Tus hijos y la sociedad del futuro

Tu niño no comprende la magnitud de la responsabilidad que como individuo y ciudadano llevará sobre los hombros cuando crezca. ¿Sabes cómo prepararlo para el mundo en el que vivirá? Sigue leyendo.

Elitania Teresa Ruvalcaba Blancas

Estoy convencida de que tú, como buena madre, tratas de criar a tus hijos con las más estrictas normas de conducta y educación. Estoy segura de que estás preocupada siempre por hacer que tu hijo, cuando crezca, llegue a ser un ejemplo en su propia familia. Al educar a tus niños, insistes en que se apeguen a las leyes y normas que nos rigen en sociedad.

Me imagino que incluso si tu hijo es ya un adolescente, le cuesta trabajo comprender la magnitud de la responsabilidad que como individuo y como ciudadano se lleva sobre los hombros. No puede ver que la sociedad del futuro será construida por él, pero la verdad es que así será.

Para vivir en sociedad hay que adaptarse continuamente a situaciones que son marcadas por el momento, el lugar, la persona y el rol que le toca representar; pues te tienes que adaptar a lo que la sociedad espera de ti y de los tuyos: que en la iglesia no se corre ni se juega, no se grita y se comporta serio; que en el parque puedes subir, bajar, puedes colgarte de los árboles, revolcarte en el lodo y gritar a todo pulmón; que llegando a casa del abuelo saludas a todos… los conozcas o no; que nunca debe olvidar el: “No hables con ningún desconocido en la calle”.

Lo cierto es que para preparar a tus hijos para la sociedad del futuro, hay tres principios que debes darles desde su infancia:

1. Tolerancia

Hay que ser tolerante con todo tipo de ideologías, religión, raza y costumbres. Enséñales que la aceptación y el respeto hacia todas las personas es prioritario, independientemente del color de su piel, su manera de pensar, costumbres y religión. La diversidad de las personas y sus mundos sociales no debe ser un impedimento para una sana convivencia. Muéstrale que aunque sean muy diferentes a las que tú le has inculcado, el aprender de aquello ajeno en su día a día le puede enriquecer mucho su vida. No des pie a que practique el racismo e intolerancia, todos en este mundo son humanos y son iguales.

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2. Honrar, apoyar y sostener la ley

Las leyes fueron hechas para garantizar la buena convivencia en sociedad. Hay un dicho que dice “al lugar al que fueres, haz lo que vieres”. Si hay algo que caracteriza a la sociedad es que a lo largo de la historia ha redactado leyes y reglas a seguir. Éstas han permitido, de acuerdo a sus usos y costumbres, normar las actitudes y conductas; así que hazle entender que ninguna ley está sobre otra, simple y sencillamente hay que acatarlas y adaptarse a aquellas distintas cuando se tiene oportunidad de viajar a otros lugares.

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3. Responsabilidad

Todos tenemos derechos y obligaciones. Enseña a tus hijos desde pequeños que toda acción siempre trae consecuencias. Que: “Si te portas bien te irá bien, si te portas mal te irá mal”. Si te portas bien obtendrás beneficios, si te portas mal obtendrás un castigo, y esto se traduce a que: “si cumples tus obligaciones te harás acreedor a poder ejercer tus derechos”. Cuando lo explicas a los pequeños de esta manera, entienden perfectamente que para obtener algo se debe hacer algo a cambio.

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Con esto, los niños comprenderán que la enseñanza de valores, costumbres y modos de conducirse enseñados en casa tiene un propósito: crear buenos ciudadanos para que el día de mañana cuando les toque desenvolverse como adultos, tengan las bases suficientes para encajar en la sociedad.

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