7 lecciones que aprendemos de los niños todos los días

Nunca subestimes la inteligencia de un niño, ya que te sorprenderás de las cosas que puede enseñarte.

Adriana Acosta Bujan

Los niños son maravillosos, elocuentes y divertidos. A pesar de su inmadurez y poco conocimiento de muchas cosas, son capaces de darnos lecciones a los adultos. Por ello es que nunca se debe subestimar la inteligencia de un niño, ya que podemos aprender mucho de ellos.

Aunque algunas veces los pequeños puedan llegar a desesperarnos fácilmente, puesto que por su naturaleza son traviesos, debemos poner atención en ciertas reacciones y comportamientos que tienen ante cualquier situación de la vida.

Tal vez, esta es la razón por la que muchos profesionales espirituales aconsejan hablar con nuestro niño interior (ese que vive dentro de nuestra alma y que algunas veces lo dejamos abandonado), para poder entender y sanar algunas carencias afectivas o problemas que enfrentamos como adultos.

Sin temor a equivocarme, creo que muchos de nosotros desearíamos regresar a ser niños, ya que la infancia es una de las etapas más hermosas que experimentamos; no hay miedos, preocupaciones, responsabilidades y solo se piensa en jugar, explorar, aprender y divertirse, ¡Sin duda el mundo de los niños es maravilloso!

Pequeños y grandes al mismo tiempo

Los niños desean crecer rápido para ser adultos y los adultos deseamos regresar a ser niños; suena un poco distorsionada la idea pero muchas veces es así; y más ahora que el mundo evoluciona y cambia a pasos agigantados. Ahora los niños tienen nuevas ideas, nuevos conceptos y maneras de pensar que antes nosotros no teníamos, esto es porque han nacido en una época donde la tecnología forma parte de su día a día.

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La tecnología los ha ayudado a desarrollar nuevas habilidades; ahora hay más niños extrovertidos, empáticos, reflexivos y con un amplio conocimiento del mundo. Tal vez es por ello que nos dan lecciones valiosas de las cuales debemos reflexionar:

1 No importa el qué dirán

En un solo clic podemos encontrar en las redes sociales millones de niños compartiendo sus habilidades y destrezas al mundo entero. A ellos no les interesa el qué dirán o las críticas, solo lo hacen para divertirse y tener más amigos. Es de destacar su valentía y la manera en cómo estos niños se desenvuelven fácilmente ante una cámara; cosas que tal vez muchos adultos aún no comprendemos, ya que para nosotros es importante dar una buena imagen de nosotros mismos.

2 Los sueños se hacen realidad

Los niños nunca dejan de soñar, su imaginación está activa “a mil por hora”. Tal vez, sus pequeños sueños sean alcanzables gracias a sus padres y seres queridos que harán todo lo posible por verlos felices; sin embargo, como adultos debemos aprender la lección de no dejar de soñar, ya que siempre encontraremos en el camino personas que nos ayuden, guíen y apoyen para hacer nuestros sueños realidad. ¡Sueña y sueña en grande, ya que el único límite que impedirá alcanzar tus sueños, serás tú mismo!

3 Ayudar y ser empático

Algunas veces los adultos estamos tan sumergidos en nuestras preocupaciones, obligaciones y responsabilidades, que dejamos de percibir que muchas personas necesitan ayuda. No me refiero a que los adultos no ayudemos a los necesitados, sin embargo los niños tienen una gran visión y audacia para detectar a esas personas que la están pasándola mal. Ellos son más observadores, por tal razón debemos aprender a dejar a un lado nuestros propios intereses y ver más allá, tal vez alguien cercano necesita de ti.

4 Lo sencillo puede ser extraordinario

Los adultos somos un tanto complicados, deseamos tener muchas cosas para poder sentirnos felices. Sin embargo, los niños disfrutan cada momento con cosas sencillas, sin necesidad de desear tener más y más. Con su creatividad e imaginación los niños transforman las situaciones y las cosas que tienen en grandes juegos extraordinarios y fantásticos, logrando ser felices con las cosas que tienen a su alcance.

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Es por ello que debemos aprender a disfrutar lo que tenemos, valorarlo y ser felices cada instante; ya que la felicidad solo se construye por los buenos momentos que experimentamos durante el día; deja de pensar que la felicidad está en el futuro o en las cosas que puedas comprar; mejor aprende a sentirte feliz con lo que tienes ahora.

5 Los héroes son reales

Para los niños, sus padres son los héroes de su historia, siempre serán admirados por sus hijos. Los héroes existen y son personas comunes y corrientes, que salvan vidas, que están disponibles para ayudar y hacer felices a los demás. Los adultos debemos creer que esos héroes existen y que no solo están en los cuentos o películas, sino que son personas cercanas en nuestra vida, esas que por alguna razón aparecen para ayudar, motivar e impulsarnos para a seguir adelante.

6 El mundo está lleno de cosas asombrosas

Todos los niños aprenden explorando su mundo, para ellos lo que tocan, escuchan, ven, huelen y comen son cosas asombrosas y espectaculares. El cantar de los pájaros por las mañanas, el tocar el agua fría de un río, el aroma de las flores, los sabores agridulces, son cosas que ellos disfrutan al máximo. Como adultos, dejamos de disfrutar esas cosas, esos paisajes o de esos olores; por estar sumergidos en la monotonía de la vida, es como vivir en automático.

7 Si caes una y mil veces, te levantarás

Los adultos siempre enseñamos a los niños a levantarse una vez que han caído o tropezado; es parte de la vida. Sin embargo, esa lección que les enseñamos va más allá de un simple raspón o herida; si lo piensas y reflexionas a profundidad, los niños no se rinden tan fácil, siempre intentan una y otra vez hasta que logran su objetivo. Así que la lección que debemos aprender de ellos es la misma: no dejarnos vencer fácilmente a pesar de las adversidades, seguir intentando (lo que sea) para conquistar nuestros sueños.

Muchas cosas aprendemos de los niños, grandes lecciones que como adultos deberíamos aplicar en nuestra vida diaria. Toma un respiro y reflexiona sobre estas grandes enseñanzas; seguramente ahora tu visión de vida cambiará y disfrutarás cada instante para sentirte feliz. ¡Vuelve a ser niño!

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.