Aprendizaje a distancia: esto es lo que los niños han logrado

No todo ha sido malo en la educación a distancia, de hecho, hay mucho de bueno. Aquí te lo contamos.

Emma E. Sánchez

Tras el confinamiento que la histórica pandemia provocó en todo el mundo, muchas maneras de vivir debieron transformarse para poder seguir adelante y continuar a pesar de los grandes retos que surgieron.

Millones de empleados por primera vez experimentaron el “home office”,  los gimnasios rentaron a domicilio sus aparatos para no perder su clientela y todo mundo buscó maneras de seguir trabajando, ofreciendo sus servicios, vendiendo, haciendo negocios, y el caso de la educación no fue diferente.

Primero los docentes y sus alumnos se subieron de golpe a la tecnología con la que, si bien muchos universitarios ya convivían y los grados inferiores “coqueteaba un poco”, todos, sin excepción, incluyendo a los preescolares, se incorporaron a las plataformas, los correos electrónicos y las videollamadas.

Maestros, padres y niños, comenzaron a trabajar de manera colaborativa “obligada”; los primeros meses para poder entender el todo y lograr “conectarse”, y luego poco a poco dejar a los niños que lo fueran haciendo solos, pues los padres también debían enfrentar los efectos de la pandemia y sus propios cambios laborales.

No fue fácil para nadie

De hecho, los primeros meses  se vivió mucho miedo, incertidumbre, cansancio y frustración a más no poder. Hubo mucha ansiedad en toda la familia.

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Pero pronto los niños estaban tomando sus clases, se ajustaron a los nuevos horarios, las nuevas formas de trabajo, de ver a sus compañeros y hasta de convivir.

Los docentes comenzaron a experimentar y crearon videos, tutoriales, trajeron nuevos juegos a la clase y los niños cerraron un año escolar sin poder despedirse de sus maestros, de ir a su escuela y gozar  de su graduación.

Todos se adaptaron e hicieron su mejor esfuerzo

Luego sucedió lo inimaginable: comenzar un nuevo ciclo escolar en línea.

Entonces cerrar un año pareció fácil, pero iniciar uno nuevo a la distancia pareciera ser una nueva cumbre altísima frente a nosotros cuando recién habíamos llegado a la que pensamos era la cima.

¿Por qué te digo todo esto?

Porque deseo traer a tu memoria todas las dificultades y retos que vivimos para que en este momento pongamos toda la atención en los niños, en los protagonistas de esta historia.

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Muchos padres piensan que todo este año de confinamiento ha sido una desgracia en cuanto a aprendizajes y que los chicos no han hecho más que perder el tiempo.

Sin embargo, los chicos han aprendido mucho y han desarrollado habilidades y talentos que difícilmente  habrían logrado en tan poco tiempo.

Los niños han aprendido a organizarse mejor

Son miles los padres que han observado que sus hijos preparan sus cosas una noche antes, que acomodan su espacio  para trabajar y que mantiene sus materiales listos para la clase.

Han aprendido a estar en casa y resolver muchas de sus necesidades por sí mismos

Muchos padres llenos de pesar y tristeza han tenido que  dejar a sus hijos solos, pues deben salir a trabajar. Los han dejado a cargo de alguien que realiza el aseo, de un abuelo, del hermano mayor y muchas veces, con el dolor de su corazón, hasta solos, porque no hay nadie que los cuide, y los niños han cuidado de sí mismos.

Han aprendido a conectarse a la clase, escuchar a su maestro, buscar sus cosas, hacer tareas, calentar o preparar su comida, ponerse tiempos para la tarea y ver la TV, llamar a papá o mamá y reportarse.

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Usar una agenda

Los más pequeños en un cuaderno, en un papel o una agenda escolar y muchos otros más en agendas electrónicas han aprendido a ver sus clases, la entrega de sus trabajos, asistir o cancelar un evento y leer o escribir sus notas.

Organizar su tiempo

Muchos docentes organizaron sus aprendizajes por proyectos, se respaldaron en transmisiones por TV, radio o en videos de Youtube y se establecieron fecha para entregar esos trabajos.

Entonces los niños comprendieron que podían hacer una parte cada día y luego tener tiempo para jugar.

Cocinar y otras labores domésticas

Los chicos también comenzaron a participar más de las labores de casa como lavar platos, barrer, hacer su cama o dar de comer a sus mascotas.

Los niños pudieron estar en casa y aburrirse, y sabemos que aburrirse es sano.

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Muchos chicos aprendieron a hacer cosas con sus manos y a no estar corriendo de un lado a otro todo el día

El aprendizaje más importante: muchos pequeños tuvieron que aprender a superar la frustración, la tristeza de nos estar cerca de los amigos y sus maestros. Aprendieron a estar un poco en silencio cuando lo padres no pudieron contener su enojo y frustraciones y peleaban mientras ellos tomaban una clase.

Su resiliencia en muchos floreció, pues tuvieron que echar mano de ella para  dejar de llorar y cumplir con los  trabajos y hacer los deberes.

La inmensa mayoría de niños está aprendiendo a buscar soluciones y resolver sus dificultades

Sé que hay también muchos más a los que no les ha sido tan fácil todo, sé que ha habido muchas lágrimas, gritos y hasta golpes en casa, que para muchos otros también los aprendizajes han sido mucho más complejos y duros y ojalá ningún niño tuviera que vivirlos.

Así que la próxima vez que vayas a criticar o expresarte mal o con dureza de un docente, un padre con niños o de los chicos que se la pasan en casa, piensa por favor, en que ha sido muy duro, sobre todo para los niños en situaciones y medios agrestes donde han hecho doble o triple esfuerzo por sobrevivir y estudiar.

Las diferencias sociales este ciclo escolar se han hecho más evidentes, las problemáticas familiares han salido a flote y las necesidades emocionales están a pico

Entonces, por favor, seamos más empáticos unos con otros y especialmente con los más pequeños cuyo mundo es muy complejo desde ahora.

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Ellos están haciendo su parte, vamos nosotros haciendo la nuestra.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.