Secretos que nadie te contará antes de ser madre

Existen cosas que nadie te cuenta antes de ser madre. ¿Quieres saber cuáles son? Entonces este artículo es para ti

Camila Ignacia Gómez González

Cuando a los 21 años, luego de dos años de matrimonio, supe que iba a convertirme en madre, hubo cosas acerca de la maternidad que nunca nadie me contó. Y como sé que muchas mujeres que están leyendo esto, están pensando en agrandar su familia, he decidido dar a conocer algunas de ellas:

La lactancia materna duele al principio

Si bien todas las mujeres de mi familia me hablaron de los múltiples beneficios que tiene amamantar, nunca mencionaron que al comienzo duele bastante. Claro está que es solo parte del proceso de cambios en el cuerpo, aunque con algo de práctica y costumbre el dolor cede para dar paso a la conexión más hermosa, profunda, sincera y tierna que es difícil explicar.

La palabra diversión cambia de significado en forma radical

Con el paso de los meses, te das cuenta que estar un rato con amigos es agradable, pero ver una película en familia, observar nuevas destrezas de tus hijos o bien, organizar tardes familiares, se convierte en algo realmente divertido.

La puerta del baño se cierra rara vez cuando estás en casa sola con tu hijo

Esto nos pasa a la gran mayoría de las mujeres y se debe principalmente a que necesitamos oír el llanto del bebé, observar que no pueda hacer cosas peligrosas o simplemente para escuchar qué están haciendo.

Aprendes a jugar de nuevo

A medida que vamos envejeciendo, olvidamos lo divertido que puede ser tener una tarde de juegos con crayones, recortes, pegatinas, dibujos, muñecos o peluches. Pero no te preocupes, porque tus hijos te harán recordar rápidamente cómo comenzar a jugar sin parar.

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Nunca más vuelves a comer tranquila

Cuando tienes un bebé, esto pasa porque dependen 100% de ti y no saben respetar horarios de comidas. Ya más grandes es porque debes estar pendiente de picar sus alimentos, enseñar a utilizar cubiertos y de inculcar buenos modales. Pasadas estas etapas, cada vez que vayas a comer te preguntarás si es que tus hijos lo hicieron o si les falta algo.

El sueño se hace más liviano

Como por arte de magia, eres capaz de dormir menos y de forma liviana. Antes de tener a Santiago, mi hijo, recuerdo que no despertaba por nada del mundo, durante la noche. Pero desde que nació, mi sueño se hizo liviano y ahora me levanto varias veces por la noche para fijarme que esté durmiendo bien, que esté tapado o simplemente para acariciarlo.

Tus amigas solteras y sin hijos desaparecen, casi todas

Esta quizás sea la parte menos entendible de todas, pero tus amigas que aún no han experimentado la maternidad no entenderán muchas cosas. Por ejemplo, que el tiempo es oro, que la hora de la siesta es un pequeño relajo que incluye una ducha a puerta cerrada, que no puedes salir toda una noche sin tener que llamar a cada rato para averiguar cómo está tu pequeño o simplemente que no tienes tiempo para hacer las cosas que solías hacer.

El tiempo parece pasar a toda prisa

La noción del tiempo es algo increíble. Hasta hace un par de años, pensaba que en un año no pasaban muchas cosas, pero hoy me doy cuenta que en diez minutos puedo hacer maravillas en casa, ¡imagínate en un año!

La palabra amor toma otro significado

Nunca volverás a mirar a un niño sin pensar que puede ser tu hijo. No volverás a ver las noticias sin preguntarte qué hubieras hecho en el lugar de esa madre.

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¡Y lo principal es que nadie me dijo que este era solo el principio de algo realmente maravilloso!

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Camila Ignacia Gómez González

Camila, es Relacionadora Pública, con orientación en Marketing, actualmente reside en Villa Alemana, Chile. Es esposa y madre, y ama escribir para ayudar a fortalecer los lazos familiares.