¿Sin fortuna en el amor? ¡Tú puedes cambiarlo ya!

Hay que escuchar de dónde viene esa idea “siento que no me ama”. ¿Será que comenzó en la niñez?

Marta Martínez Aguirre

Es muy difícil encontrar el amor para toda la vida, siempre y cuando los enamorados no miren para dentro de sí mismos. He conocido parejas jóvenes que exigen que el otro esté disponible siempre como si todo fuese une emergencia; se le pide, se le exprime el amor al punto de parecer amores vampiros. Pero cuando la persona amada hace un reclamo legítimo de reciprocidad, se le considera egoísta y se le acusa de exigente.

Un simple olvido, una caricia que no tuvo lugar, un regalo no dado a tiempo; se tornan en heridas tremendamente difíciles de perdonar. En nombre del aparente desamor, se pone sobre la mesa la advertencia: “no te aguanto más”. ¿Cómo es posible encontrar el amor afuera de uno, si primero no se le ha buscado adentro? No tengo dudas de que la mayoría de las parejas de hoy en día, llegan a unirse en matrimonio, sin antes haber intentado sanar sus propias heridas y creen que en esa unión idílica encontrarán la cura.

Hay que mirar las propias heridas interiores, estar dispuestos a abrir el alma y dejar que desnuda, hable de aquello que tanto le duele. Hay que escuchar de dónde viene esa idea de “siento que no me ama”. ¿Será que comenzó en la niñez?; quizás es parte de una larga historia de abandonos o miedos que laten desde muy lejos en el alma.

No sé cuantas veces al mes escucho frases como: “me ha partido el corazón”. A medida que escucho ese interior dolido, descubro que esa frase fue escondida en los pliegues del alma. Y cada tanto se asoma para recordar el mismo dolor de la infancia, al no ser saciada la necesidad de amor. Desafortunadamente los adultos seguimos reclamando, a lo largo de nuestras vidas, la satisfacción de esa necesidad de amor infantil.

¿A caso ninguno de los padres supo dar amor suficiente?, aunque no lo creas, los niños son unos insatisfechos crónicos. Por más amor que los padres pudieran brindarle, éste siempre es insuficiente debido a la exigencia infantil. También puede pasar que en algunos casos los padres no son emocionalmente maduros, y por lo tanto no pueden dar al niño lo que éste ansía o lo que le brindan es insuficiente.

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Sea cual sea nuestra historia de reclamos, de adultos, andamos pidiendo a gritos “ámame”; lo cual nos vuelve infelices y trae consigo una incapacidad para sentir el amor recibido de un modo maduro, y lo peor de todo, la insatisfacción se transmite de de generación a generación.

Trabajo individual

Es cierto que el amor cura, pero es necesario que emprendas un viaje a tu interior inconsciente. Quizás puedas iniciar terapia individual y trabajar esas carencias que tanto te afectan hoy en día. El cambio interno siempre es el agente más transformador en todo crecimiento, por otro lado, conocerte más, te permitirá transformar aquellas áreas dónde hay dolores atascados en el camino.

Bienvenida a los conflictos

Aunque te parezca ilógico, aceptar que el conflicto es parte del crecimiento individual y de pareja es otro de los pasos esenciales para alcanzar la plenitud en tu vida sentimental. Los conflictos cuando son superados en pareja permiten que el vínculo se fortalezca y que el amor se vigorice.

Sanar el alma requiere tiempo

Nadie puede sanar el alma de la noche a la mañana, porque toda herida requiere tiempo y sanar es un proceso. Mientras este proceso se da, acepta los sentimientos que acompañan a la herida, reconoce tu rabia acumulada, la tristeza, la culpa, y todas las emociones que surgen cuando sientes de nuevo que vas a gritar que te amen porque te mueres de desamor. Una vez que aceptes esos sentimientos busca la forma de canalizarlos, convierte la tristeza en alegría buscando actividades que te hagan bien, en vez de estallar en ira, busca la paz a través de alguna actividad que te calme.

Tu historia de desamor puede explicar el presente, pero nunca tendrá la fuerza de impedir que tu futuro en pareja sea esperanzador.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: