Seis consejos para viajar con niños
Pequeños consejos para disfrutar de viajes cortos y largos en familia
Wendy Rojas
Corría el año de 1983 cuando mi padre nos dio la noticia de que haríamos un viaje por tierra desde Guatemala hasta California, Estados Unidos. Fue motivo de mucha alegría para todos, en especial porque nunca habíamos hecho un viaje tan largo en cuanto a distancia y duración. Recuerdo bien la reunión de planeación que tuvimos: mapa en la mesa, cuaderno y pluma listos para anotar la ruta y los sitios de interés que visitaríamos durante el viaje. Esto fue muchos años antes de que existieran las computadoras portátiles o autos equipados con pantalla para ver películas; de manera que nuestros padres se las ingeniaron para que gozáramos cada minuto del viaje con cosas sencillas.
En mi propia familia, hemos hecho largos viajes por tierra desde que nuestros hijos eran muy pequeños. Aquí comparto sugerencias para que todos disfrutemos el tiempo que pasamos en un espacio reducido mientras llegamos a nuestro destino:
Planear de manera objetiva
Es fundamental trazar un plan realista de lo que podemos hacer durante el viaje. Debemos tener un presupuesto establecido y planear de acuerdo con nuestras posibilidades. Hasta el paisaje más hermoso o visitar el parque más famoso puede tornarse en una mala experiencia si nos invade el estrés al darnos cuenta de que nos tomará mucho tiempo recuperarnos financieramente de nuestra visita. Por otro lado, no dejemos de viajar y disfrutar actividades al alcance de nuestro presupuesto.
Ver las cosas desde el punto de vista de los niños
Debemos tomar en cuenta que el factor del tiempo es diferente para personas de distintas edades: A los padres, cuatro horas en el automóvil no les parece mucho; pero a un niño de tres años, cuatro horas pueden ser una eternidad, de ahí la pregunta frecuente: “¿Cuándo llegaremos?”
Hacer un convenio de mostrar buen humor
La mayoría de recuerdos de un viaje provienen precisamente de los momentos que compartimos mientras vamos todos juntos en el automóvil. Yo recuerdo leer juntos un libro, jugar de encontrar las letras del alfabeto en los signos publicitarios o en las matrículas de otros vehículos, adivinanzas, rimas, canciones y la ocasional pelea. No hay nada como encontrar humor en malas situaciones, como la vez que estuvimos andando a vuelta de rueda de una ciudad a otra, siendo nosotros el único auto de pasajeros entre todos los camiones de carga, y empezamos a componer una canción de esta experiencia. Cada miembro de la familia agregaba un verso o dos hasta que tuvimos dos estrofas y el coro. Para ese entonces, íbamos gozando a lo grande, aunque el tráfico no hubiera mejorado para nada.
Buscar que sea una experiencia que una a la familia
Es cierto que ahora existe la posibilidad de ver una película mientras viajamos; sin embargo, debemos también reservar un tiempo para convivir unos con otros. Algunos de los mejores momentos de enseñanza de padres a hijos han sido dentro de un automóvil. Tal vez sea porque nadie puede salirse, o porque sentimos que todos vamos unidos hacia un mismo destino: esta es una oportunidad perfecta para escuchar y ser escuchados. Recientemente regresamos de un viaje y mi esposo pidió a nuestros hijos que expresaran lo que más recordaban. Nos reímos sin parar durante mucho tiempo a medida que cada hijo compartía algo divertido o curioso que había observado desde su propio punto de vista. Fue un gran momento.
Lo más importante es el recorrido, no la meta
Debemos llevar bocadillos y bebidas disponibles, en especial si los niños son pequeños. Habrá que limpiar muy bien el interior del automóvil cuando concluya el viaje, pero ellos se mantendrán más tranquilos si no sienten hambre. Debemos también ser flexibles con el horario y planear anticipadamente varias paradas durante el día para usar el baño y caminar un poco para estirar las piernas.
Buscar descuentos
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Por último, cabe recalcar que nuestro tiempo en familia es muy breve. No dejemos ir la oportunidad de crear memorias para el futuro este mismo fin de semana, este mismo mes y año. Si por ahora no pueden salir a un viaje, organiza un campamento en tu propia casa: Basta cambiar un poco la rutina para que tus hijos sientan tu alegría de poder compartir con ellos unos instantes y crear memorias de esos buenos momentos. Haz algo pronto para agregar a las memorias que tus hijos atesorarán por el resto de sus vidas.
