¿Terceros en tu relación? Prepárate para los problemas

Una pareja necesita privacidad y tiempo para establecerse. Los problemas surgen cuando terceros se involucran de más en tu relación. Descubre con quién puede estar siendo infiel tu pareja y corta la situación de raíz.

Erika Otero Romero

Muchas personas consideran que la infidelidad es la principal causa de divorcios y separaciones en la mayoría de las parejas, cosa que muy probablemente es cierta. Sin embargo, el tipo de infidelidad al que quiero referirme en esta ocasión, no tiene que ver con las relaciones extramaritales, sino con la forma en la que se establecen otro tipo de vínculos que perjudican de tal manera un matrimonio, que lo llevan al fracaso.

¿Cuáles son los “terceros” con los que puedes ser infiel a tu pareja?

Las relaciones a las que me refiero pueden ser múltiples y variadas, es posible que sean con personas, cosas o cualquier tipo de actividades. Si, así como lo estás leyendo y que no te sorprenda: nada hay de raro cuando se habla de intrusos en una relación marital.

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¿Cómo es que un pasatiempo puede dañar tu matrimonio?

¿A tu pareja le gusta tanto el futbol o el ciclismo, la telenovela de turno o el talk show del momento, que no le importa si no están juntos para comer o platicar? Cuando le pides pasar tiempo juntos, ¿lo hace a regañadientes como si no fuera un gusto estar contigo y la acción fuera más terrible que tomar un purgante? Si es así, puede ser que tu pareja te sea infiel con su trabajo, la computadora, su programa favorito, la consola de video juegos o su equipo deportivo predilecto, todo esto si no delimita el tiempo que le dedica a ello. Sin embargo, no solo se es infiel al dedicar demasiado tiempo a actividades que te mantengan lejos de tu pareja, sino que también otras personas pueden interferir en la relación. Cuando digo esto no me refiero a que tu pareja tenga un amante, sino a que también puede serlo con su familia directa.

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¿Por qué la familia directa puede ser un peligro para la relación?

¿Has escuchado a parejas que se quejan de que sus cuñados o su suegra vienen tanto tiempo de visita, que parece que se fueran a quedar a vivir con ellos? ¿Te han contado que cuando le plantean esta situación a su pareja, lo que reciben a cambio en un problema?

No me mal intérpretes, no estoy planteando que se debe establecer un total alejamiento de los cuñados, padres, hermanos y demás familiares; lo que trato de explicar es que a cada relación se le debe dar su lugar y su tiempo, así como la importancia que merecen y necesitan sin pasar de los límites que como pareja se establezcan. Si logras este tipo de acuerdos en tu hogar, tendrás relaciones más sanas y tu vínculo matrimonial será más feliz. Recuerda que tu pareja es ahora el miembro más importante de tu familia, pues será tu compañero de por vida.

Es por esta razón que quiero compartirte algunas recomendaciones que te ayudarán a manejar con sabiduría tu matrimonio y a prevenir que éste pueda terminar por culpa de terceros.

1. La prioridad es tu pareja

Si te has unido a otra persona para formar un núcleo familiar, lo más natural es que le otorgues la importancia que merece y tu pareja haga lo mismo contigo. Puede que tengan hijos y por supuesto que ellos son muy importantes para ambos, pero a la larga, tu pareja será quién llegue a la vejez contigo y es esa la relación que debes cuidar con más ahínco. Los hijos son muy importantes para ambos, pero recuerda que llegará en momento en que ellos también tendrán sus propias parejas.

2. No permitas que tu empleo se apodere de tu vida

Hay personas que llegan a trabajar más tiempo del que su empresa o negocio requiere. Cuida que eso no te ocurra, el trabajo sin duda es muy importante, pero a la larga te pueden despedir de ese empleo o llegará el momento en que te jubiles. Piensa en que quizá con todo ese esfuerzo y entrega laboral puedes estar olvidando a tu pareja, que cansada de estar al último de la fila, puede optar por alejarse de ti.

3. Dale a tus familiares su tiempo y lugar

Es maravilloso que tus familiares vengan de visita unas vacaciones de verano o en navidad, eso siempre es muy agradable siempre y cuando sea eso, una visita. La situación cambia cuando vienen a vivir contigo, ya que por donde entran tus seres amados, sale la privacidad conyugal y los problemas no se hacen esperar. Muchos matrimonios han acabado debido a la intromisión de suegras y cuñados, o a padres y hermanos con problemas que necesitan apoyo. Por supuesto que hay que ayudar a la familia en lo que sea posible, pero recuerda no pasar de los límites establecidos con tu pareja.

4. Organiza tu tiempo para que puedas divertirte

Por supuesto que tienes derecho a divertirte y a pasar tiempo con tus amigos. El matrimonio no es sinónimo de esclavitud, solo es cuestión de organizarte y hablar con tu pareja cuando vayas a pasar tiempo con tus amistades, momentos que incluso pueden compartir ambos. Recuerda, es solo cuestión de distribuir bien el tiempo y darle a cada situación su momento y lugar.

No se trata de hacer de la relación conyugal tu única relación afectiva permitida, sino que consiste en darle a tu pareja el lugar que merece por los sacrificios, la entrega y el gusto que te da tenerla en tu vida. Lo justo es corresponder de igual manera.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.