¿Tu hijo tartamudea al hablar? Ésto es lo que debes hacer

Es común que los niños tartamudeen a veces, pero ¿cuándo deberíamos empezar a preocuparnos?

Fernanda Gonzalez Casafús

La sociedad suele ser cruel al burlarse de las personas que tartamudean al hablar. Este trastorno de la comunicación, que comienza en la infancia, puede ser tratado a tiempo para que no se convierta en algo crónico. Escuchar a nuestros hijos, comprenderlos y ayudarlos a atravesar esta etapa es clave para su desarrollo lingüístico.

Es común que muchos pequeños entre los 2 y 5 años, cuando inician el camino del lenguaje, y cuando las ideas se agolpan en sus cabecitas, atinen a repetir el inicio de las frases, o tarden en soltar las primeras palabras al hablar, o se queden estancados con alguna palabra mientras están hablando. De acuerdo a la Clínica Mayo, de Estados Unidos, el tartamudeo, también llamado trastorno de fluidez, inicia en la infancia, y es un trastorno del habla que conlleva problemas frecuentes y considerables en la fluidez y la continuidad normales del lenguaje.

Cuando un niño es pequeño no deberíamos alarmarnos si comienza a tartamudear al comienzo de una frase, pero sí debemos prestar atención en que ello no se vuelva algo crónico y continúe hasta la vida adulta. Los niños y adultos que tartamudean al hablar saben lo que quieren decir, pero tienen dificultad en decirlo con fluidez. Cuando las capacidades lingüísticas de un niño no están del todo desarrolladas pueden comenzar a decir una frase y repetir cierta sílaba o vocal. Y aunque la mayoría de los niños van superando de a poco este trastorno, es fundamental prestar atención para que el mismo no continúe en el tiempo, ya que un adulto que s tartamudo puede tener serios problemas de autoestima y sociabilidad.

Si bien las causas aún no están del todo claras, se estima que la tartamudez tiene que ver con anomalías en el habla, cuestiones genéticas y hereditarias, algún trastorno por haber padecido un accidente cerebrovascular, o debido a una alteración emocional, como un trauma por ejemplo.

Síntomas

Para saber si realmente el trastorno se ha instalado, la Clínica Mayo propone una serie de síntomas a tener en cuenta. Mientras tanto, estos mismos síntomas pueden presentarse al inicio de la etapa lingüística del niño y desaparecer con la madurez. Es por ello que hay que prestar atención si se prolongan demasiado o son muy frecuentes al hablar.

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  • Dificultad para empezar una palabra, una frase o una oración

  • Prolongar o repetir una palabra o los sonidos de una palabra

  • Hacer silencio brevem antes de ciertas sílabas o palabras, o hacer una pausa en medio de una palabra

  • Decir “eeeeh”, cuando hay dificultades para pasar a la siguiente palabra

  • Tensionar el rostro o la parte superior del cuerpo para emitir una palabra

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  • Sentir ansiedad al hablar

  • Tener poca capacidad para comunicarse bien

Además, los niños que tartamudean pueden sentir tanta ansiedad que ello repercute en sus emociones diarias. Pueden aparecer tics faciales y hasta pueden demostrar ira contenida. Hablar frente a personas desconocidas puede hacer que el tartamudeo se exacerbe, por lo que es una situación muy delicada para quien padece este trastorno.

¿Cuándo debo consultar con un especialista?

Si bien los expertos afirman que el tartamudeo es normal entre los 2 y 5 años de edad, pasado ese límite es indispensable tener en cuenta los síntomas de tartamudeo que demuestra el niño y acudir a la consulta con un especialista en estos casos:

  • Si los síntomas persisten durante más de 6 meses

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  • Si se presentan otros problemas del habla y el lenguaje

  • Si el tartamudeo va en aumento a medida que crece el niño

  • Si afecta la capacidad de relacionarse con los demás

  • Si provoca tensiones y problemas emocionales

  • Si el tartamudeo comienza en la edad adulta

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El tartamudeo, si persiste, puede derivar en problemas de socialización con los pares, por lo que, si tu niño tartamudea al hablar, puedes seguir estos consejos para acompañar el trance, que no es nada fácil para el niño:

  1. Escúchalo y mantén un contacto visual con tu hijo mientras habla

  2. Si no puede terminar una palabra no lo interrumpas, espera a que pueda decirla (y sobre todo no te muestres impaciente ni te burles)

  3. Busca algún momento para conversar a solas, sin distracciones de ningún tipo

  4. Háblale lentamente, pues lo ayudarás a que, al copiarte, disminuya el tartamudeo

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  5. Procura que cada integrante de la familia tome turnos para hablar

  6. No expongas a tu hijo a situaciones que generen un sentido de urgencia o presión

  7. Elogia y no critiques. Elogia su intento por hablar y no te concentres en su tartamudeo

Por último, si tienes un hijo que tartamudea, aceptalo tal como es y ayúdalo a superar este trance. Dale aliento y busca ayuda si lo crees necesario. Él no quiere ni le gusta tartamudear al hablar. Motívalo a mejorar sin criticar y verás que puedes lograr una diferencia. No olvides apoyarte en profesionales que pueden sacar a tu hijo adelante y mejorar su capacidad comunicacional.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.