¿Y tú? ¿Cómo vas a disfrutar tus años dorados?
De la vejez muy poco se habla y se escribe. Pero no esta por demás aceptar la senectud desde antes para planearla con un buen tiempo de anticipación. Prepararse para la vejez no es un asunto para el mañana, sino para hoy.
Erika Gaytán
La vejez es una de las etapas que más tememos. Llega tarde o temprano, y es una edad en la que nunca se quiere pensar, que se llega a negarse incluso. “Viejo” es un adjetivo que hoy tiene únicamente dos connotaciones: “estorbo” e “inútil”. Sin embargo, nuestros antepasados consideraban al anciano como un sabio, ya que la acumulación de conocimientos sobre la vida lo hacía un ser extraordinario, del que se podía aprender en todos los ámbitos.
Por otro lado está la salud que tanto se ignora en la juventud, pero cómo se añora años después. Y lo mismo sucede con los excesos que luego son incontrolables o de plano se anulan.
Hoy, el ser joven no es para nada sinónimo de salud por diversas situaciones que antes no se daban y que van desde el tipo de alimentos que se ingieren, su calidad, su cantidad y los hábitos, hasta las diversiones, manías y actividades físicas. Mira cómo puedes mejorar en estos renglones:
Fuera el aletargamiento
Siempre es necesario que te ejercites con medida y de acuerdo con tu estado de salud. Para ello tienes que acudir con un médico que te practique los estudios correspondientes y ¡listo! ¡Entrégate por completo al ejercicio! Recuerda que el cuerpo si no se usa, se va estropeando más rápido. Músculo que no se usa, se atrofia.
Manos a la obra
Existen centros sociales en los que se hacen diferentes actividades según el gusto y la habilidad de cada uno. Son lugares a los que puedes acudir varias horas por día, donde te vas a entretener, seguro aprendes y, además, convives con otras personas.
Conoce los centros de reunión
Si tu idea es “independizarte” de la familia y vivir con gente de tu misma edad, una opción es el asilo. En tiempos pasados estos lugares eran considerados como sitios donde la gente llevaba a los ancianos para deshacerse de ellos, donde tenían la plena seguridad de que iban a ser maltratados por enfermeras molestas y doctores peleados con la vida. Ahora esto ha cambiado, porque en esos centros se les ofrece actividades manuales, físicas, viajes, paseos y revisiones médicas.
Viaja
Si tus posibilidades económicas te lo permiten, disponte a disfrutar de unas merecidas vacaciones. No es necesario contar con mucho dinero, pues existen paquetes económicos para viajar en grupo y poder conocer playas, ciudades, museos, grutas, ríos, bosques, pueblos, etcétera. Aquí lo importante es que te consientas y disfrutes.
Disfruta de tu vida en casa
Ahora que si tu anhelo fue siempre poder disfrutar de tu casa, adelante, ¡hazlo! Nunca falta algo que se le pueda hacer al hogar: ya sea arreglar un jardín de ensueño, remodelar habitaciones o la sala, cambiar el piso, pintar el techo, limpiar las puertas, modificar la cocina, y todo lo que tu imaginación te permita.
La madurez no debe de ser sinónimo de tristeza, al contrario, de la misma manera que pasaste por la infancia, la adolescencia, la juventud y la adultez, busca vivir tu senectud. Es claro que depende de ti cómo la quieras pasar, pero recuerda que así como viviste cada etapa no hay marcha atrás, no te arrepientas de lo que no hagas por el temor a abrir la última puerta, esa por la que TODOS vamos a pasar. Este es el resultado de tus esfuerzos y en algún momento de tus sacrificios, así que ¡vívelo al cien por ciento!
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Erika Gaytán
Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.
