4 modelos de crianza tóxicos y cómo evitarlos

La manera en cómo criamos a nuestros hijos definirá su personalidad e identidad, evita aplicar estos modelos tóxicos en la crianza de tus hijos.

Adriana Acosta Bujan

Algunas veces pensamos que la forma de criar a nuestros hijos es la mejor. Al final de cuentas, nos basamos en los patrones que aprendimos en la infancia con la educación que recibimos de nuestros padres.

Sin embargo, estos modelos no son del todo eficaces, sobre todo en estos tiempos donde muchos investigadores hablan sobre el tema del bienestar emocional de los niños, niñas y adolescentes, cosa que antes no se tomaba demasiado en cuenta.

En tu infancia tal vez tus padres utilizaban la violencia física para modificar una mala actitud o comportamiento, pero hoy en día sabemos que criar a los hijos de esa manera puede traer malas consecuencias. En la actualidad se toma como prioridad la calidad de vida de los niños como parte crucial para su desarrollo humano.

Eso no lo pensaban nuestros padres o en la antigüedad, puesto que ellos nos criaron con sus ideologías y patrones bien arraigados que aprendieron cuando eran niños; es así como nosotros nos vemos envueltos implementando algunos modelos tóxicos que repetimos una y otra vez de manera inconsciente.

Eso sin mencionar que también tu pareja tiene su propio estilo y modelos de crianza que se pueden cruzar o interferir con tus ideologías y forma de ser.

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Modelos de crianza tóxicos

Ahora bien, ¿qué es un modelo de crianza tóxico? Para comprender mejor el tema, podemos definirlo como la manera que elegimos para criar a nuestros hijos, donde se imponen los castigos, el autoritarismo, el exigir demasiado o sobreprotegerlos sin medida.

Estos modelos por lógica impedirán avanzar a nuestros hijos, entorpeciendo su desarrollo físico y emocional, generándoles malestares, miedos, baja autoestima, inseguridades y poca confianza, incluso hasta podemos agregar un bajo amor propio.

Dicho lo anterior, te comparto cinco modelos tóxicos comunes que podemos evitar al momento de criar a nuestros hijos y así no sufrir las consecuencias.

1. Violencia física

Si eres una persona que cree fervientemente que un buen golpe es bueno para cambiar un mal comportamiento, puedes estar en un error, ya que tus hijos podrán experimentar miedo o terror frente a los golpes, llevándolos al grado máximo de la angustia y estrés.

Al momento de recibir los golpes, los niños pueden creer que no pueden hacer nada bien y así menos podrán aprender de sus errores. Incluso, aprenderán que todo se resuelve con violencia, por lo que pueden convertirse en niños agresivos en cualquier entorno en el que se encuentren, ya sea familiar, la escuela o su comunidad.

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2. Violencia psicológica

Ahora bien, existe otro tipo de modelo tóxico que usualmente utilizamos los padres para corregir a nuestros hijos y que no tienen nada que ver con la violencia física, sino más bien emocional y psicológica.

Recuerda que los seres humanos construimos nuestro pensamiento a partir del lenguaje; en ese proceso, los vínculos familiares se vuelven fundamentales para aprender palabras y construir significados.

Si utilizas palabras o frases humillantes, despectivas o hirientes para educarlos o ponerles límites, tus hijos pensarán que esas palabras verdaderamente los definen como esas personas. Esto, a la larga, podrá destruir por completo su amor propio, autoestima, seguridad y confianza en sí mismo.

3. Ser muy exigentes

Estoy de acuerdo que tenemos algunas veces ser exigentes con nuestros hijos, sin embargo, tenemos que aprender a ponernos nuestros propios límites para evitar que ellos sufran las consecuencias.

Por lo regular, los padres exigentes suelen ser dominantes, severos y rígidos con las normas y la disciplina, son poco flexibles y dan órdenes explicitas a fin de imponer su autoridad y mantener el control sobre sus hijos. Por lo general, cuando sus hijos comenten errores se muestran intolerantes y hostiles, ignorando sus necesidades afectivas.

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Los niños cuando son víctimas se vuelven vulnerables, pueden desarrollar creencias de inferioridad, desconfianza, pensando que son un fracaso y que son inútiles, incluso pueden desarrollar una dependencia enfermiza, que les dificultará desarrollar y explotar su capacidades, habilidades y destrezas.

Ahora bien, recuerda que los primeros años de vida de tus hijos son cruciales para formar su personalidad e identidad, lo importante es que la crianza se realice de manera positiva para que tus hijos puedan desarrollar un gran potencial en todas las áreas de su crecimiento.

4. Sobreprotección

Como padres queremos que nuestros hijos sean felices, por lo que pensamos que si los sobreprotegemos y cuidamos de todo el peligro y el mal existente, ellos no sufrirán. El problema es que sobreprotegerlos puede perjudicar a nuestros hijos en su desarrollo psicológico y su futura adaptación social, porque generará dependencia e inseguridades.

Ten en mente que entre más los sobreprotejas es probable que tus hijos se conviertan en niños inseguros, miedosos, tímidos o agresivos, se les dificultará hacer amigos y tendrán poca tolerancia al fracaso o a cometer errores, entre otras cosas.

Para poder evitar a toda costa estos modelos tóxicos te recomiendo analizar e identificar esos patrones que aplicas en la crianza de tus hijos para que puedas aplicar otras estrategias. Recuerda imponer límites de manera positiva, acércate a ellos, déjalos experimentar y desarrollar sus capacidades y, sobre todo, cuida de su amor propio.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.