Si sientes que tus problemas te están aplastando, este simple principio te va a fortalecer

Nadie puede evitar tener problemas. Son parte de la vida. Pero con este simple principio, la adversidad pierde su peso aplastante. Te invito a leer y enterarte.

Maia Fernandez

La aceptación es un valor esencial a transmitir a nuestros hijos. ¡Cómo cuesta a veces aceptar las vicisitudes de la vida! En la infancia los padres no suelen hacer énfasis en estos asuntos. Algunos más, otros menos, todos hemos sufrido en algunos momentos la falta de aceptación. Pero nunca es tarde para aprender y enseñarles a los niños. Ellos cometerán sus propios errores, sin embargo quizás estén más preparados para aceptar:

Que la vida es una montaña

Aceptar las dificultades y verlas como retos

A veces nos toca subir, con todo el esfuerzo que ello significa. Podemos lastimarnos, vencer los obstáculos, las piedras del camino, algunas de las cuales debemos retirar para ascender, otras nos servirán como peldaño para nuestro camino. Aceptar las dificultades y verlas como retos.

Que las personas no son como nos gustaría que fuesen

Día a día debemos enfrentarnos a este hecho. En la interacción con otros es muy beneficioso el aceptar a los demás como son. Comprender que errar es humano y que nadie puede cambiar a la fuerza. Solo podemos ayudar en algunos casos. En otras situaciones la solución es comprender la diversidad del ser humano. Todos somos diferentes y eso nos hace únicos y maravillosos. Lo fundamental es darse cuenta de lo que nos une y construir puentes para acercarnos los unos a los otros.

El tener gratitud hacia la vida

Cultivar la gratitud es un valor humano y espiritual que hoy escasea.

El aprender a sentir el dolor sin sufrir tanto

Esto se logra con un cambio de actitud, estando más tranquilo ante la adversidad. Solemos tender a querer evitar el dolor. Es lógico que no sea agradable sentirlo, pero si aprendemos a convivir con él se volverá mucho más liviano y llevadero, y nos dará como fruto la experiencia, una enseñanza valiosa para atesorar en nuestro corazón.

Advertisement

El darnos cuenta que todo lleva tiempo y sacrificio

Esto incluye aceptar las limitaciones, pero, por otro lado, que no hay límites para el crecimiento interior. Saber qué muros se pueden derribar y cuáles no. Dejar de creer en el no puedo y lanzarnos a la aventura de lo desconocido, sabiendo que todo desafío exige un sacrificio a cambio. Por eso la aceptación es hermana de la paciencia.

Tal cual somos

A veces somos demasiado exigentes con nosotros mismos, y no nos aceptamos tal cual, con nuestras características físicas y mentales, virtudes y defectos. Esto tiene que ver con esos moldes impuestos por la familia y la sociedad que en muchas ocasiones nos impiden desarrollar nuestras potencialidades a pleno. Como dijo Albert Einstein, “Una vez que aceptemos nuestras limitaciones, iremos más allá de ellas”.

Tener fe y confianza en nosotros y en esa fuerza maravillosa de la vida que nos impulsa a mejorarnos. Aceptar nos llena de optimismo y amor, aceptar nuestros errores nos lleva a comprender y eliminar la resistencia al cambio y al crecimiento espiritual. Como dijo San Francisco de Asís: “Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”.Si seguimos estos consejos, los problemas ya no serán un problema.

Toma un momento para compartir ...

Maia Fernandez

Maia Fernández vive en Argentina.Considera fundamental la educación de los niños y al arte en sus diferentes manifestaciones como un componente irremplazable de la misma. Blog www.educacionmusicalencasa.blogspot.com.ar