Tiene solo 19 y años y lleva 32 cirugías su vida es un milagro y piensa pagarlo de la manera más inesperada

Un milagro increíble....

Erika Otero Romero

Las enfermedades cardiacas congénitas son un mal que en los últimos tiempos han llegado a aquejar a cientos de niños recién nacidos en muchos países del mundo.

Ese fue el caso de Betahny Gooch, una chica norteamericana de la ciudad de Memphis en estado de Tennessee. Ella nació en el año 1997 y al parecer era una niña completamente sana pues las visitas al pediatra no revelaron que la niña sufriera algún tipo de enfermedad.

Sin embargo, apenas a 2 meses de su nacimiento, la salud de la niña comenzó a decaer, su color de piel adquirió un tono que no pronosticaba nada bueno. Sus padres la llevaron al hospital y tras una serie de exámenes fue diagnosticada con un par de defectos cardíacos graves –Tetralogía de Fallot (TOF)y atresia pulmonar.

Por fortuna estás dos cardiopatías le fueron descubiertas a tiempo, pese a que ella nació antes de que a los niños se les aplicara la oximetría de pulso, examen que se convertiría en rutina en la mayoría de los hospitales de los Estados unidos.

Con todo, Betahny presentaba una forma muy rara de TOF y los médicos no sabían cómo tratarla. Pese a eso le fue practicada una cirugía que mejoró bastante su salud, aunque durante mucho tiempo fue una niña muy frágil.

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Bethany comenta: “Recibí una cirugía cada seis meses, esa fue una parte de mi vida. No podía hacer lo que otros niños hacen porque me cansaría”

Al ser una enfermedad para ese tiempo desconocida, los médicos no sabían cómo tratarla, aun así Serena LaGesse, madre de Bethany manifiesta: “En ese sentido, ella realmente es un ejemplo de cómo mantener a alguien vivo hasta que surjan nuevas investigaciones, una nueva técnica o un nuevo tratamiento”

Una infancia llena de sacrificios y esfuerzos

Lógicamente, una niña con esa condición cardiaca va a tener cuidados diferentes a los de otros niños. Ella debía ir al médico 2 veces al año para someterse a cirugías que le ayudaran a mantener su corazón activo.

En la escuela, mientras otros niños jugaban y corrían, Bethany debía quedarse sentada mirando cómo se divertían e incluso tomaba siestas en las horas de recreo.

A la edad de 8 años finamente fue sometida a una intervención quirúrgica que corrigió un agujero que tenía en su corazón. Con este nuevo procedimiento el color de su piel dejo de ser azulado y adquirió un tono rosa, pero además de eso mejoro su capacidad para respirar.

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Luego de un tiempo, al poder asistir a un campamento para niños con problemas cardiacos, Bethany logró hacer muchos amigos, en especial una niña que le ayudó a tener mucha fortaleza y a ver la vida de otra manera.

Ahora Bethany tiene 19 años y ha sobrevivido a 32 cirugías para la corrección de sus problemas cardiacos y es una chica llena de sueños y metas. Una de ellas es una especie de retribución a todos los milagros de los que ella ha sido acreedora; desea estudiar para ser enfermera.

La Semana de la Concientización de las Cardiopatías Congénitas

se celebró del 7 al 14 de Febrero y cada año para esa misma fecha. Para Bethany como para los cientos de niños que al año en USA como en el resto del mundo nacen con algún tipo de anomalía cardiaca, esa semana representa un nuevo avance en la ciencia médica, mismo que mejora la calidad de vida de ellos.

Por su condición tan delicada, Bethany por años supuso que su vida iba a estar restringida, pero ahora sabe que los avances anuales pueden hacer la diferencia entre una vida monótona a una completa de aventuras que se abre ante sus ojos.

Y tú ¿Qué haces con tus sueños?

Resulta imposible no pensar en cada persona que pese a que gozan de una excelente salud pero que han elegido un tipo de vida sin esperanza, sumidos en el mutismo y la tristeza que dejan pasar la vida sin esforzarse ni luchar.

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Bethany es un buen ejemplo de la lucha y el esfuerzo que representa vivir, porque nadie ha dicho que hacerlo sea fácil. Vivir representa retos, lágrimas, sacrificios, fracasos, esfuerzo, lucha y triunfos unas más gloriosos que otros, pero todos valen la pena.

Las invitación es a que no te dejes derribar por las duras embestidas de las vida, unas veces vas a fracasar, otras más la lucha no va a ser tan ardua, pero te aseguro por mi propia experiencia que los mayores gozos de la existencia vienen después del trabajo duro.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.