Yo NO me casé con la familia de mi esposo

El amor es más profundo de lo que puedes imaginar, significa dejar de lado un poco el deseo de sentirte bien a toda costa y abrir paso a otros comportamientos que pudieran parecer un sacrificio, pero son en realidad una muestra de amor por tu espos

Diana Cantor Martinez

“Yo no me casé con la familia de mi esposo”, es un argumento que suelen utilizar algunas mujeres para justificar de cierta manera las malas relaciones o la distancia que se mantiene con la familia de su esposo. Es una realidad que al casarse la pareja suela crear su propio espacio, independiente de los familiares de ambos. Sin embargo en mi concepto, la mujer, de cierta forma, tiene que establecer un fuerte vínculo familiar, no solamente con el hombre que ha elegido como esposo, sino también con su familia nuclear; es decir padres, hermanos, sobrinos etcétera. Y viceversa el esposo con la familia de ella.

La importancia de las buenas relaciones con la familia de tu esposo

Un hombre y su familia dejan de ser unos desconocidos para ti y se convierten en tu familia, el día que decides dar el sí frente al altar. Pero más allá de un compromiso, la importancia de tener una buena relación con tu nueva familia, es transformar esa obligación en un sentimiento, y ese sentimiento forma parte del mismo amor que tienes por tu esposo. Amarlo a él implica en toda su dimensión amar lo que él es y lo que él ama.

Las malas relaciones con la familia del esposo o la esposa dan cuenta de muchos distanciamientos, problemas que afectan directamente a la pareja e incluso separaciones y divorcios. Uno de los argumentos más populares es que los familiares se involucran más de la cuenta y obviamente esto suele ser molesto. No hay duda de que en muchos casos es verdad. Sin embargo, me gustaría mostrarte otra forma de ver las cosas y ayudarte con algunas sugerencias para manejar más asertivamente la relación, incluso mejorarla si las cosas no van bien y aunque parezca utópico, pensar en quererlos, lo cual sería una bonita posibilidad:

Empatía

Las personas solo llegamos a la verdadera comprensión de muchas cosas cuando nos enfrentamos de manera personal a ellas. Por ejemplo al ser padres, solo a partir del día en que nos convertimos en padres y crecemos en ese proceso, comprendemos en gran medida el comportamiento de los nuestros. Tal vez el día en que te conviertas en suegra, comprenderás un poco a la tuya. Pero antes de que eso suceda, analiza las cosas e intenta entender la manera de actuar y de pensar de la familia de tu pareja para que el tiempo que pases con ellos no sea una prueba ni un sacrificio. Seguramente habrá cosas que no compartirás, pero si te pones de tu parte y eres empática tendrás más paciencia y la convivencia será menos difícil.

En este artículo podrás encontrar la importancia de ser empático en el matrimonio: Una sencilla historia que puede cambiar tu matrimonio

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¿Malas intenciones o real preocupación?

Ahora bien, es típico creer que los familiares se involucran con malas intenciones al opinar o sugerir cosas que nadie les ha preguntado. Pero si cambias la óptica y piensas que quizás tan solo se trata de una preocupación sincera por el bienestar de tu esposo, notarás que lo que hay es un punto de encuentro porque tanto tú como ellos quieren y desean lo mejor para él. Recibe sin resistencia los consejos y sugerencias y al final toma tú la decisión que consideres conveniente para tu hogar, sin necesidad de entrar en discordias.

Establece límites

Los límites son saludables en todo tipo de relación y en esta en particular son indispensables. No hay necesidad de ser explícitos, con un solo comportamiento es suficiente para determinar esos límites. Ambos deben ser prudentes con su propia vida, con sus propósitos, con sus problemas y con sus decisiones. Entendiendo por prudencia que hay cosas que solo les compete a ustedes dos y que nadie más puede opinar al respecto. Para lograr esto deben ser muy reservados.

Habla bien de la familia de tu esposo

Hay cosas que necesariamente para que sean auténticas deben ser sinceras, y si no te nace decir nada bueno es mejor guardar silencio. La vida en matrimonio exige esfuerzos como este: ser respetuoso con lo que el otro ama, y en este caso se trata de su familia. Aunque tengas muchos motivos para quejarte y no hablar positivamente de sus familiares, procura siempre ser considerada con los sentimientos de tu esposo. A nadie le gusta estar con alguien que critica a las personas que amas en lo que la oportunidad se le presenta.

Ser especial y aprender a quererlos

Cuando amamos a alguien su felicidad es la nuestra. Qué lindo sería que algún día pudieras despojarte de tus predisposiciones y simplemente sorprender a tu esposo con un detalle lindo para su familia. ¿Qué tal invitando a sus padres a cenar o haciendo algo especial por ellos?, o por sus hermanos o por las personas que para él son importantes y significativas.

El amor es más profundo de lo que puedes imaginar, significa dejar de lado un poco el deseo de sentirte bien a toda costa, el deseo de no querer incomodarte de ninguna manera y abrir paso a otros comportamientos que pudieran parecer un sacrificio, pero que en realidad son una muestra latente del amor y el respeto que sientes por tu esposo.

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Para finalizar te dejo un artículo por si necesitas reestablecer la relación con tus padres ¿Tienes resentimiento hacia a tus padres? Entonces lee esto

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.