6 ejemplos de doble moral con los que la gente arruina su vida

Trata de ser coherente con tus actos, y que lo que digas coincida con lo que haces.

Fernanda Gonzalez Casafús

“Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”, reza el dicho. Una frase que dibuja y focaliza en el comportamiento de muchas personas en nuestra sociedad actual. Las personas con doble moral aparentan tener ciertos valores que no practican y critican a quienes no los tienen. 

Seguramente alguna vez te hayas encontrado con alguien que maneja la doble moral, que no son consecuentes con lo que dicen, y cuyos actos no coinciden con los valores de los que se jactan defender.

Así, encontrarás matrimonios que van a la Iglesia todos los domingos pero que viven una batalla campal en casa, a personas que enarbolan la bandera contra la discriminación pero no dejan que su hijo se junte con el vecino, o a quien en Navidad hace caridad pero el resto del año es mezquino con quienes más lo necesitan.

La doble moral, una costumbre que destruye a las personas

El mecanismo de la doble moral es así: algo está mal ante los ojos de la sociedad, pero se sigue practicando a escondidas. Este tipo de comportamiento supone una contradicción que solo puede revertirse de una manera: siendo leal a uno mismo.

Todas las culturas tienen su moral y su código de conductas establecido; el punto es que no siempre se la respeta. Y como solemos querer quedar bien frente a todos, nos engañamos muchas veces a nosotros mismos poniendo en práctica aquello que de la boca para afuera aborrecemos.

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Ejemplos de doble moral en la sociedad

1 Luchar contra el capitalismo, twitteando desde un iPhone

Si navegas en las redes sociales verás cientos de ejemplos como este. Personas que luchan contra una causa desde sus casas sin mover un pelo por ello. Decir que nos importa la desnutrición infantil en África, cuando le negamos el pan al niño que pasa pidiendo por casa, eso sí que es tener doble moral.

Compartir una imagen de Jesús en Facebook, cuando no nos encontramos con él a solas en la oración, es otro ejemplo. O luchar contra el capitalismo y las grandes corporaciones, cuando todo lo que consumes y compras viene de las multinacionales que tanto detestas.

2 Juzgar a los políticos por corruptos, pero evadir impuestos

Solemos criticar siempre a quienes están en el poder. Ellos son el eje del mal de un país, al parecer. Pero ¿por casa cómo andamos? Quienes están en el poder son tan solo un reflejo de la sociedad.

Si quieres un país libre de corrupción, paga tus impuestos, o deja de realizar trucos y chantajes para pagar menos de lo que debes. Nuestros hijos nos ven que tratamos de mentirosos a los políticos, pero les enseñamos a mentir cuando nuestro vecino llama al teléfono y le decimos “dile que papá no está”.

3 Aceptar los piropos de un compañero apuesto, pero tomar como acoso los de un hombre feo

Tal vez pase desapercibido, pero muchas veces juzgamos el coqueteo a través de su aspecto físico y de nuestras preferencias personales. Es decir, cuando un compañero de trabajo que es verdaderamente apuesto nos dice algún piropo todos los días, nos sonrojamos y lo aceptamos.

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Pero cuando el halago viene de un compañero de trabajo cuyo aspecto no nos gusta para nada, lo tomaremos como acoso, o simplemente nos sentiremos fastidiadas. Esto es, sencillamente, otro ejemplo de doble moral.

4 Regañar a tus hijos por usar el celular, cuando tú lo tienes todo el tiempo en la mano

“Basta de celular por hoy”, le dije a mi hija ayer. “Entonces tú, mamá, también lo dejarás, ¿no?”, me respondió. A veces los padres pretendemos educar a nuestros hijos con las palabras, siendo que las mismas solo convencen, pero es el ejemplo el que verdaderamente educa.

5 Mostrar al mundo una familia perfecta, que por dentro está fracturada

Todos queremos mostrar que tenemos una familia feliz, pues ese es verdaderamente el deseo más íntimo en nuestro corazón. Pero ¿qué estamos haciendo para lograrlo?

No nos quedemos en lo que se ve a simple vista, trabajemos para que lo que queremos mostrar sea real cada día de nuestras vidas. Que la doble moral no llegue al seno de la familia. Si queremos mostrar una familia feliz, vayamos a casa y trabajemos por ello.

6 Condenar a una mujer por ser atractiva y llamativa pero elogiar al hombre que lo es

Lo vemos a diario en la sociedad ¿Quién critica a los actores, cantantes y famosos por su aspecto sensual? Nadie, pues no es una crítica sino una alabanza. Sin embargo, aquellas mujeres que son atractivas y llamativas son juzgadas por el mundo entero.

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Crecemos en una sociedad donde el machismo es imperante; donde un hombre tiene la potestad de tener cientos de mujeres a su alrededor y ser un dios por ello, mientras que se hostiga a las mujeres por ser deseadas y atractivas.

Si eres honesto, practica lo que profesas

La vara con la que se mide lo que es bueno y lo que es malo no la tiene solo la sociedad y la cultura, sino cada uno de nosotros. Trata de ser coherente con tus actos, y que lo que digas coincida con lo que haces.

Evitemos que la doble moral se replique en el día a día, empezando desde nuestro hogar. Ser una persona íntegra te dará grandes satisfacciones en la vida, no te apartes del camino.

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Fernanda Gonzalez Casafús

Fernanda es Licenciada en Periodismo, especialista en Redacción Digital y Community Managment. Editora de contenidos y redactora en Familias.com. Nacida en Argentina y mamá de dos, ama los animales, la danza, la lectura y la vida en familia. Escribir sobre la familia y la maternidad se ha convertido en su pasión.