Afirmaciones para atraer prosperidad a tu vida

La palabra tiene un poder que no imaginas ¿Qué palabras estás usando a diario que te impiden atraer la prosperidad a tu vida?

Erika Patricia Otero

En Colombia, cada fin de año las personas solemos llevar a cabo muchos rituales para atraer a nosotros la buena fortuna.

Algo que también hacemos es abrazamos con nostalgia añorando lo que se dejó atrás, y anhelando las cosas buenas que prometen llegar. Los buenos deseos no se hacen esperar, y no dejamos de escuchar tanto de familiares como amigos la frase: “Ten felicidad y un prospero año nuevo”. Y sí, todos queremos un nuevo año próspero y feliz.

Pero ¿Qué es prosperidad? Yo creo que la prosperidad es poder gozar de bienestar en todos las aspectos de la vida. Eso implica la familia, el empleo, salud y bienestar en general. En efecto, el concepto es más o menos ese; por supuesto, también es diferente para cada uno de nosotros.

La clave de la prosperidad

La prosperidad no es solo un deseo que se alberga en lo más profundo de nuestros corazones; ni tampoco los buenos deseos en un fin de año.

Ser próspero es algo que necesitamos todos los días de nuestra vida; da esperanza para seguir esforzándonos. Sin embargo, muchas personas no tienen en cuenta es que ese “estado” o “condición de vida” no se logra con solo desearlo.

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Alcanzar la prosperidad, va de la mano de una buena actitud y positivismo ante la vida. Nadie llega a ser próspero si se queja a diario, reniega, no agradece lo que tiene, y solo se enfoca en lo que carece en lugar de ver lo que posee. Tampoco valen de nada agüeros, baños o buenos deseos; como mencionábamos antes, una buena actitud y ser agradecidos son el secreto de una vida próspera.

Encausando la prosperidad

Como señalé antes, ser positivo tener una buena actitud, da como resultado una vida colmada de eventos prósperos.  Aun así, un gran apoyo para ayudar a enfocarnos en lograr una vida colmada de bienestar, son las afirmaciones.

Las afirmaciones son frases, palabras o expresiones que las personas solemos usar de manera repetitiva. También pueden ser positivas e impulsar nuestra vida a un nivel de bienestar, o ser negativas y colmarla de angustia y pesimismo.

Frases como: “¡Qué tonta soy!”, “Todo me sale mal”o “No soy capaz de nada”, son ejemplos de afirmaciones negativas que poco a poco destruyen nuestra calidad de vida y bienestar.

Por el contrario, cuando nos decimos :”Yo puedo hacerlo”, “Soy capaz de lograr lo que me proponga” o “Qué hermosa me encuentro hoy”, la manera como percibimos la existencia cambia como pasar de la noche al día.

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Tú eres el cambio que necesitas

Una frase que todos hemos escuchado alguna vez en nuestras vidas es que “somos nuestros peores enemigos”; sin embargo, cuando decidimos decirnos que somos valiosos, nos volvemos nuestros mejores amigos.

Desde mi experiencia, puedo decirte que el poder de las afirmaciones -positivas o negativas-, es grande y cambia la forma como nos percibimos.

Recuerdo que cuando estaba por terminar mis estudios universitarios, fui a la casa de una compañera que solía transcribir trabajos a computador como manera de ganar algo de dinero extra. Como decoración de su pequeña oficina tenía una serie de frases motivadoras. La que más me impactó ese día y lo sigue haciendo hasta el de hoy decía:

“Si crees que puedes, tienes razón. Si crees que no puedes, también tienes razón”.

Henry Ford

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El desafío Monserrate

Tiempo después viaje a Bogotá. Durante ese viaje no dejé de pensar en esa frase y toda la razón que tenía. Un día antes de regresar a casa, un familiar me invitó a hacer una caminata al cerro de Monserrate.

Monserrate es una montaña altísima en cuya cima se halla un centro de peregrinación católico. Para llegar a la cima se puede hacer de tres formas: teleférico, que va por aire; funicular, que es transporte por tierra, y por supuesto a pie. Nosotros elegimos la última.

Como puedes imaginar fue terrible, inclemente y doloroso; sumamente demandante. Recuerdo que para darme fuerzas, me repetía de manera incesante esa frase. Era como si con cada paso y punzada de dolor en las piernas (para alguien que no hace ejercicio) esa oración me diera el empujón que necesitaba para seguir adelante.

Al final, luego de 2 horas y media de caminata cuesta arriba, estaba en la cima disfrutando del hermoso panorama. Fue una experiencia digna de repetir.

La hazaña (porque para mí lo fue), cambió el concepto que tenía de mí misma. Además, me demostró que solo necesitaba cambiar esas frases destructivas que me decían sobre lo incapaz que era de alcanzar algo, por una que me impulsara a ver lo fuerte que era. Eso cambió algo profundamente en mí que hasta hoy me da la fuerza que necesita para continuar.

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Afirmaciones que impulsan a ser próspero

La frase de Henry Ford es solo un ejemplo de cómo una afirmación positiva puede ayudar a una persona insegura a sacar fuerzas para alcanzar una meta.

Lo mismo pasa con las afirmaciones dedicadas a inspirar el deseo de ser próspero. Por eso, te dejaré algunas que realmente pueden llegar a inspirarte para lograr vencer tus miedos, y luches por lo que deseas y mereces.

1 Ser agradecida abre las puertas de la abundancia en mi vida.

2 Cosas buenas me suceden a diario porque soy una persona agradecida.

3 Si pienso que puedo lograr algo, tengo razón.

4 La presencia de la alegría en mi corazón libera una gran cantidad de cosas buenas en mi vida.

5 Sé cuánto valgo, sé cual es mi valor y lo que merezco.

6 Me amo de la manera que soy, amo mi cuerpo y mi apariencia; por eso, no dejaré que nada ni nadie me haga sentir inconforme.

7 No tengo miedo a cumplir años, pues abrazo todas las etapas de este maravilloso regalo llamado vida.

8 Todas las situaciones malas pasan, aprendo de ellas y sigo adelante.

9 Soy creadora de mi destino.

10  Soy digna de mucho amor, así que estoy segura que pronto encontraré un gran amor, tan maravilloso y perfecto como yo siempre soñé y merezco.

La recomendación final es que tiene más impacto en tu mente una frase o palabra de tu propia creación que se adapte a tus necesidades, sueños y deseos. Cada vez que sientas que no puedes más, que te das por vencida o simplemente cada día, repitela frente a un espejo, mientras caminas por la calle o antes de dormirte. Rumia cada palabra de la frase y comienza a ver la vida como es: ¡hermosa!

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.