6 cosas que hacen sentir muy culpables a las madres (y no deberían)

"No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser una buena madre" (Jill Churchill).

Erika Patricia Otero

“La maternidad tiene un efecto humanizador,

todo se reduce a lo esencial”.

Meryl Streep

Hace unos años, una amiga de mi madre me preguntó la razón por la cual yo no había tenido hijos. Mi respuesta fue corta y sencilla: “Es una responsabilidad muy grande para la que no estoy preparada”. La respuesta de esta mujer fue la siguiente: “No lo es tanto. Es cuestión de algo de comida, la ropa y los pañales son baratos… un niño no pide ni necesita tanto”. Me limité a callar y sonreír con desdén, aunque hervía por dentro.

Ser madre no es como lo expuso aquella mujer, no por lo menos para mí. El ejemplo que recibí de mi madre fue muy diferente. Un hijo merece lo mejor que uno pueda darle. No migajas de tiempo y cosas materiales. Merece todo mi esfuerzo y disponibilidad de tiempo, todo mi amor. Eso fue lo que me enseñó mi madre.

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Maternidad: un camino de rosas y espinas

Es un hecho que no venimos con un dispositivo que se active al momento de quedar en embarazo y que diga: “Ya estás lista para ser la mejor madre del mundo”. No creo que deba decir que durante los años de crianza de un hijo, una madre comete muchos errores. También es un hecho que se sienten culpables por infinidad de cosas que desconocen; es por eso que nunca deberían sentirse así.

La labor de ser madre es complicada. Sin embargo, se hace más difícil por el hecho de estar en la mira de quien quiera dar su opinión. En efecto, cuando de criar se trata, hay personas que basadas en su experiencia y buenas intenciones quieren “enseñar” la forma en la que las madres (primerizas o no) deberían criar a sus hijos.

Esto no sería malo si no fuera tan invasivo. No es malo tratar de ayudar a alguien en el cuidado de su hijo, pero esto debe suceder siempre y cuando sea la madre quien busque ayuda.

Otro punto es que esas opiniones pueden hacer sentir a la madre que está cometiendo muchos errores al criar a su hijo. A ver, la maternidad no es cuestión de perfección. Es un hecho que se cometen errores, pero no tantos como esas críticas pueden hacerte llegar a creer. Las madres tienen sobre su espalda mucha presión personal como para sumarle las críticas ajenas.

Con lo anterior expuesto, quiero señalar a continuación 6 cosas en la crianza que hacen sentir a las madres culpables (y no deberían).

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1. Hacer uso de algún electronico para entretenerlo en lugar de recurrir a juguetes didácticos

Los niños necesitan estar entretenidos; aún más cuando no van a la escuela. Quienes son madres saben que buscar la forma de distraerlos es agotador. No todo el día se puede ir de paseo o te puedes sentar a jugar o leerle cuentos cuando tienes muchas más responsabilidades por hacer.

Es en esos momentos cuando en medio del cansancio recurres a la tableta o la televisión para entretenerlo y tener algo de tiempo. Sí, dejar la “crianza” en manos de un electrónico puede resultar dañino. Sin embargo, eso solo va a pasar si excedes el tiempo que le permites estar en contacto con ellos.

No te sientas mal por ceder a la tentación. Solo mide el tiempo que le concedes y comparte más tiempo de valor con tu hijo, pero no te sientas mal.

2. Alimentarlo a base de leche de fórmula en lugar de darle pecho

Muchas mujeres prefieren alimentar a sus bebés desde que nacen con leche de fórmula (de tarro) que darles pecho. La razón por la que lo hacen puede ir desde querer mantener la estética de su cuerpo, hasta considerar que es muy doloroso o temer no poderles dar el alimento suficiente.

Como sea, no es potestad de nadie juzgar las razones por las que lo haces y no tienes por qué justificar tus decisiones con nadie. No darle pecho no te hace mala madre o irresponsable; si así fuera, las mujeres que no pueden amamantar serían malas madres.

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3. Gritarle

Va a pasar muchas veces, y te vas a sentir muy mal. La situación es debes esforzarte por darte cuenta cuándo es que ocurren los gritos. Cuando logras eso, será más fácil mantenerte bajo control y respirar profundo antes de volver a gritarle.

4. Darle dulces

Es probable que como madre le proporciones a tu hijo una alimentación rica y variada. Eso es genial, pero créeme, aunque muy loable, casi que es imposible darle frutas y verduras las 12 horas que esté despierto.

Solo es cuestión de mantener un sano equilibrio en lo que le des al desayuno, almuerzo y comida y lo que le proporciones para merendar. Si insistes en darle solo una dieta sana va a aburrirse. No es cuestión de darle dulces y helados a diario, con una o dos veces por semana basta, y eso no los hará obesos.

5. La guardería

A veces, por cuestiones de trabajo o tiempo tú no puedes cuidarlos el tiempo que otras madres sí lo hacen. Eso tampoco te hace mala mamá.

La guardería a la edad de 3 años es sana, ya que le ayuda a construir sus primeras amistades. Además, le permite conocer a otras personas fuera de su círculo familiar, algo que va a pasar a la edad de 4 o 5 años cuando comience la escuela.

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6. No darle todo lo que quiere

Tus hijos no necesitan todos los juguetes, dulces o cosas de las que se antojan. Es cuestión de hablarles claro y explicarles porqué no se los das.

No te sientas mal por negarles esos objetos. No los estás dañando, les estás enseñando que las cosas se obtienen cuando se ganan o se merecen, no solo cuando se quieren.

Solo me queda por decirte que a lo largo de tu vida como madre van a ser muchos los momentos en los que te sentirás mal y frustrada. Pese a eso, puedo asegurarte que van a ser mayores los momentos de felicidad y orgullo al ver a tus hijos adultos y que son personas de bien, gracias a ti.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.