¿Te sientes atascado en tu vida? Aprende a tener mañanas milagrosas

Si tu queja constante es que te sientes empantanado, absorbido por la vorágine que te impide avanzar, en las mañanas milagrosas está la solución.

Marilú Ochoa Méndez

Me he sentido empantanada en muchas ocasiones. ¿Te ha pasado a ti?

Para compartirte el sentimiento, investigué sobre los pantanos. Caminar en un pantano es peligroso. Puede parecer un simple charco, pero su profundidad es incierta, además de que dentro pueden esperarte sanguijuelas, cocodrilos, serpientes, bichos o cuando menos, agua contaminada.

Las raíces o plantas que se encuentren dentro podrían hacerte resbalar o hundirte sin remedio. Para salir, debes tomar una rama externa, y evitar moverte con desesperación.

El problema ocurre cuando ya estás ahí, llena de lodo hasta el cuello, y por más que intentas, vas hundiéndote más y más.

Me ha pasado, y es terrible

Bendito Dios, nunca me ha tocado estar en un pantano real, no es mi tipo de actividad extra-muros. Pero he sentido lo que es estar atorada en una situación incierta, asfixiante, que parece avanzar y engullirte hagas lo que hagas. Como te decía arriba, me he sentido “empantanada” en más de una ocasión.

Advertisement

Me he sentido con el agua hasta el cuello, y he intentado moverme, pero no lo he conseguido. He intentado también “nadar de muertito”, y solamente sobrepasar el estrés, mis problemas, pero lo que he logrado ha sido evadirme, nunca salir del todo, y tampoco crecer, al menos no como añoro ni como mi familia necesita.

Caminar en lodo nos detiene. Nos oscurece la piel, nos impide mirar, nos ensucia. Esta es para mí una metáfora de -en ocasiones- mi vida de madre, mi vida de mujer del siglo XXI.

¡Qué diferencia es nadar!, o mejor, caminar. Es natural, es sencillo, podemos mirar hacia dónde vamos. Decidimos cuándo detenernos y cuándo avanzar. Vamos recorriendo el camino sin ensuciarnos o atorarnos. ¡Claro! Nuestro cuerpo está hecho para eso, para andar, libremente sobre el suelo firme.

Sin caminar, ¿cómo nos movemos?

Sentirnos superadas, imposibilitadas de avanzar es terrible. Sacar adelante la familia es cuestión de los adultos, donde las madres tenemos un papel importantísimo. Pero, si no podemos levantar la cabeza ni para tomar aire, y experimentamos ola tras ola, ¿cómo avanzamos?, ¿cómo coordinamos?, ¿cómo caminamos?, ¿cómo nos superamos?

¿Qué hacer cuando siempre es preciso cuidar, atender?

Durante años intenté -seguro igual que tú- avanzar en las tareas domésticas, para tener más tiempo y cabeza para atender lo necesario. Barría en la noche, cuando estaban dormidos, me levantaba temprano, para poder lavar más a fondo, pero me encontraba aún así, todo el día atendiendo y cuidando, limpiando y resolviendo.

Advertisement

Afortunadamente, hace poco descubrí una opción interesante y que me hizo mirar diferente mi necesidad, por la que durante tanto tiempo me sentí empantanada: estaba dedicándome a los demás (lo cual es maravilloso y bello) pero no a mí. No estaba permitiéndome tomar el control de mis actividades urgentes, y estas me estaban consumiendo y marchitando.

Una solución: darte tiempo solo para ti

Hal Elrod sugiere un método que me ha parecido maravilloso en su libro “Mañanas milagrosas“. Su propuesta, luego de años de esfuerzos, luchas y fracasos, es designar un tiempo al inicio del día para prepararte mental, espiritual, motivacional e intelectualmente, para conseguir lo que él denomina: “una vida de diez”.

¿Será sano “resignarse” a sobrevivir la vida? Hal sugiere que ¡no!. Podemos tener una vida en la que abarquemos cabalmente los ámbitos de una vida integral de forma plena.

¿La forma de conseguirlo? Hacer mañanas milagrosas.

El know-how de su método

Hal nos recomienda levantarnos a las 5:00 am. Así de radical como lo escuchas. ¿Por qué tan temprano? ¡Porque todo el mundo duerme!, para empezar. Se trata de generar un tiempo para que tomes el timón de tu intensa vida. Un momento en el que puedes concentrarte en ti, en tu crecimiento interno, en tu potencial.

Advertisement

¿Pero por qué tanta intensidad?, podrías preguntarte, y te contesto: porque lo mereces, lo necesitas. Por la mañana, ante el día nuevo, es cuando puedes, serenamente, proyectar lo que anhelas, lo que deseas lograr, y comenzar a articularlo.

A Hal Elrod le pasó lo que te contaba al inicio, él estaba empantanado, porque se ocupaba en mil cosas, hasta que hizo un parón, que causaba el mismo efecto en aquellos a quienes contagiaba de su propuesta.

La vida comienza cada mañana

Una mañana productiva y satisfactoria provoca un día igual. La clave es entonces la primera hora del día, ¡organicémosla! Elige una hora temprano, para que te levantes a tomar control de tu vida.

El autor sugiere una rutina representada por el acrónimo SAVERS, te la explico.

Silencio (Silence)

Regálate silencio justo al despertar, levántate de la cama, para que no vuelvas a dormirte, y ora, medita o respira. Es un momento para que tomes conciencia de que se te ha regalado un día nuevo, fresco y en blanco, para que tú lo llenes con magia y determinación.

Advertisement

Afirmaciones (Affirmations)

Tu mente juega un papel muy importante en el cumplimiento de tus sueños. Háblate con frases positivas, que ayuden a tu mente a creer aquello que anhelas, créalas o búscalas, el autor recomienda una página donde puedes inspirarte. Léelas con la emoción anticipada del logro.

Visualización (Visualization)

Mírate consiguiendo meta tras meta. Deja que tu mente recree exactamente tu cara cuando tu paciencia gane ante el llanto de tus hijos, o la recepción de ese título que anhelas. También puedes crear un vision board digital o físico.

Ejercicio (Exercise)

Haz ejercicios de activación, que te permitan despejar la mente, y tomen tu cuerpo descansado para ponerlo en marcha a acometer tus días.

Lectura (Reading)

Cultiva también tu mente. Elige libros que te ayuden a conseguir las metas que te roban el sueño, inspírate. Relee aquellos libros que han marcado tu vida.

Escribir (Scribing)

Deja por escrito tus metas, sueños, lo que agradeces. Que haya constancia de tus esfuerzos, de tus logros. Vacía tu mente y corazón donde puedas conocerte, inspirarte y recomenzar.

Advertisement

Y hay más

En el libro, Hal te contará historias inspiradoras, te dará recursos, te inspirará con sus fundamentos y aprendizajes, así que, si estas ideas te han inspirado, ¡no pierdas tiempo!, aprender a hacer mañanas milagrosas puede cambiar tu vida desde ya. ¡Déjanos saber lo que sucede al lograrlo!

Toma un momento para compartir ...

Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.