¿Sabes lo que es el efecto MUM? Esta información te gustará conocerla

No importa qué tanto desees con un mundo sin dolor y sufrimiento, esto es parte de la vida y debemos aprender a vivir con esto.

Erika Patricia Otero

Pocas personas saben que hice mi práctica profesional en una corporación gubernamental de mi país similar al FBI. A grandes rasgos, estás organizaciones se dedican a investigar crímenes de todo tipo, esto incluye tratar casos de personas desaparecidas.

Yo fui asignada a la sección de NN’s y desaparecidos. Mis labores eran variadas; sin embargo, una de las más terribles era la de hacer intervención psicológica de emergencia. Esto debido a que tenía que comunicar a muchas personas el hallazgo de su familiar muerto. Las escenas que vi fueron terriblemente dolorosas; algunas otras personas ya esperaban este tipo de desenlace y trabajar con ellos era mucho más sencillo. Esto debía hacerlo todas las semanas y era moral y mentalmente agotador.

Con el tiempo comprendí por qué muchas personas que trabajaban allí no mostraban ápice de dolor por el sufrimiento ajeno. Uno se habitúa al sufrimiento y de a poco pierde su humanidad. Allí vi tantas cosas, unas más terribles que otras, pero jamás me acostumbré a dar malas noticias, jamás me hice insensible al dolor del prójimo.

¿Qué es el efecto MUM?

El efecto MUM consiste a la resistencia que muchas personas tenemos a dar malas noticias. Este miedo está ligado a que no queremos quedar asociados con estas.

Quizás pienses que es tonto suponer que alguien pueda tenerte miedo porque eres “emisario” de malas noticias, pero pasa. Cuando ocurre, es común que las personas te tomen como “ave de mal agüero” y nadie quera acercarse por esto.

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Para ponerte un ejemplo sencillo del efecto MUM, me referiré a los noticieros. Yo tengo especial resistencia a ver noticias; la razón es que trasmiten situaciones terribles que solo te cargan de una sensación de “mala vibra”.

Es natural no querer que nos asocien con eventos desastrosos, pero a veces pasa. Lo peor es que entre más pequeño sea el lugar donde la persona trabaje o viva, más atención negativa atrae.

En múltiples películas de terror hemos visto este fenómeno. Es tipo: niña de 13 años sufre una muerte atroz a manos de los residentes de un pueblo; esto porque ella puede “ver” quién va a morir antes que esto pase. ¿Quién no tendría miedo a ser el “foco de una atención mal sana”? Yo sí.

Puedo recordar cómo me sentía cuando mis compañeros de sección me decían que debía hacer intervención psicológica de emergencia. Las manos se me ponían sudorosas y me dolía el estomago; era ver llegar a los familiares de la persona hallada muerta y sentirme fatal por lo que tenía que decirles. Igual era mi trabajo, pero uno con el que al principio me era muy difícil convivir; y con el tiempo no se hizo más fácil.

Nadie quiere ser emisario de malas noticias

Tengamos en cuenta que todos queremos agradar; es la naturaleza humana. Esto lo que busca es que conservemos y potenciemos nuestro amor propio.

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Lo cierto es que no a todo el mundo le “caemos bien”, y eso también está bien. Es diferente cuando otras personas sienten miedo de acercarse porque solo inspiras “malas vibras”.

El efecto MUM tiene es estudiado en la psicología social y se sostiene con las teorías del refuerzo. Las teorías del refuerzo (Lott y Lott, Byrne) hablan de la atracción hacia personas que están presentes o que hacen algo que activa un afecto, sea positivo o negativo.

Ahora bien, hay varias preocupaciones que impiden que queramos comunicar malas noticias:

1 El deseo de evitar ser asociado como alguien “trasmisor de malas noticias”.

2 Queremos inspirar buenos sentimientos en los demás.

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3 Preocupación por nuestro propio bienestar, queremos evitar sentimientos de culpa.

4 Sentimiento de preocupación por la persona que va a recibir la mala noticia.

Como seres humanos deseamos creer que “el mundo es justo” y que todos recibimos lo que merecemos. Con esto presente, la hipótesis de que no existen las injusticias, pierde validez. Y sí, es más simple vivir con la creencia de que todos recibimos lo que merecemos (cosas buenas y malas). Esto es una distorsión de la percepción de la realidad (sesgo cognitivo) que ayuda a lidiar con la naturaleza de la vida misma.

Con esto en mente, comunicar malas noticas entra en conflicto con nuestras creencias; es acá donde entramos en conflicto, nadie desea sentirse culpable y lidiar con la pena de dar malas noticias.

Aprender a vivir con las malas noticias

No es secreto que vivimos en un mundo en caos. Esto ha sido así desde siempre, solo que la tecnología ha hecho que el mundo se reduzca inmensamente. Hoy solo basta un click para saber lo que pasa al otro lado del mundo, esto sí que puede aterrar.

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El asunto es que debemos aprender a vivir con esto. Estar preparado para recibir una mala noticia no debería afectarnos, pero nos afecta.

Tampoco se trata de vivir esperando lo peor. Estar predispuestos puede hacernos un poco menos susceptibles a sufrir por una mala noticia. No es cosa de hacernos insensibles, diría más bien que es estar preparado; esto hará más fácil relacionarnos con los demás sin asociarlos a una mala situación.

Sé que es inevitable sufrir, pero tampoco podemos cargar con sentimientos de culpa o malestar por vernos en contadas ocasiones forzados a decir algo que no desea ser escuchado.

Los médicos y funcionarios públicos tienen que lidiar constantemente con este tipo de situaciones. No podemos culparlos por hacer algo que solo es parte de su trabajo, de su vida.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.