5 errores de los padres que generan conflictos entre hermanos

Los conflictos entre hermanos es algo muy usual, sin embargo, puedes evitarlos al aprender de estos errores.

Adriana Acosta Bujan

Sin duda, las peleas entre hermanos es lo más común de observar dentro del seno familiar, sobre todo en la etapa de la niñez, puesto que es donde cada persona va adquiriendo su personalidad, identidad, se compite por la atención y el amor de los padres. Por esas razones es normal que entre hermanos se generen fricciones y conflictos muy a menudo.

Dentro de todas estas peleas los padres tienen una gran labor que ejecutar para evitar que las riñas se salgan de control y por supuesto lleguen a lastimarse gravemente. Pero lamentablemente, no solo se trata de intervenir en el tiempo preciso sino que se deberán evitar algunos errores que alteran la convivencia familiar.

Los padres no somos perfectos y vamos criando a los hijos conforme nuestras creencias, ideologías y patrones aprendidos durante la infancia. Sin embargo, deberíamos reflexionar sobre los siguientes errores para evitarlos por completo.

Un amor de competencia

Como mencionábamos anteriormente, los hermanos se pelean por diversos motivos, entre ellos: llamar la atención de los padres, celos o envidia; eso no quiere decir que no exista amor entre ellos, sino que aún no han comprendido la manera de fortalecer el vínculo sanguíneo de unión. Y es ahí donde los padres deberán intervenir y enseñar a sus hijos.

Ahora bien, ¿Cuáles son los errores que cometen los padres que generan celos entre sus hijos?

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1. Compararlos

Todos somos distintos, que algunos hijos son más tiernos, cariñosos y empáticos que otros, incluso tal vez exista un hijo favorito en casa. Pero no por esa razón los padres deberán compararlos, ya que podrán generar celos o envidias entre los hermanos.

Por ello es mejor evitar comparaciones de todo tipo como por ejemplo: de habilidades, temperamento o físicos. Piénsalo de esta manera: si comparas a un hijo con otro porque uno acaba más rápido sus tareas escolares y el otro no, es lógico que estarás propiciando celos entre ellos.

2. Etiquetarlos

Es inevitable que entre hermanos se resalte una virtud o un defecto, es parte de la personalidad de cada quien. El problema y error de los padres es que suelen etiquetar a sus hijos de manera inconsciente, por ejemplo: “Es un envidioso, nunca presta sus juguetes”, “Él es tímido”, “Ella es talentosa”, “Ella es inteligente”.

Si sigues etiquetando a tus hijos, llegará el día en que se crean lo que les dices y no se esforzarán para cambiarlo en la adultez. Aunque sean etiquetas positivas, pueden ser peligrosas ya que generan altas expectativas difíciles de cumplir, por lo que añadirán presión a los hijos por evitar defraudar a los padres.

Ahora bien, entre hermanos las etiquetas también pueden generar burlas entre ellos, sobre todo cuando están enojados. Será mejor evitarlas por completo.

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3. Distintas atenciones

Sé que hay hijos que necesitan más atención de los padres que otros, y no me refiero a situaciones especiales como alguna enfermedad, sino que por las distintas habilidades que cada uno posee. Recuerda que la calidad de tiempo que pases con tus hijos debe ser equitativa, no le des más atención a uno que al otro, de lo contrario estarás generando conflictos entre ellos.

Si cometes este error, también cabe la posibilidad de que tus hijos compitan entre ellos para llamar tu atención, amor y cariño, lo cual es muy usual.

4. Ser juez en las peleas

Es lógico que si tus hijos están en pleno conflicto se te ocurra intervenir para calmar la situación, eso es normal. Sin embargo, te recomiendo evitar ser el juez que diga quién tiene la razón en tal pelea, al contrario tú deberás ser moderadora, proporcionar a los hijos soluciones sin tomar partido por uno o el otro.

Ten en mente que si tomas la decisión de apoyar a un hijo, entonces estarás propiciando rivalidades, envidias y competencias innecesarias entre los hermanos.

5. Negociar

Tal vez has escuchado que para una mejor crianza es bueno reconocer los esfuerzos y premiarlos cuando los hijos han hecho algo bien. Sin embargo, esta manera de reconocimiento puede afectar la armonía entre los hermanos, ya que puede ser que uno haya logrado algo y se le dé un premio y al otro hijo no.

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En este punto será recomendable negociar con los hijos, por ponerte un ejemplo: si se le dio un premio al hijo que sacó buenas notas en el colegio, entonces al otro hijo le puedes decir que haga algo para que también se le reconozca su esfuerzo, tal vez ordénale que limpie la habitación o que lave el auto familiar; así los dos tendrán premios y recompensas, y de ese modo evitarás rivalidades o envidias entre ellos.

Ahora bien, recuerda que las peleas entre los hermanos es algo normal, sin embargo, deberás esforzarte para que poco a poco comprendan y aprendan sobre el valor de la familia, la unión que necesitan tener para ayudarse mutuamente y protegerse. Enséñales el vínculo que deben fortalecer cada día con tu ejemplo de vida o experiencias.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.