Una inspiradora historia que hará que sigas creyendo en el verdadero amor

El amor verdadero amor soporta las peores tempestades, y esta historia nos muestra su arrolladora fuerza.

Marilú Ochoa Méndez

La historia de amor de Jonathan Neal Grant y Laura Browning Grant, inició como todas, llena de ilusiones y sueños.  El instructor en medicina de combate y marine en Estados Unidos y la instructora de pilates, se casaron en Carolina del Norte en 2002.

Al estar próximos a celebrar su quinto aniversario, Jonathan sufrió un terrible accidente automovilístico que lo dejó en coma con una severa lesión llamada daño axonal difuso.

Este tipo de lesiones, afectan en gran medida las funciones en órganos y músculos, y casi el 90% de quienes las sufren, quedan en estado vegetativo o sufren problemas graves de movilidad.  Esto sucede porque se compromete la comunicación entre las neuronas, provocando lo que se conoce como desmielinización.

Luego de que su marido sufriera esta complicada lesión, Laura estaba devastada.  Sin embargo, decidió acompañar a su esposo en el viaje hacia su recuperación de una manera activa y llena de amor.

“Si crees que puedes, lucha; estaré contigo”

Cuando se encontraban en la clínica para que internaran a su esposo, Laura le susurró al oído: “Si esto es muy difícil para ti, déjate llevar, que yo estaré bien. Pero si quieres luchar, te acompañaré todo el camino”. Y eso es lo que ha hecho.

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En su cuenta de Instagram, ha compartido sus vivencias acompañando a Jon en su lenta recuperación de su severa lesión cerebral.

Buscar el propósito de Dios

En una carta de su puño y letra en la mencionada red social, Laura afirma que desde el accidente, su esposo no es el mismo.  Se encuentra agitado, confundido, parece un niño; pero al mismo tiempo, está regresando a la vida.

Para ella ha sido una experiencia dolorosa, sin embargo, constantemente refiere que procura vivir cada momento como un milagroso regalo de Dios.

Muchos dicen que después de una lesión cerebral, la persona no vuelve a ser la misma. Yo diría más bien que después de una lesión cerebral, Dios se da la oportunidad de adecuar el cerebro al propósito que tiene para esa persona“. Escribe Laura, y continúa:

¿Cuál es el verdadero propósito de la vida en la tierra?  Vivir nuestra vida y ser perfectos a nuestros ojos.  No vivir lo que se conoce como una vida con propósito, sino buscar el propósito de Dios“.

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“No lo comprendo, y me entristece”

El 24 de septiembre del año pasado, Laura publicó un poco de su vivencia cotidiana acerca de cómo se comunica con su esposo:

“Con paciencia y muchas terapias, Jon ha logrado establecer contacto con el mundo que lo rodea.  Se ha comprobado que sus funciones cerebrales se mantienen, pero le es muy complicado establecer conexión hacia afuera, especialmente de manera verbal”.

“Ocasionalmente, me preguntan si comprendo sus balbuceos.  Lo cierto es que constantemente siento que habla en un lenguaje desconocido, y aunque me esfuerzo por comprender cada intento que realiza, lo consigo muy pocas veces”.

“Dios me sostiene”

Ante esta situación, ella a veces se frustra y sufre: “Me imagino encerrada en una caja y sin salida. No puedo evitar sentir una patada en el estómago. ¿Qué sentirá Jonathan de no lograr ser comprendido en lo que desea comunicar?“, se pregunta.

Es en momentos así, cuando Laura recuerda que Dios siempre nos saca adelante. “Es un largo y difícil camino, pero sé que hay aún grandes planes para Jon“, reflexiona.  Además, Laura se consuela diciendo “¡Dios sí entiende lo que él quiere decirnos!

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¿Cómo superar una prueba tan dura?

Definitivamente, Laura y Jon son un ejemplo de matrimonio. No es sencillo para nadie superar en el día a día la demanda en tiempo y atenciones que su esposo requiere, y además, hacerlo todo con amor.

Laura, que ha dejado su estudio de pilates para cuidar de tiempo completo a su marido, tiene muy claro cómo salir adelante de la experiencia que vive, y te lo comparto aquí:

1 Fe, y una intensa relación con Dios

“Sin esto, podría estar ya hecha pedazos, pero el Señor, en cambio, me da paz, esperanza, intuición, energía y mucho más, para luchar al lado de mi esposo”, comenta.

2 Fuerza física y mental

“Procuro encontrar tiempo para mí. Frecuentemente lo encuentro al salir a correr.  Lo mejor, es que este tiempo, lo aprovecho también para rendirme ante Dios, y me brinda perspectiva, guía y claridad”.

Para ella cada día es distinto, pero procura mantenerse equilibrada, para así ser capaz de asumir lo que se presente como reto de los nuevos días.

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“Soy humana, a veces no puedo seguir”

Una de las reflexiones más impactantes que ha compartido Laura en su cuenta de Instagram, es acerca del cansancio en su lucha, y si alguna vez piensa en darse por vencida.  Su respuesta no puede ser más valiosa:

A veces siento que no puedo seguir. Avanzamos un poco y damos un montón de pasos hacia atrás. No puedo decir que no me dan ganas de darme por vencida, pues soy humana. Sin embargo, cuando no puedo seguir, no lo hago. Me aparto del camino, lloro, rezo. Recuerdo constantemente la historia de Job”, escribe Laura con el corazón en la mano.

¿Recuerdas este personaje de la Biblia? En su libro se nos narra que Dios permitió que las bendiciones que tenía, le fueran quitadas una a una: sus bienes materiales, su familia y su salud. Mas Job permaneció fiel a Dios. Después de un tiempo, Dios sanó a Job, y poco a poco le permitió recuperar sus bienes y formar de nuevo una familia. Todo gracias a su enorme fidelidad.

“La maldad de la lesión cerebral no nos hará darnos por vencidos“, afirma. Y más, cuando escucha las dos palabras que su esposo repite constantemente: Dios y Amor.

El amor de verdad

Historias como éstas son un bálsamo de esperanza para los matrimonios del mundo. Nos recuerdan que el amor y la fe lo pueden todo. Nos recuerdan que juntos, marido y mujer, pueden acometer los mas grandes problemas. Nos recuerdan que, de la mano de Dios, saldremos adelante de cualquier situación.

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Y tú, ¿Has vivido experiencias difíciles en tu matrimonio?, ¿Mantienes aún viva tu fe?

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.