengas buenas relaciones con los demás, ya que evitarás malos entendidos y conflictos, incluso te ahorrarás problemas serios. Recuerda, tus amigos no se van a ofender cuando tú digas que no puedes hacerlo; la amistad no está condicionada, al contrario, si son buenos amigos, entenderán tus razones y decisiones sin necesidad de pedirte explicaciones.

4 Tu opinión cuenta

Sentirás una gran alegría y satisfacción cuando detectes que las personas que están a tu alrededor de verdad saben escuchar tus sentimientos, opiniones y deseos, sin juzgarte. Eso provocará fortalecer tu autoestima y confianza en ti misma, sintiéndote respetada y amada.

Dejarás de sentirte culpable al no satisfacer a los demás, es como dejar de cargar un gran peso encima de tus hombros, lleno de responsabilidades que no son tuyas.

Cómo decir no, sin lastimar

Toma tu tiempo y no respondas de inmediato; deja de sentirte presionada al dar una respuesta al instante. Recuerda, es bueno pensar antes de actuar, así podrás pensar en tus prioridades.

No hables con rodeos, es fundamental que los demás entiendan que no podrás ayudarlos en esa ocasión, por ello, será importante comunicar de manera clara tus ideas, deseos y necesidades. Evita ser agresivo e hiriente, al contrario, transmite tu mensaje de forma ecuánime y asertiva.

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Sé firme y no cambies tu decisión, no dudes de ti. No es necesario disculparse o lamentarse al responder que no puedes hacerlo; sé directo sin justificarte; recuerda que nadie puede obligarte a hacer cosas que no quieres.

Acepta que es imposible complacer a todos. Sería maravilloso que pudieras ayudar a todo el mundo, pero reconoce que es poco factible hacerlo todo el tiempo.

Dar opciones para resolver la necesidad de ese alguien quien te pide ayuda es lo ideal. Tal vez esté en tus manos recomendar a otra persona, para facilitarle las cosas a los demás por medio de un tercero.

Recuerda: decir “no” es importante para tu salud física y emocional, nadie puede obligarte a hacer cosas que ponen en segundo lugar tus prioridades y necesidades. Deja el miedo a un lado y practica poco a poco, hasta lograr sentirte bien contigo mismo.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.