Si somos lo que comemos, quiero ser un pastel de chocolate

Algo que nunca nadie te dijo.

Arturo Leonardo

O mejor aún, un flan napolitano horneado con cajeta. ¿Apoco no se antoja? Y en realidad, es raro escuchar a alguien quejándose porque hay postre; en lo personal, nunca me ha tocado. Claro que la comida salada es también, debilidad de todos. La comida en general es deliciosamente necesaria para vivir, ¿pero será que nos dejamos seducir por harinas, azúcares y grasas antes de darnos cuenta?

Qué fácil es enamorarnos de un plato de pozole y unas tostadas, pero qué difícil es decirles que no para sustituirlas por un plato verde, lleno de esas cosas que de niños (y adultos) intentamos evitar a toda costa: las terribles verduras. No se espanten, que en este texto no hablaremos de ponernos todos a dieta a base de lechuga y jitomate. Al contrario, reflexionemos acerca de la importancia de cada uno de nuestros alimentos.

Sí, es cierto que no hay mejor dieta, que comer de forma balanceada y llevar una rutina constante de ejercicio. ¿Verdad que suena muy fácil? Bueno, he aquí la verdad: Es muy fácil.

No necesitamosdejar de comernos una rebanada de pastel en el cumpleaños de la oficina, no necesitamos tomar 8 litros de agua diarios, no necesitamos pasar 5 horas en el gimnasio, no se requiere de una voluntad fuera de nuestro alcance para lograr una vida más saludable. No, nada de eso, lo único que necesitamos es conocer, aprender y sentir el cambio.

Porque una vez que empiezas a sentirte más ligero(a), más seguro con tu ropa, más cómodo en traje de baño, más feliz con tu cuerpo, es cuando ves que no es un sacrificio, sino un increíble deleite disfrutar, valorar y racionar nuestros alimentos, nuestros hábitos. Quehacer ejercicio puede significar crear nuevos vínculos, descubrir pasiones y hasta destacar en algo que creías imposible.

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Hay tantas formas, tantos medios, tanta información al respecto, que se vuelve cada día más sencillo llegar a un balance ideal. Es necesario que tengamos en mente que no sólo hablamos de peso, sino de sentimiento, de armonía y de compromiso.

Una persona que se vea al espejo como algún día soñó que se vería, es una persona feliz, que se sabe capaz de lograr sus objetivos. Y que realmente, no le costó, más que la decisión de empezar; empezar, sí, es todo lo que necesitamos. Ya de ahí, que nadie nos detenga, porque estaremos dispuestos a luchar por ese bienestar, por esa sonrisa de oreja a oreja.

Si bien no aspiramos a un estereotipo moderno, aspiramos a un círculo de confort, en donde no tengamos miedo, pena o intentemos ir por la vida sin que nos vean, sin que nos juzguen. Si no queremos eso, bueno, debemos juzgarnos nosotros mismos, pararnos del sillón y salir a buscar la alternativa que más nos motive para encontrar un equilibrio, para encontrar la satisfacción de vernos como siempre lo deseamos.

No digo que no quisiera ser un pastel de chocolate, digo que quiero ser el pastel de chocolate más sabroso, gourmet y espectacular del mundo. Porque así lo he decidido y desde hoy, haré algo por lograrlo. Hay que trabajar por uno.

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.