Si quieres alcanzar el éxito, hay algo que debes aprender a hacer

El fracaso puede ser un gran maestro en el camino.

Erika Patricia Otero

En un mundo tan competitivo como en el que vivimos, parece que lo único que importa es alcanzar el éxito a toda costa.

El asunto es que para llegar al éxito, hay que caer y levantarse muchas veces. El truco del éxito radica en no tener miedo y persistir hasta alcanzarlo.

Sí, sé que no es nada fácil esforzarse día y noche por alcanzar un objetivo, para al final darse cuenta que todo lo que hiciste, en apariencia, no sirvió de nada.

No te compares JAMÁS con nadie

Duele, fracasar duele. Aún más cuando cometemos el error de comparar nuestros logros y pérdidas con los de alguien más. Eso es algo que jamás se debe hacer, ya que si bien la otra persona ya ha alcanzado su objetivo, no sabemos cuantos golpes o caídas tuvo antes de llegar a alcanzarlo.

A lo largo de la historia hay miles de personajes importantes para el avance de la ciencia, el arte y la política que antes de llegar a lo que consideramos cima, tuvieron cientos de fracasos en su vida.

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Cualquier celebridad que se te venga a la cabeza ha estado abajo antes de llegar a la cumbre; la única diferencia entre ellos y las personas que se quedan regodeándose en sus fracasos, es su capacidad de no darse por vencidos, nada más.

¿Qué se necesita para llegar al éxito?

Lograr el éxito tiene sus secretos. Entre ellos encontrarás que no es cuestión de suerte ni de contar con las “palancas” (ayudas estratégicas en los puestos de trabajo correcto), a ésto recurren los mediocres. No, el éxito es mucho más esfuerzo propio que ayuda.

Para alcanzarlo se requiere una muy buena dosis de disciplina, también debes ser constante y siempre trabajar en mejorar teniendo la meta que deseas alcanzar fija en tu mente, sin que sea una obsesión pero tampoco un capricho.

En su libro “El lado positivo del fracaso“, el autor John Maxwell dice que el éxito no está definido ni por la riqueza, tampoco por la oportunidad, tampoco ser moralmente correcto ayuda, (pues hay muchos deshonestos exitosos), y tampoco es la ausencia de dificultades.

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Para Maxwell, el éxito radica en saber comprender el fracaso y verle el “lado amable”. En no quedarse enfrascado en las veces que ha ido a pique, si no que debes ponerte en acción y no darte por vencido. Para él, la persona que lucha hasta alcanzar sus objetivos es un triunfador.

Puedes aprender del fracaso

¡Y desde luego que si! No porque muchas personas opten por darse por vencidas y olvidar sus metas y sueños, tú debes hacerlo, para nada.

Tu única opción debería saber qué aprender y cómo actuar para seguir luchando. Pero para que puedas hacerlo mejor, aquí te dejo algunas cosas positivas que deja el hecho de fracasar.

1 Descubres la fortaleza que hay dentro de ti

Algo que me di cuenta de mi luego e innumerables fracasos, es que soy una persona fuerte de carácter. Sí, fracasar me ha dolido, pero no me ha derrumbado. Antes bien me ha dado más fuerzas para continuar esforzándome.

Así que mira dentro de ti y date cuenta que eres más fuerte de lo que creías, eso es algo que se gana luego de una caída.

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2 Te hace más fuerte emocionalmente

Puedes llegar a sentirte desanimado, nada hay de malo en eso, lo malo es que te quedes con ese sentir; pero si logras reponerte, te darás cuenta que los golpes y caídas futuras dolerán mucho menos o incluso solo te sentirás mal por un momento mientras lo digieres y luego tendrás fuerzas emocionales para volver a arrancar.

3 Te convierte en un mejor estratega

Eso de seguro. Aprenderás cómo y qué hacer para que las cosas te sean más benéficas en la búsqueda y logro de objetivos.

4 Te ayuda a ver el problema desde todas las perspectivas

Llegas aun punto donde puedes tener la claridad necesaria para ver la situación desde todos los puntos favorables y no tan favorables, hallando así la mejor forma de enfrentarte a tu meta para poder lograrla.

5 Te hace más valiente

Si para ser exitoso se necesita ser valiente, para fracasar se requiere valentía para levantarse y seguir luchando. Además de ello, aprendes que el miedo de volver a caer y sufrir por tu fracaso sólo te estancará, impidiéndote luchar por lo que tanto anhelas.

6 Te convierte en responsable de tus elecciones

A veces queremos algo pero no tenemos en cuenta las consecuencias que dicha meta y los pasos que tomemos para lograrla puede tener. El fracaso puede ser resultado de una mala decisión.

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Así que a la fuerza aprendes a asumir tus responsabilidades. Tan pronto como te encuentres responsable de tus fallas y luches por enmendar el camino, las cosas las verás más claras y cuidarás cada paso que das pata llegar a la meta.

7 Te hace mirar al futuro

Es bonito proyectarse feliz con la meta alcanzada. Soñar no es malo, lo malo es quedarse sumergido en el sueño. Por eso es bueno que no solo te veas ya con tus objetivos logrados, si no que proyectes cada paso a dar hasta llegar a la meta. Ello te ayudará a fijarte en qué puede salir bien o mal en la búsqueda de tus objetivos.

8 Toma de la crítica lo mejor

No todas las personas que observan tu lucha están equivocadas o te critican por envidia (que los hay). Escucha con calma lo que te dicen, mira con frialdad si tienen o no razón y cambia lo que debas cambiar.

9 Te das cuenta cuándo “una meta” no merece la pena

Tengamos claro algo, hay metas reales y otras que no lo son. Es como el pez que quiere volar, básicamente imposible que lo haga, pues fuera del agua muere.

Debes tener metas realistas, pues de otra manera tus esfuerzos estarían siendo tirados a la nada. Observa con calma tus capacidades, prepárate para lo que deseas y luego esfuérzate hasta lograrlo.

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El fracaso no es malo, lo malo es quedarte rezagado porque no has logrado triunfar a la primera. Esfuérzate cada día por tus sueños y siempre ten buen ánimo, así el éxito sabrá mejor cuando lo alcances.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.