7 malos hábitos que hacen a las personas poco atractivas

Erika Patricia Otero

El mundo de hoy está colmado de personas que usan máscaras y dan falsas apariencias. Algunas hacen uso de estos escudos para protegerse; otras más lo hacen para dar una buena imagen y ocultar en realidad quiénes son.

“Caras vemos, corazones no sabemos”, dice el dicho; y para bien o para mal, es muy cierto. Es posible que te haya ocurrido que conoces a alguien que te impacta. Ya se trate de su apariencia o de su manera de ser, te genera una buena primera impresión; sin embargo, con el paso del tiempo, las cosas cambian y comienzas a ver su verdadero ser; uno que no te agrada. No te preocupes, eso nos ha pasado a todos. Además, es posible que tú también hayas estado del otro lado de la situación, de ser la persona “poco atractiva”.

Las razones por las que no gustamos o nos deja de gustar alguien pueden ser variadas. Lo interesante es que siempre que deja de gustar o de atraernos alguien, es ni más ni menos que por la forma de ser.

A continuación, enumeraremos los hábitos que hacen que nos deje de gustar alguien o que dejemos de ser atractivos.

1 Mostrarse inseguro

Es justo que dudemos de muchos aspectos personales. Una persona que te quiere puede lidiar con algunas inseguridades; sin embargo, si recalcas que te sientes fea y gorda, vas a comenzar cansar a esa persona especial.

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La inseguridad es algo con lo que podemos luchar en silencio, sin estar pregonándolo a los cuatro vientos.

La forma en que puedes lograr de a poco amor propio es haciendo afirmaciones positivas respecto a tu aspecto. Por ejemplo, a diario puedes decirte frente al espejo que eres hermosa. Otra cosa que puedes hacer es empezar a ejercitarte; no se necesita más que voluntad para cuidarte y comenzar a cambiar el concepto que tienes de ti.

2 Ser quejumbroso

Va de la mano con el punto anterior. Quejarse es ver constantemente lo que no se tiene.

Es cierto que para ser felices nos faltan muchas cosas; sin embargo, quejarse lo único que hará es empeorar la percepción que tienes del mundo.

Una persona quejumbrosa resulta cansina y aleja a quienes le rodean porque su actitud drena la energía.

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Cuando empiezas a agradecer lo que tienes, entiendes que puedes ser feliz con eso. Créeme, tu actitud ante la vida va a cambiar radicalmente.

3 Una actitud grosera

Con esto no nos referimos a una persona que dice palabrotas, que también puede alejar a alguien que no guste de ese tipo de comportamiento, pero esto es otra cosa.

Con actitud grosera nos referimos al trato que le da a los demás. Por lo regular, esto es más evidente al ver cómo trata a las personas que le prestan un servicio.

Terrible tener que lidiar con alguien que trata mal a una secretaria o a un mesero. Esas personas que tratan mal a quienes le sirven son terribles seres humanos.

Aun así, también podemos ver cómo trata a su familia. Una persona que trata mal a su familia es capaz de tratar mal a cualquiera. Como se relacione con sus hermanos o padres va a relacionarse con los demás.

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4 Ser egoísta

A alguien egoísta solo le importa lo que tiene que ver con sí mismo y su vida. Sus problemas son más importantes, sus necesidades más relevantes.

Se necesita mucha paciencia para lidiar con alguien así. Por lo regular, solo buscan buscan atención; sin embargo, cuando alguien trata de darles una mano lo que hacen es rechazarla. La razón es que solo aceptan como verdad cerrada lo que ellos consideran bueno o cierto.

5 Ser controlador

Una persona controladora aleja a todo el mundo de su vida. Es terrible tener a alguien con esa actitud cerca.

El problema es que quieren que los demás hagan las cosas según su voluntad. Cualquier acción o decisión diferente es mala porque no vino de ellos.

6 No actuar con reciprocidad

Las relaciones humanas van en dos direcciones: dar y recibir. Si alguien solo está dispuesto a recibir, pero no da nada, la verdad es que resulta bastante molesto de tratar.

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Se puede querer mucho a alguien; sin embargo, ese afecto se va por la ventana cuando la falta de correspondencia entra por la puerta.

No es solo recibir o solo dar; se necesita un equilibrio para que las relaciones se fortalezcan. Claramente una relación donde una de las partes solo da o solo recibe no llega muy lejos.

7 Descuidar tu propio ser

No me refiero en este punto a mantener como maniquí de tienda; para nada. Me refiero a descuidarse cuando después de conquistada una persona se olvida por completo de mantenerse medianamente aseado y guapo.

Hay casos donde las personas dejan de bañarse porque ya no sienten que sea necesario; como si su pareja fuera alguien seguro que no se va a cansar de ese descuido.

Las relaciones humanas son realmente difíciles de establecer. Basta un mínimo descuido, un poco de confianza, para mostrarse realmente como se es. Por eso, lo mejor es ser genuino desde el primer momento; esto evitará muchos malos entendidos y agradarás o alejarás a esa persona, pero te evitarás decepciones.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.