Y entonces, ¿cómo te fue hoy en la escuela?

Tu hijo vive en dos mundos: tu hogar, y la escuela: Descubre cómo enterarte de lo que le pasa cuando deja la seguridad del hogar.

Arturo Leonardo

Son por lo menos cinco días a la semana los que los pequeños asisten al “templo del saber” (siempre quise usar esa frase), por lo que seguramente tendrán mucho qué contar al respecto. Sin embargo, los niños no siempre resultan ser tan abiertos para platicar sobre su día escolar, es por eso que nació la primer parte de este artículo sobre cómo preguntarles a los pequeños por las cosas que viven en la escuela. Si todavía no la has leído, puedes revisarlo aquí: Pregúntale de otra forma a tu hijo cómo le fue en la escuela

Como me parece un tema fundamental para estar al tanto de nuestros hijos, déjame compartirte algunas otras peguntas que pueden ayudarte en esta labor.

1. ¿Hay alguien con quien te gustaría jugar y no lo has hecho?

Tal vez por pena, tu hijo no ha podido acercarse a una persona con la que tiene ganas de charlar. A veces eso se acentúa en la adolescencia cuando quieres saludar al chico/a que te gusta y nada más no te salen las palabras, o te salen, pero por los talones. Ayúdalo a trabajar en su seguridad al relacionarse con las demás personas.

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2. ¿Quién es la persona más divertida de la clase?

Un 95% de los grupos tienen a alguien que siempre trata de hacerse el simpático (si lo sabré yo). Quizá algunas de sus bromas fueron verdaderamente divertidas o en su defecto, tal vez le causaron molestia a tu hijo. Si es el caso, pídele que te explique lo que pasó, eso también te ayudará a que sepas cosas sobre sus compañeros.

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3. Si tú fueras el maestro, ¿qué harías?

Yo les habría puesto un 10 de calificación a todas las personas como yo, aunque no sé si eso hubiera sido precisamente una buena idea. En realidad, con esta pregunta puedes desarrollar su visión crítica sobre los hechos y enterarte de algunos aspectos que podrían no estar muy claros en la forma de enseñar del docente. Tal vez sus ideas de dinámicas, pueden resultarte útiles para realizarlas con él en casa.

4. ¿Qué fue lo que te pareció aburrido?

Yo entiendo a la perfección que un plan de estudios trata siempre de ser lo más completo posible, por lo que deben impartirse a los niños todos los conocimientos que debieran tener en esa etapa. Sin embargo, eso no significa que tu hijo tenga que ser bueno en todas las actividades. Por ejemplo, a mí no me preguntes de matemáticas porque cambio la plática en un dos por tres (bueno, esas matemáticas sí las domino). Al preguntarle a tu hijo qué le pareció aburrido en su día, irás descubriendo cuáles son sus talentos, indagando sobre qué es lo que le apasiona hacer y comprenderlo mejor.

5. ¿En dónde juegas más a la hora del descanso?

El no estar en su ambiente “ideal” con sus juguetes, hace que los niños tengan que improvisar y adaptarse al lugar y las condiciones en las que están. Al hacerle esta pregunta, tal vez descubras que juega a cosas que tú hacías de pequeño y no estabas enterado, o quizá era como yo, que gustaba de jugar con los amigos fútbol americano con un bote de plástico relleno de basura. ¡Qué tiempos aquellos!

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Cuando hayas puesto en práctica estas sugerencias, por favor comparte con nosotros cuáles fueron tus resultados. El tema es que ahora tú nos cuentes ¿cómo te fue a ti en la escuela de la paternidad?

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.