Un secreto para reforzar la autoestima de tu hijo

Los niños tiene interrogantes que merecen ser respondidas con la verdad. Este secreto te ayudará a reforzar la autoestima de tu hijo.

Marta Martínez Aguirre

El apóstol Pablo nos enseñó que el amor se regocija con la verdad (Véase: 1 Corintios 13:6, cuyo origen se remonta a los tiempos en los que la educación era un bien exclusivo de las familias pudientes. Así, cuando un niño nacía en un hogar humilde, era recibido con gran alegría no solo por el nacimiento en sí, sino porque apenas tuviese la edad para poder trabajar contribuiría con su labor a traer recursos a la familia, sobre todo el pan, que era uno de los alimentos esenciales entre la gente de escasos recursos.

Pero ahora además de traer pan, también vienen con ciertas interrogantes guardadas en su corazón, que irán dejando salir a medida que crecen:

¿Me habrán deseado?

Saberse deseado implica saberse aceptado, no un intruso que vino a impedir la consecución de objetivos y metas de sus padres. Cuando un niño llega en un momento en el que los padres no desean tenerlo, existen dos alternativas: o esos padres reprimen su rechazo hacia el niño, o comienzan a replantearse sus proyectos y a construir un deseo en función de los nuevos afectos que se despiertan.

Quizás puedas contarle lo que te pasó a ti, que seguramente llegó en un momento inesperado, pero que tu corazón se llenó de amor apenas viste su cara en la ecografía. De este modo entenderá que no necesita buscar afuera, en tentaciones o vínculos que le arruinen su vida, el certificado de validación de su existencia. Frente a las inquietudes de la vida, su sentido de valor personal será el timón al que se sujetará en medio de los tifones. Permite que tu hijo sepa que tu amor estuvo y estará allí aún en épocas desgarradas de desencantos, porque tú miraste su rostro y supiste lo que era abrazar el milagro de la vida.

¿Le importo a alguien?

Esta pregunta es muy diferente a saberse deseado, y apunta a si alguien es capaz de seguir aceptándolo a pesar de sus fracasos o errores, si alguien estará allí cuando necesite una palabra de consuelo, si alguien es capaz de escucharlo sin rechazarlo a pesar de tener gustos, opiniones y sentimientos diferentes al resto de las personas. Sentir que es importante para ti le genera un sentimiento de seguridad capaz de permitirle tomar decisiones aun cuando el entorno sea desfavorable. Es sentirse confiado en que el amor auténtico guía, conforta y comprende. Sí, finalmente, el optimismo sí se enseña.

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¿Alguien sabe qué necesito?

Invoca un pedido de ser escuchado plenamente y te interpela a preguntarte, ¿conozco sus necesidades o le impongo las mías? ¿Tu hijo sabe que estás al tanto de sus gustos, metas, proyectos, miedos, inseguridades y anhelos? Cuando lo escuchas sin interrupciones y en forma deliberada le permites verse en el espejo del afecto. Ser consciente de sus necesidades es dominar los deseos de manipularlo: ¿eligió su equipo de futbol por sí mismo o se lo impusiste?, ¿tiene los amigos que desea o le “seleccionas” sus amistades?, ¿estudia el instrumento que desea o el que tú no pudiste? Permite que tu hijo anhele esa hora del día para sentarse a tu lado y tener esa intimidad que hace más profundo el amor entre ustedes.

Muchas veces los niños y los adolescentes prefieren abrir sus cofres más íntimos ante desconocidos porque saben que en casa no hay espacio afectivo para sus interrogantes más profundas. No sienten que son importantes para alguien, y tienen muy en claro que el deseo se limitó a un baby shower; ni quieras saber la idea que tienen de compartir sus verdaderos deseos y anhelos por temor a ser rechazados o ignorados.

Sé que esto no va a pasar con tu hijo, porque tu amor crea el clima ideal para que él desnude su alma.

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Marta Martínez Aguirre

Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto: