7 hombres divorciados cuentan qué hubieran hecho de forma diferente en su matrimonio

"Hoy me arrepiento de todo aquello que no hice a tiempo para poder salvar mi matrimonio" ¿Estás tú a tiempo de salvar el tuyo?

Erika Patricia Otero

Ninguna persona empieza una relación amorosa pensando que con el tiempo va a finalizar, pero pasa. Ninguna pareja en el mundo el día de su boda piensa que en algún momento va a divorciarse; y también ocurre.

No tengo intención de minimizar el dolor que trae una ruptura amorosa; sin embargo, esta es menos trágica que un divorcio.

Cuando dos personas atraviesan un noviazgo, hay convenciones que se establecen tácitamente y deben respetarse; el asunto es que estás aprendiendo tu funcionamiento como parte de un compromiso amoroso. El rompimiento duele, pero dependiendo de tus elecciones, las consecuencias no deberían ser trágicas.

En cambio, en un matrimonio hay un compromiso asumido, tanto moral como legal. Hay cierta cantidad de responsabilidades, emociones, esfuerzos y votos que se asumen con una meta en común: una familia. Como ves, ninguno de los dos está pensando en un divorcio. Aun así, muchas veces la intolerancia, la incomprensión y el orgullo le ganan al amor.

El arrepentimiento tras el divorcio

Luego de un divorcio, es común que las personas reflexionen sobre lo que no hicieron o hicieron mal en sus matrimonios. En esos momentos es que son capaces de ser objetivos y se dan cuenta que los reclamos de su pareja no eran tan absurdos e histéricos como argumentaban, pero ya es demasiado tarde para ellos.

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Aun así, tras el gran sufrimiento que viene de la mano de un divorcio, también hay un gran aprendizaje, mismo que no debería ser guardado para sí.

7 hombres divorciados y sus consejos sobre el matrimonio tras su dolorosa experiencia

Sí, lastimosamente muchas veces las personas aprendemos la lección tras el dolor que una experiencia deja, y como tal, ese aprendizaje merece ser compartido.

Esta vez son 7 hombres los que comparten su experiencia. Ellos descubrieron tras el divorcio las cosas que les hubiera gustado hacer de manera diferente en sus matrimonios y esperan poder ayudar a las personas a que reflexionen sobre tu actuar.

No es mi experiencia personal, es la de terceros, yo solo seré su vocera y daré un punto de vista al respecto.

1 “Su hubiera sido menos arrogante podría haber aceptado la ayuda que me ofrecían” (Aaron, 40 años, Illinois)

Aaron confiesa que muchas personas se ofrecieron a prestarle ayuda a él y a su esposa cuando tenían problemas; sin embargo, ellos creyeron ser los únicos capaces de solucionarlos, por eso se negaron a recibirla. Él argumenta que si solo no hubiera sido orgulloso y hubiera hablado con alguien respecto a sus dificultades, posiblemente las cosas hubieran sido diferentes entre ambos.

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No hay nada de malo en hablar con amigos o familiares sobre lo que pasa en el matrimonio y recibir consejos; estos a veces ayudan, pero siempre debe haber un límite en la ayuda que aceptas. Quizás solo requieres desahogarte o ver otro punto de vista, nada se pierde.

2 “Desearía haber aceptado su ayuda y comprensión” (Richie, 37 años, Texas)

Cuando él se casó era un hombre profesional y exitoso; sin embargo, las cosas cambiaron tiempo después de haberse casado. Perdió su empleo pero decidió no permitir que su esposa lo viera como un fracasado. Fue así como decidió mantener una fachada de fortaleza que trataba de ocultar la manera terrible como se sentía. Aunque su esposa trató de apoyarlo y confortarlo en sus momentos de dificultad, él no se lo permitió y ella sencillamente se cansó de su actitud.

No hay nada de malo en el fracaso, lo malo es que no seas lo suficientemente humilde para reconocerte débil y aceptar la ayuda de la mujer/hombre que tienes a tu lado. Un matrimonio es de dos personas que se supone unen sus vidas para vivir “en las buenas y las malas”; así que merece la pena hacer valer ese voto de confianza.

3 “Me hubiera gustado haber enfrentado mis problemas sexuales de la manera correcta” (Alan, 36 años, Ohio)

Para Alan, el aspecto sexual de su matrimonio cambió mucho con la llegada de sus hijos, a tal punto que sus encuentros se hicieron nulos. El problema es que ninguno de los dos hablaba de la situación; hasta que ella lo hizo. En un principio para él fue un alivio, el cual dejó de existir cuando ella le propuso soluciones. Y aunque el del problema era él, se sintió ofendido cuando le propuso buscar ayuda. Él simplemente no pensó en su esposa.

El egoísmo no funciona en un matrimonio. Hay que saber pedir ayuda y buscarla, hay que aprender a escuchar al otro y ser humilde para reconocer que no siempre podemos con todo.

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4 “Me hubiera gustado haber sido menos materialista” (Neil, 38, Colorado)

Al momento del divorcio, Neil se dio cuenta que para poder dividirse las cosas que habían conseguido durante su matrimonio, debían unir fuerzas. Tenían tantas cosas que le resultó absurdo darse cuenta que su matrimonio se había basado en conseguir cosas y no en el amor.

Obtener cosas materiales no es malo; el problema real radica en enfocarse solo en obtener cosas y descuidar lo que realmente vale la pena: la pareja y la familia. Se puede ser igualmente feliz con pocas cosas.

5 “Desearía haber renunciado a mi horrible empleo” (Matthew, 35 años, Nueva Jersey)

En este caso Matthew tenía un trabajo horrible que lo hacía infeliz y toda esa carga la “descargaba” en casa con su esposa. Como era de esperarse, ella se cansó.

El miedo a estar sin empleo en este caso fue el culpable de esa separación. Es fácil de entender, en el mundo de hoy es muy complejo -aún para un estadounidense- hallar un trabajo digno y bien pago, pero hay que saber poner las cosas en perspectiva, aprender a escuchar al otro y esforzarse por encontrar una salida; es eso o quedarse en un empleo horrible sin desquitarse con su pareja.

6 “Me hubiera gustado haber puesto límites a mis suegros” (David, 31 años, California)

En este caso, el matrimonio de David fue dañado por la intromisión constante de sus suegros que no lo querían. Él y su esposa se casaron muy jóvenes y no supo cómo poner límites a tiempo.

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Dejar que terceros se entrometan en la relación es sumamente dañino porque no les permiten madurar, no les dan espacio ni intimidad. La familia política puede hacer bien, pero hay que saber cómo poner límites antes que sea tarde.

7 “Si hubiera abandonado las redes sociales, las cosas hubieran sido distintas” (Gabriel, 37 años, Pensilvania)

La perdición para el matrimonio de Gabriel es que se empecinó en comparar su relación con las “ideales” que sus conocidos compartían en la redes sociales. Esto los llevó al fracaso porque no supieron distinguir la verdad a medias que se compartía en las redes, que resultó ser un mundo de mentiras que terminó con su matrimonio.

Este es un problema muy frecuente en las parejas más jóvenes. Primer error: creer  que lo que se comparte en las redes sociales es real. Segundo error: compararse con otros. Ambos son los ingredientes perfectos para llevar a la ruina la seguridad personal y marital.

Todo matrimonio es diferente, aún así hay situaciones que pueden ayudar a todas las parejas si aprenden que un matrimonio es una sociedad, a no dejarse vencer por el orgullo, el miedo al fracaso, el ego insufrible y la tecnología mal entendida.

Aceptar ayuda, aprender a escuchar , a hablar y a comprender las necesidades del otro pueden ser el remedio a tiempo para cualquier relación que esté en la cuerda floja. Mientras haya amor, todo se puede.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.