Tu hijo te guarda secretos. ¿Qué puedes hacer al respecto?

Todos tenemos secretos, y tus hijos adolescentes también. ¿Sabes cómo enfrentarlos?

Adriana Acosta Bujan

En días pasados, después de la visita de mi hijo adolescente, quien vive en otra ciudad, descubrí que mi hijo me guardaba secretos; cosas que él pensó era mejor no compartir conmigo, su madre. Después de la sorpresa inicial, me fui dando cuenta con el paso de los días que eso mismo le había yo enseñado a mi hijo, no compartiendo con mi padre, mi hermana o con mi actual esposo cosas que no supe manejar en su momento y que, invariablemente, se convirtieron en secretos que no supe manejar.

También me pude dar cuenta, después de entender el secreto que guardaba mi hijo, que mi vida pasó por situaciones de secrecía, totalmente injustificadas, simplemente porque no confiaba en mí misma. Hablé al respecto con mi esposo, e igualmente se dio cuenta de que él también mantuvo secretos que, vistos a la distancia, eran situaciones que no merecían ser tan celosamente guardadas.

Después de leer sobre este tema, me doy cuenta que esta problemática es inherente al ser humano: guardar secretos viene de incontables generaciones de seres humanos. Pero sigue la pregunta: ¿qué hacer son los secretos? Creo que si esa pregunta te ronda la cabeza, aquí encontrarás algunas ideas que te ayudarán a reflexionar y a dejar de sufrir por este hecho:

1. ¿El secreto acarrea algún peligro físico?

Si guardar un secreto traerá como consecuencia un daño físico para alguien, no lo dudes, debes darlo a conocer. Imagínate que tu hijo te guarde un secreto así y, finalmente el daño físico se consuma, ¿cómo te vas a sentir? Esta clase de secretos como la bulimia, anorexia, el acoso escolar, adicciones al alcohol o drogas, la violencia, no pueden privarte a ti y a tus hijos de recibir la ayuda adecuada.

2. ¿El secreto tergiversa información entre los miembros de la familia?

Si tú guardas secretos con tu hija y a tu esposo se le da otra información, se formará un triángulo de desinformación y eso podría traer consecuencias en la confianza de la familia. Lo mejor es siempre compartir toda la información. Acostumbra a tus hijos a que, sin importar qué secreto sea, lo podrán enfrentar entre todos: con el amor de familia de por medio, no existe ningún problema que no se pueda resolver.

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3. ¿Cómo responderás ante un secreto de tus hijos?

Las conductas pasadas de nuestros padres nos hacen actuar en consecuencia con nuestros hijos. No repitas conductas pasadas, aprende, evoluciona con tus hijos y refuerza la comunicación familiar.

4. ¿Un secreto dará mayor seguridad a tu hijo?

Hay situaciones del despertar sexual que se pueden afrontar con madurez y sensatez, con una serie de preguntas y respuestas de total apoyo a tus hijos. Sé tolerante ante este tema, aun cuando en tu juventud tus padres no lo hayan hecho así.

5. ¿El secreto de tu hijo está en las redes sociales?

El “sexteo” es una realidad: las redes sociales han ayudado a muchos a quedar en la infamia. La Universidad de Drexel publicó un estudio recientemente en Journal of sexuality research and social policy, en el cual los entrevistados de nivel universitario dijeron haber enviado textos de temas sexuales cuando eran adolescentes. Y tú, como padre, ¿sabes quién es tu hijo en redes sociales y en casa? ¿Cómo podrás entender este cuestionamiento si te has alejado de tu hijo en este contexto? No es que te conviertas en un policía cibernético y vigiles a tus hijos en las redes, pero puedes participar en ellas. Averigua cuál es la realidad de éstas y cómo afectan la visión y educación de tus hijos.

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La realidad de las cosas es que nos toca aprender mucho más de nuestros hijos y sus ideales. Debemos entender que un secreto de los años setenta u ochenta, ha evolucionado desde los noventa y en este siglo XXI. Nuestra obligación como padres es siempre ser objetivos con nuestros hijos, demostrarles que sabemos escucharlos, entenderlos y que estamos preparados para escuchar sus secretos. Porque si no lo hacemos así, no sabemos dónde van a esconderlos, ni con quién. Qué mejor lugar para guardar sus secretos, que contigo.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.