Si la oración mueve montañas, imagina lo que hará con tu vida

Si buscas la manera de acercarte a Dios y aún no sabes como hacerlo, por favor lee este artículo. Si la oración mueve montañas, imagina lo que hará con tu vida.

Erika Otero Romero

Creo en Dios. Esta creencia me ha ayudado para mantenerme firme en los momentos en que no creí que podría hacerlo yo sola. Me duele que haya personas que nieguen su existencia y lo peor, que lo hagan convencidos de que Él no existe. Si ellos supieran que solo necesitan arrodillarse y orar; si supieran que nada más requieren querer buscarlo para encontrarlo a Él y las respuestas que desean, la paz y el consuelo que siempre han anhelado; así, estarían en posibilidades de descubrir el mundo como un lugar mejor.

Mi experiencia

Hace tiempo pasé por una situación difícil conmigo misma, algo me estaba inspirando sentimientos que me atormentaban. Llevaba muchos días tratando de cambiar aspectos que me desagradaban de mí misma, pero no lograba mantenerme firme en mi propósito de ser mejor; sin embargo, cierto día llegué a mi límite y lo único que sentía era una inmensa ira, deseos intensos de gritar y destruir todo lo que tenía a mi alrededor.

En mi desesperación recordé que siempre podía encontrar la paz que necesitaba si buscaba en el lugar adecuado la ayuda que requería con tanta urgencia, y eso fue lo que hice. Yo no suelo rezar, me siento más cercana a Dios si me arrodillo y hablo con Él de lo que tengo en mi interior. Lo bueno y malo de mi vida ya lo conoce, aun así se lo conté todo. Como resultado lloré mientras hablaba con Él como hacía mucho no lo había hecho y me sentí en paz, con una tranquilidad infinita que había dejado de sentir.

En ese momento reconocí que con Él todo lo puedo y que sin Él nada soy. Por tal razón, en este artículo quiero compartirte la manera en que me conecto día a día con nuestro creador y afianzo nuestra relación:

Tan pronto como despiertes, agradece

Ser agradecido te hace consciente de lo que tienes, de lo que necesitas para vivir y de lo que no tienes y debes esforzarte por lograr. Además de eso, te carga de una energía positiva que te anima a seguir adelante sin importar los problemas por los que estés pasando.

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Arrodíllate y ora siempre, y cada día

Está acción te ayuda a poner de manifiesto cada una de tus emociones, te libera de las cargas y de los sufrimientos y te ayuda a confiar en que los mejores momentos llegarán cuando aceptes que hay cosas que dependen de ti, pero que la gran mayoría escapan de tus manos. Entonces te liberarás de problemas que ni siquiera lo son, aprenderás a aceptar lo que antes no podías y te desharás de ese orgullo malsano de creer que eres súper poderoso y el centro de la tierra.

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Bendice los alimentos

Unos días son mejores que otros y a veces la mesa está bien dispuesta y en otros únicamente cuentas con un poco de pan y leche, pero ten en cuenta que hay personas en situaciones peores que la tuya; por eso, bendícelos para que sean de provecho, para que te otorguen la fuerza que requieres para la lucha diaria, para que nunca te hagan falta y tengas la generosidad de compartir lo que tienes con quien tiene menos. La abundancia no se hará esperar y lo mejor, si alguien de tu familia necesita ayuda y amparo los tendrá, doy fe de eso.

No reniegues

Es cierto que a veces es inevitable ver el vaso medio vacío, pero renegar no va a hacer que las cosas cambien y lo único que sí cambiará para mal será tu genio y tus relaciones con tus seres amados. Poco a poco hazte consciente de esa actitud y cámbiala. Tal vez te pueda ayudar un pausado conteo hasta 10, y si puedes acompañarlo de profundas respiraciones o una caminata agradable por el parque, pero sin duda te será mucho más efectivo dar servicio a alguien necesitado. Con ello descubrirás que refunfuñar nada más podría enfermarte. Te garantizo que todo a tu alrededor cambiará para bien.

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Si aún buscas la paz que necesitas entonces es el momento de orar, así y sólo de esa manera encontrarás el poder inexplorado de la oración.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.