Verdades de la mastectomía. Esto cambiará tu concepto de la femineidad

Si en tu familia existen antecedentes de algún tipo de cáncer, considera la mastectomía voluntaria o preventiva para evitar padecer este mal en el futuro. Vanidad o salud. Belleza o muerte.

Erika Otero Romero

El temor al cáncer mamario es una situación que va en aumento. Y me atrevería a decir que con justa razón, pues se trata de uno de los cánceres más comunes y a los que están propensos tanto mujeres como hombres. Existen dos tipos principales de cáncer mamario: el carcinoma ductal, que es el más frecuente y que comienza en los conductos que llevan leche desde la mama hasta el pezón y el carcinoma lobulillar, que nace en los lobulillos, partes de las mamas y que producen la leche materna.

Las causas pueden ser varias: desde la llegada del periodo menstrual a una temprana edad, una edad avanzada (aunque existen unos pocos casos de cáncer mamario en mujeres jóvenes), edad avanzada en el momento del primer parto o el nunca haber tenido un hijo, antecedentes familiares de cáncer de mama; también está el hecho de consumir hormonas, tales como estrógeno y progesterona, consumir licor y ser de raza blanca; por último, de 5 a 10 por ciento de los casos es causado por mutaciones genéticas heredadas.

Teniendo estos puntos en cuenta es razonable que muchas estemos preocupadas de ser posibles “portadoras” de esta –casi– letal enfermedad, y es lógico que recurramos a una y mil posibilidades para detectarla a tiempo, o de hecho, arrancar este problema de raíz.

La MASTECTOMIA VOLUNTARIA o PREVENTIVA, como su nombre lo indica, consiste en una cirugía invasiva por medio de la cual se retira una o las dos glándulas mamarias; hay dos tipos de cirugía: una, por medio de la cual se retira el pecho entero y el pezón; mientras que una mastectomía subcutánea remueve solamente el tejido mamario y deja intacto el pezón. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la mayoría de los médicos recomiendan la mastectomía total, pues esta asegura una mayor protección contra la enfermedad.

Interesante, ¿no es así? Sin embargo, existe un alto índice de mujeres que, aunque son propensas a sufrir en un futuro uno de los dos tipos de cáncer mamario, temen sobremanera practicarse esta cirugía preventiva. ¿La razón? No solo las consecuencias de dicha operación, sino el efecto psicológico y estético que esta pueda tener en ellas. ¿La femineidad está en riesgo al practicarse una mastectomía? No. Rotundamente no. Vanidad o salud. Belleza o muerte. La mastectomía no hace perder femineidad a la mujer.

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Teniendo en cuenta estos factores he averiguado algunos puntos relevantes acerca de la mastectomía voluntaria. Veamos:

  • La cirugía preventiva reduce en 90 por ciento las probabilidades de que en el futuro una mujer sufra de cáncer de mama.

  • Esta intervención quirúrgica solo se realiza a mujeres con una alta probabilidad de desarrollar cáncer de mama en un futuro.

  • Esta operación no es un “acto de vanidad”, por lo tanto, no debe ser considerada una cirugía estética, sino PREVENTIVA.

  • Es adecuado que antes de que una mujer se someta a esta operación, tome conciencia sobre ella; por esto, recomiendo que asista a terapia psicológica, dado que no solo tendrá una serie de expectativas acerca de su futura vida íntima, sino que, el concepto que tiene de sí misma puede verse comprometido.

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  • Después de la cirugía preventiva la mujer puede practicarse a la vez una operación reconstructiva de sus pechos, y así no sentirse inconforme con su apariencia y feminidad.

  • Como la relación de pareja puede presentar algunos inconvenientes, lo más adecuado es que antes de que la esposa se someta a esta operación, ambos asistan a una terapia de pareja para que sepan con claridad los posibles pros y contras de la misma.

  • Después de la debida recuperación de la cirugía, la vida íntima de la pareja puede seguir sin ninguna limitante o prejuicio, siempre y cuando el esposo muestre una actitud natural frente a la intervención.

El cáncer es una enfermedad que en cualquier momento puede cambiar los planes de vida de una familia, y cualquier persona puede llegar a padecerlo; por esta razón, es mejor prevenir que lamentar. Hay que darnos siempre la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida junto a nuestros seres amados.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.