¿Tienes emociones o sentimientos que no puedes identificar? ¿No sabes si es enfado o decepción? Esta es la asombrosa razón

Existen personas que experimientan sentimientos que no pueden ubicar o definir, pero hay una razón. Descúbrela aquí, te aseguro que ni te lo imaginas.

Erika Gaytán

Todas las personas alguna vez se han enojado, sin embargo, están las que explotan y las que se saben controlar. Aunque en realidad son pocas las que lo logran, hay quienes logran dominar sus reacciones de manera admirable, a pesar de que las circunstancias busquen alterarlos.

Conozco a un hombre en especial, que se enojaba con mucha facilidad. Él es muy estricto consigo mismo, ordenado y perfeccionista, por lo que suele exigir la misma entrega en su trabajo. Sin embargo, pocos empleados piensan igual que él, lo que provoca su enfado constante, que suele expresar en regaños y en ocasiones, incluso con palabras altisonantes que nada agradan a quienes las reciben. En este sentido, resulta muy importante saber identificar este tipo de sentimientos, para así saber cómo controlarlos, ya que, de no hacerlo, esto puede perjudicarte tanto en el ámbito laboral, como en el social.

Esto podría llevarte a no ser productivo en tu trabajo y, por ende, perderlo; mientras que en casa puede producir descontento, distanciamiento e incluso, hacerte perder a tu propia familia. De aquí la importancia de saberlos detectar y contrarrestarlos.

Si sientes que podrías estar experimentando estos sentimientos, pero no logras identificarlos, puede ser debido a alguna de las siguientes situaciones.

Alexitimia

Este es un trastorno que impide al individuo controlar sus emociones, así como reconocer las propias y las de los demás. El profesor Pablo Duque San Juan, Coordinador de la Sección de Neuropisología de la SEN, apunta al respecto: “Si se nace con alguna anomalía en zonas cerebrales que se encargan de analizar y formular las emociones, o se produce alguna lesión o disfunción que irrumpa el circuito de conexión entre estructuras, se puede generar la imposibilidad de verbalizar e identificar sentimientos”.

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Por supuesto que esto no significa que la persona no tenga sentimientos, simplemente que no los puede identificar. “Los alexitímicos no saben poner etiquetas a eso que están sintiendo”, afirma la psicóloga del Centro de Investigación Área Humana.

Algunos de los síntomas de este trastorno son los siguientes: mantienen una conversación limitada, sus rasgos faciales son severos, pueden ser muy explosivos, no sienten atracción por ningún tipo de placer y no son creativos.

Aunque este no es un padecimiento que se conozca en su totalidad, la psicoterapia es un método muy eficaz para tratarlo, ya que a través de este el paciente aprende a identificar y nombrar sus emociones.

Inteligencia emocional

La razón por la cual existen personas que no pueden identificar algunos sentimientos como el enfado y la decepción, es porque no han desarrollado su inteligencia emocional, tal como lo llama el psicólogo estadounidense Daniel Goleman. El ser humano está sumergido en sus actividades diarias, pero casi nunca le presta la atención debida a su ser interior. Esto le impide conocerse de manera profunda y por tanto, no conoce sus alcances y excesos ni la manera de controlarse.

“Los sentimientos nos acompañan continuamente, pero casi nunca nos damos cuenta de ellos, sino que sólo nos percatamos de nuestras emociones cuando éstas se han desbordado. No obstante, si les prestáramos la debida atención podríamos llegar a experimentarlas cuando todavía son muy sutiles y no irrumpen descontroladamente”.

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Las hormonas o el estado de ánimo, no siempre son las causantes de lo que puedas sentir. Existen otros factores de los que muy poco o nada se habla, por lo que se vive con la ignorancia y peor aún, no se hace nada para remediarlo. Si conoces a alguien que pudiera estar sintiéndose así, compártele la información, tal vez esta le ayude a tomar el camino para corregirlo.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.